Olivia estaba aterrada, ese hombre que tenía frente a sí era amenazante y la miraba de una forma que no le gustaba.
_ Jefe. - dijo uno de los hombres que entró con él a la cabaña. _ se va a meter en un problema muy serio si sigue.
_ Nadie me va a decir que hacer. Lárgate de aquí. - le lanzó una mirada furiosa.
Olivia dio un gritó cuando sintió como ese hombre la tomaba con brusquedad por los brazos lastimándola.
_ Creo que es la esposa del mayor de los Elizalde. - insistió.
_ A mí que me importa que sea la esposa de quién sea? - lo miró con furia. ¿acaso él está aquí? - la sujetó con más fuerza.
_ Se va a meter en serios problemas con ellos.
_ Solo que tú fueras con el chisme. - gritó fuera de sí. _ y primero te mato antes de que lo hagas. - apuntó su arma hacia él. _ además. ¿Quién va a saber que fuimos nosotros? ¡Así que lárgate y espera afuera con los demás!
Él la miró, Olivia supo que no era como los demás, pero de nada le servía, si la ayudaba lo matarían, y estaba aterrada porque sabía que, si James llegaba, también lo asesinarían, y aunque sabía que, si no la ayudaba, ese hombre se saldría con la suya, aun así, rogaba para que no lo hiciera, no lo quería muerto, lo amaba tanto que prefería morir ella antes que él.
Cuando él hombre por fin salió del lugar, sintió como ese rufián le prestaba de nuevo atención. Con fuerza la estampó contra la pared, sofocándola con su pesado cuerpo. Mientras él intentaba besarla a la fuerza, ella buscaba con desesperación algo con que golpearlo, estaba cerca de la chimenea, pero no lograba asirse de nada, en su desesperación, logró darle un fuerte golpe en la entrepierna, el hombre gritó de dolor y se dobló soltándola de inmediato, ella sin dudarlo tomó un tronco de madera y le asestó un golpe en la cabeza, que lo mando por los suelos, no se detuvo a averiguar qué sucedía con él, busco la puerta con la mirada y corrió hacia ella, apenas la estaba abriendo, cuando sintió que alguien desde afuera la jalaba y la urgía a correr, no miró a su alrededor, solo obedeció.
*****
James llegó a la cabaña y desde lejos observó a tres hombres en la parte de afuera, haciendo guardia, pero supo que adentro había más, si planeaba bien las cosas podría deshacerse de esos tres, porque estaban separados unos de otros y si era discreto no se darían cuenta del ataque, hasta que le fuera tocando a cada uno de ellos, además, contaba con el factor sorpresa, ninguno se lo esperaba, lo sabía porque estaban muy relajados, señal de que no esperaban que alguien llegara de improviso.Lo planeó bien y atacó, estaba desesperado porque empezó a escuchar los gritos de Olivia, cuando se deshizo del tercer hombre, asestándole un fuerte golpe en la nuca como a los demás vio con sorpresa como otro salía de la cabaña con prisa, al verlo y darse cuenta de lo que había hecho, se quedó estático, James ya había sacado su arma, pero no la disparó, el hombre no hacía nada por atacarlo, solo lo miraba con las manos a la altura del pecho, en señal de rendición.
_ ¡Llévatela! - dijo. _ si corren río abajo tienes más posibilidades de escapar que si te internas en el bosque.
Él lo miró desconcertado por su consejo, pero no sé detuvo a comprobar porque los ayudaba ni si su ayuda era real, iba a abrir la puerta que el hombre acababa de cerrar al salir, cuando se abrió con brusquedad, era ella, no la pensó dos veces, la tomó de la mano jalándola y urgiéndola a correr, ella obedeció sin protestar, ambos corrieron hasta topar con el río, no podían cruzarlo porque debido a la lluvia de esa noche, estaba crecido, su caudal casi desbordaba y el agua fluía con ímpetu, sería un locura intentarlo siquiera.
Después de varios minutos se detuvieron exhaustos, él aún podía continuar, pero ella no, tenía que pensar en algo o les darían alcance.
Apenas estaba evaluando sus posibilidades, cuando miró unos metros más adelante, ahí estaban los hombres que momentos antes él había golpeado, estaban todos y uno más, al que no había visto antes, seguro era él que había atacado a Olivia al interior de la cabaña. En ese momento se reprochó a sí mismo, cuando se alejaban del lugar el hombre que salió le había gritado que fueran río arriba, pero en su afán de escapar solo siguieron su instinto y habían tomado la dirección más lógica, río abajo. Seguro ellos habían tomado un atajo para llegar primero.
No tuvo tiempo de pensar. Cuando menos pensó uno de los hombres se abalanzó sobre él, logrando que perdiera el equilibrio y se precipitara a las traicioneras corrientes del río. Intento nadar hacia la orilla, pero la corriente lo arrastró sin remedio, llevándolo consigo río abajo.
*****
Olivia miró atónita como James era lanzado al río, intentó correr río abajo para auxiliarlo, pero aquellos hombres se lo impidieron. Entre dos la arrastraron sin consideración de nuevo hacia la cabaña._ Pensaste que te librarías de mí. - se acercó el jefe de ellos amenazante, cuando estuvieron de nuevo en la cabaña. _ había pensado tratarte bien. - la miró con desprecio. _ pero ahora te atendrás a las consecuencias. - asestó un golpe en su rostro. _ llévala adentro y prepáramela, ordenó al hombre que había abogado por ella en un principio.
_ Tengo que atarla. - dijo el hombre, disculpándose. _ porque si no lo hago me van a asesinar. Pero le dejo esto puso una pequeña navaja en sus manos. Espero que pueda utilizarla.
Ella la tomó y la escondió lo mejor que pudo.
_ ¿Cómo te llamas? - interrogó aún asustada.
_ Samuel. - dijo mientras la ataba. _ por favor no piense que soy como ellos, tengo esposa y dos hijos, si no hago lo que ellos me dicen, ellos pagarán las consecuencias.
_ Entiendo. - dijo ella. _ no te preocupes, yo me defenderé.
Él no dijo nada, termino y se dispuso a salir.
_ ¡Espera! - lo detuvo. _ Gracias. - dijo cuando él se volvió. _ si no lo logro y si tú tienes la oportunidad de escapar de ellos llama a mi hermano, él te ayudará. - le dio el número y el nombre de Simón.
_ No le permitas hacerte daño. - dijo consternado. _ si mi familia no estuviera de por medio te juro que te defendería, pero no puedo.
Ella no alcanzó a contestarle porque en ese momento se abrió la puerta de golpe y aquel hombre entró furioso por la tardanza.
_ ¿Porque demonios tardas tanto? - gritó. _ ¿acaso es tan difícil? - de un golpe lo arrojó al suelo. _ ¡largo de aquí! - vociferó.
Él solo obedeció.
ESTÁS LEYENDO
AMOR ENTRE BALAS Y COMPUTADORAS No.1️⃣2️⃣//SERIE: HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceÉl fue el hijo más deseado del mundo, pero también el más odiado, su padre, un importante diplomático de Estados Unidos, que viajó por varios países del mundo, amaba a su esposa y esperaba con alegría el nacimiento de su primogénito. Después de vari...