Capítulo 8 Umiko

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Capítulo 8 Umiko

Estando en marzo aún seguía haciendo fresco, aunque no de la misma manera que en invierno. Shouta, metido en su traje, llegaba hasta la puerta de la mansión con los nervios a flor de piel. El camino hasta allí le había parecido largo y cansino, pero por otro lado, estaba emocionado por conocer aquel lado de la vida de Hiroki.

Entregó la invitación en la puerta a un mayordomo bastante serio que le indicó donde dejar el abrigo y cómo llegar hasta el patio. Mientras seguía al hombre, sus ojos se fijaban en todos los detalles. La vez que había ido a casa de Hiroki no había podido contemplar la casa en su totalidad, y ahora que la veía de noche y alumbrada con esas luces suaves y románticas, se daba cuenta del estilo tan bonito que tenía. Parecía una mansión antigua al estilo occidental. Posiblemente una de las pocas que había en todo el país.

Después de haberle dado las gracias al mayordomo accedió a los jardines mientras buscaba a Hiroki con la mirada. Toda la escenografía parecía sacada de un cuento de hadas, e incluso los invitados tenían un aura mágica y novelística. Había grandes mesas con tentempiés, empleados que iban y venían con bandejas y un grupo de música tocando una melodía tranquila.

En los chicos predominaba el negro y todos iban vestidos de forma similar, con aquellos trajes tan formales y masculinos. Por esa razón -y como siempre pasaba en casi todas las fiestas- las verdaderas protagonistas de la noche eran las bellas jovencitas: con sus escotes, sus tacones que les realzaban la figura, las joyas, los volantes y los colores vivos.

O eso era lo que pensaba Shouta hasta que, a lo lejos, lo vio.

A Hiroki.

"Es tan guapo...", pensó suspirando.

Estaba de pie, junto con otros chicos, con una mano en el bolsillo del pantalón y la otra sujetando una copa de cristal, con esa pose tan masculina que solía poner. Su cuerpo alto se ajustaba a la chaqueta, y la corbata le daba un toque elegante y sensual. Con el pelo bien peinado y reluciente parecía un verdadero príncipe en medio de un baile.

El corazón de Shouta se movió con fuerza dentro de su pecho. Todo lo que deseaba estaba allí, y todo aquello que había soñado se estaba haciendo realidad.

Lo quería tanto... tan sólo había pasado un día pero ya extrañaba sus besos, sus caricias, los susurros en el oído, extrañaba oír su sonrisa y ver su mirada. "¿Es posible? Está frente a mí, lo estoy viendo y, sin embargo, lo siento más lejos que nunca. Durante tanto tiempo soñando con él, tantas tardes a su lado sin imaginar que algo así pudiese pasar... Y ahora creo que todo esto es un sueño. Es imposible que las cosas puedan salir bien. Simplemente... es demasiado perfecto. ¿Acaso lo extremo no termina siempre mal?

» Yo soy extremadamente feliz...tanto, que da miedo".

Cuando Hiroki giró el rostro, lo vio desde donde estaba y su boca se curvó en una preciosa sonrisa. Shouta vio cómo se disculpaba con sus acompañantes y en pocos segundos estaba a su lado.

- Ya has llegado -Había dejado la copa en una mesita durante el breve trayecto. Sus manos se metieron en los bolsillos, para huir de la tentación de abrazar a Shouta.

- Sí.

Se miraron. Sus corazones latieron y el deseo reprimido se acumuló por todos sus cuerpos. Hiroki quería besarlo, y Shouta deseaba ser besado. No hicieron falta palabras para saberlo. Pero ahí, delante de todas aquellas personas, demostrar su amor habría sido algo incorrecto.

Algo que hubiesen censurado.

Pero Hiroki no soportaba tenerlo en frente y no poder ser libre para amarlo, así que, teniendo cuidado de no ser visto, lo sostuvo con rapidez de la mano para llevarlo por un camino oscuro dentro del inmenso jardín.

Wagamama na Koi 1 "Unmei"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora