Jackson Miller se levantó esa mañana lleno de energía, ese era el día, por fin triunfaría sobre esa malagradecida, la había hecho su esposa, había acogido a sus cuatro hijos y los había criado como si fueran suyos, les había dado todo lo que nunca hubieran podido tener solos y se lo agradecía revelándose contra él, pero ya se estaba encargando de ponerla en su lugar, para empezar la había corrido de su casa, haciendo creer que era ella quien había abandonado su hogar y a sus hijos, el juicio estaba en proceso y ella tenía todas las de perder, Ya había comprado a varias personas y cobrado favores, incluso el juez estaba ya de su parte, aun así le había pedido que aportara pruebas para que su decisión no se viera tan obvia y lo había hecho.
A pesar de que James no le había aportado nada con que atacarla, y le había aconsejado dejarla en paz, con su comentario, le había dado la idea y había montado varias escenas en donde ella se viera comprometida, eran fotos y vídeos tomados de lejos, pero eran reales y ella no tendría como explicar que se abrazara a desconocidos o que los besara y no con uno, si no más de uno. Cualquiera se tragaría el cuento de que en su desesperación por conseguir dinero estaba vendiendo su cuerpo. Cuando menos el juez lo creería y todos aquellos que vieran el material también lo harían. Esa mujer no sabía con quién se había metido, la destruiría, haría que mendigara por las calles de esa ciudad y se quedaría con sus hijos, para educarlos a su manera sin que ella estuviera cuestionándolo siempre.
Bastante había tenido de ella ya, no solo de ella, de su esposa anterior también, por fortuna había muerto y se había quitado un gran peso de encima, ninguna mujer valía la pena, nadie se compararía jamás con Margareth, su primera esposa y la madre del bastardo que le quitó la vida. Por fortuna él no había vuelto a molestarlo y se lo debía a James, ese chico que valía oro y del cual sus padres debían de estar orgullosos, ese si era un gran hombre, como le gustaría haber sido su padre, pero solo tenía que conformarse con los hijos de Abigail, unos buenos para nada, sin carácter, apegados a su madre, pero ya se encargaría de remediar eso. Por lo pronto todo le sonreía y solo era cuestión de horas para celebrar su triunfo.
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Abigail, escuchaba incrédula las palabras del juez, sus hijos se quedaban con ella además obtendría el divorcio con todos los derechos que el haber sido la esposa de Jackson Miller conllevaba.Era un gran triunfo que no esperaba y todo se lo agradecía a aquel joven que había viajado en dos ocasiones a su país para entregarle no solo pruebas de la clase de hombre que era su esposo, si no de las maquinaciones que estaba haciendo contra ella para inculparla y hacerla quedar como una mala mujer, sin moral y sin valores.
Todos se habían quedado atónitos cuando después de que el abogado de él presentara sus pruebas dejándola ver cómo una mujer sin escrúpulos, el suyo presentara videos claros de los momentos previos a las escenas que ellos presentaban con conversaciones de audio incluidas, en donde planeaban cada escenario y en dónde se veía la escena real, en donde nada de lo que ellos decían, pasaba en realidad.
Había quedado al descubierto que se trataba de profesionales que, de un encuentro fortuito provocado por ellos mismos, tomaban fotos o vídeos desde distintos ángulos y usaban aquel material que aparentaba una situación comprometedora. Para ellos era fácil, un simple choque con un desconocido, tan fuerte como para que ella se tambaleara y por instinto se aferrarse al desconocido, y él sabiendo lo que se requería, aprovechara para hacer parecer otra cosa, incluso un simple encuentro en donde un desconocido buscando una dirección, se acercara demasiado mostrándole un papel, o cientos de pretextos más, para ellos todo era válido, sin embargo, tanto para ellos como para Jackson, todo había acabado.
Ahora gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas, era libre y sus hijos también.
Saliendo de ahí sabía lo que tenía que hacer, Jackson no era de los hombres que aceptaban una derrota, y era capaz de hacer cualquier cosa, sabía que él y sus abogados aún permanecerían ahí, porque el abogado de ella aún no terminaba y había logrado concertar una cita con él después de esa audiencia, así que ella mientras tanto iría por sus hijos y aunque no tenía acceso a su antiguo hogar, si tenía dentro gente que la apreciaba y que le facilitaría la salida a los chicos, la ventaja ahora era que no estába infringiendo ninguna ley y ellos y la empleada que los iba a sacar se irían con ella fuera del país, ella ya no tenía nada que hacer ahí y cualquier asunto legal, su abogado se encargaría.
Ahora les esperaba una vida nueva, en libertad y todo estaba siendo posible gracias a James, el hijo menospreciado de su esposo, él le había sugerido abandonar el país y no solo eso, le había ofrecido alojamiento y protección, y lo estaba aceptando.
No sabía cómo lo había hecho pero incluso ya un auto la esperaba afuera de ese lugar, la llevaría a recoger a sus hijos y de ahí al aeropuerto, un avión privado la estaría esperando y luego a su nuevo destino.
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Jackson Miller estaba al borde de un ataque, no solo había perdido el juicio que ya estába en sus manos, si no que ese maldito abogado le estaba dando otro golpe bajo.Delante del juez corrupto, ese hombre no solo había pedido que dejaran a su clienta y a sus hijos en paz, lo había exigido y por si estaban pensando no prestar oídos a su petición, al quedar a solas con él le había entregado un sobre con información, la cual sería divulgada si tan solo intentaba comunicarse con su esposa o con alguno de sus hijos.
Su primer impulso fue rechazar todo, había aventado ese sobre sin siquiera abrirlo, pero cuando por insistencia del abogado lo abrió, se quedó helado, era toda la información de su accidentado viaje años atrás, que terminó con la muerte de su esposa, el nacimiento de su único hijo, el abandono de éste y la mentira de su muerte.
Ahora lo sabía. Estaba perdido, si esa información salía a la luz, todo se vendría abajo, su buen nombre, su reputación, su vida.
¿Pero quién estaba detrás de todo esto? Por supuesto el abogado no se lo quiso decir, pero sabía quién podría averiguarlo, si tan solo lo hubiese escuchado, él le advirtió que la dejara en paz.
_ En esta era de tecnología. - le había dicho James. _nada puede permanecer oculto, todo se sabe, todo se puede ver y todo se puede escuchar.
Él por supuesto, pensó que solo eran simples palabras, sin embargo, la realidad lo estaba aplastando y no veía salida alguna, más que tragarse su orgullo y su rabia y dejar las cosas como estaban. Por lo pronto así lo haría.
Además de eso, el juez había tenido que doblegarse y cumplir con la justicia, a pesar de que ya había recibido el soborno de su parte.
_ No se cómo ese abogado, obtuvo información comprometedora mía. -le había dicho. _ así que ahora aunque quisiera, no puedo ayudarte. - por supuesto jamás le dijo de que información se trataba, y sin más, lo dejo a su suerte, llevando a cabo un juicio justo y apegado a derecho, mientras él, también tenía que conformarse con el veredicto final a favor de ella.
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AMOR ENTRE BALAS Y COMPUTADORAS No.1️⃣2️⃣//SERIE: HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceÉl fue el hijo más deseado del mundo, pero también el más odiado, su padre, un importante diplomático de Estados Unidos, que viajó por varios países del mundo, amaba a su esposa y esperaba con alegría el nacimiento de su primogénito. Después de vari...