EPÍLOGO

755 78 16
                                    

⋯ ⊰ ✿ ⊱ ⋯

Contrario a lo que podría parecer, en un mundo en el que todas las personas tienen una marca que une su alma a la de otra persona, los romances lentos y apasionados al estilo de Jane Austen son demasiado escasos. La gente suele conformarse con quedarse con aquel a quien su soulmark señala como su mate, incluso si no hay un vínculo amoroso entre ellos, o cuando estar juntos se vuelve doloroso. Hay quiénes que son un poco más abiertos y se permiten experimentar, antes de unir su camino al de su destinado; y también hay radicales, que eligen vivir la vida bajo sus propias reglas.

Satoru Gojo fue uno de los últimos, pero al final de su historia, el destino se encargó de ponerlo en dónde siempre debió estar. A veces, había una voz en su cabeza, un remanente del adolescente rebelde que fue una vez, que le cuestionaba si tenía lo quería, si en verdad era feliz, o si, por el contrario, se estaba forzando a serlo, sin embargo, a medida que su relación con Nanami se fortaleció, la voz desapareció. Por supuesto, reconstruir su vínculo con Nanami no fue nada fácil y no solo tuvieron que trabajar en la confianza que se tenían el uno al otro, sino que también, en cierto sentido, se vieron obligados a conocerse de nuevo.

Fue Gojo el que tuvo problemas adaptarse, pues al principio, Nanami le pareció mucho más cerrado y propenso a aislarse que antes, a tal punto, que tuvieron unas cuantas peleas tan horribles, que por un momento le hicieron pensar que tal vez nunca estuvieron destinados a durar. Hubo días grises, en los que la culpa de Gojo era muy grande y la paciencia de Nanami demasiado corta, pasó noches enteras llorando de frustración porque sentía que estaba fallando; entonces se dio cuenta de que quizás no era Nanami el que se aislaba.

La situación sólo comenzó a mejorar en cuando Gojo comprendió que si quería que las cosas funcionaran, si en verdad deseaba tener una vida a lado de Nanami, tenía que comenzar a ser claro con lo que esperaba recibir de su pareja y comunicar sus emociones de la mejor manera posible, porque a diferencia de él, Nanami no era capaz de adivinar cómo se sentía, y no podía esperar que lo ayudara si no sabía que estaba mal.

Con paciencia y mucha comunicación, su relación poco a poco se convirtió en algo mejor a lo que Gojo había soñado alguna vez. Ahora Geto, en lugar de regañarlo porque estaba siendo un idiota, se burlaba de él y de la forma en la que su "rostro se iluminaba" cuando Nanami entraba en una habitación, por otro lado, Haibara solía observarlo con una enorme sonrisa, como si fuera un padre orgulloso. Era incómodo, a veces, pero no podía negar que también era divertido y si a Nanami no le molestaba que sus amigos los vigilaran con ojo de halcón, a Gojo le importaba mucho menos.

⋯⋯⋯ ⊰ ❀ ⊱ ⋯⋯⋯

Al mismo tiempo que Gojo intentaba construir una relación sana, consiguió una abogada que lo ayudara con el asunto de Yuta. Durante la primera reunión, la mujer intentó hacer que abandonara la idea, "porque su historia sobre marcas del alma era muy bonita, pero no era suficiente para sustentar un caso."

Fue una respuesta cruel, que pudo haberlo hecho desistir, de no ser por qué Hiromi (que también fue el que le consiguió el contacto) lo envío a ese despacho con la promesa de que Mei-Mei tomaría cualquier caso, por una buena cantidad de dinero, y por suerte para Yuta, a Gojo le sobraba.

Nanami cuya brújula moral era demasiado fuerte, desaprobó el comportamiento de la abogada y del mismo Gojo, pero cuando la primera investigación comprobó que Yuta, en efecto, había sido mal diagnosticado, y estaba en el hospital psiquiátrico porque era más cómodo para su padre (su único familiar vivo), fue el primero en sugerir que podían cuidar del chico, como un hogar sustituto.

No les fue bien intentado ir por ese camino, ya que su reciente historial médico los hizo parecer inestables y poco adecuados, por lo que fue imposible que uno de los dos pudiera conseguir la custodia temporal. Sin embargo, en sus vidas existían un par de ángeles que siempre estaban ahí cuando más se los necesitaba y que aceptaron al muchacho, incluso antes de que alguno les preguntara si querían ayudar. Así, Haibara, Geto y Yuta se convirtieron en una bonita familia de tres, que en ocasiones hacían que Gojo se sintiera un poquito celoso.

You're Losing Me [GoNana][Jujutsu Kaisen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora