Capítulo 28 Pasar página
— Genial... —Acobardado, Hiroki miraba la entrada de su casa—, y ahora que estoy aquí ¿qué se supone que tengo que hacer?
Se frotó los pelos y su rostro adquirió una expresión exageradamente dramática.
— Yo... soy un cobarde. ¿Cómo coño se me ha ocurrido hacer esto? —Preguntó mientras alzaba la vista hacia toda la casa. Tosió y se dio la vuelta—. Esto tiene fácil solución. Solo tengo que coger por donde he venido y...
— ¿Hiroki?
Hiroki se dio la vuelta justo a tiempo para ver cómo su madre salía de uno de los jardines. Se había olvidado de que pasaba casi todo su tiempo cuidando de las flores y había bajado tontamente la guardia.
— M-mamá. Vaya. Qué sorpresa... —Dijo con risa nerviosa.
Su madre fue corriendo hacia él hasta quedar cara a cara.
— ¡Por fin vienes por casa! ¿Por qué nunca me coges el teléfono? —Le sonrió—. No te veo muy bien, Hiroki... ¿estás comiendo como es debido?
— Cl-claro que sí, ya no soy un niño.
— Bueno, bueno —le dijo mientras le daba golpecitos en el brazo—, para mí sí. ¿Te quedas a cenar?
— No... bueno... —miró hacia arriba—. He venido a hablar con papá. ¿Está en casa?
"Espera, espera, espera. ¿Hablar con quién? ¿Se me ha ido la pinza?". Hiroki tragó saliva.
— Sí. Creo que está en su cuarto de lectura, ya sabes cómo es él. Si quieres encontrarlo, busca primero un libro.
— Ya... hay cosas que no cambian, por lo que veo.
— Oh, vamos, Hiroki. Hablas como si hubieses estado años fuera de casa —añadió su madre entre risas—. Ha sido poco más de un mes. ¿Qué cosas van a cambiar?
"Todo —pensó Hiroki—. Yo. Mi vida. Mi futuro. Todo ha cambiado"
— Bueno... voy a buscar a papá —Dijo mientras se daba la vuelta para entrar en la mansión.
— ¡Si te vas no te olvides de despedirte! —Le gritó su madre tras su espalda.
"Cuando salga por esa puerta después, dudo mucho que quieras volver a verme, mamá".
Aun pensando eso, Hiroki estaba decidido a terminar con los fantasmas del pasado, con sus miedos y con su cobardía.
Atravesó la puerta y puso un pie en la inmensa entrada. Estaba decidido a hacerlo.
A confesar quién era y quién quería ser.
— ¿Papá? —Hiroki tocó la puerta abierta de su despacho mientras lo llamaba.
Un hombre muy atractivo y con gafas puestas le miró desde un sofá de terciopelo. Tenía un libro en sus manos y otros tantos tirados a su alrededor.
— Vaya, Hiroki. Hacía tiempo que no te veía —Le dijo sonriendo, el tono de voz de su padre era suave—. Deberías pasarte por aquí más a menudo, tu madre te echa de menos.
"¿Y tú?", pensó Hiroki.
— Oye... papá... hay un tema importante que tengo que hablar contigo —Dijo sin rodeos.
Su padre alzó los ojos y lo miró por encima de las gafas. Parecía como si estuviese viendo algo más atrás de Hiroki, algo que ni él mismo llegaba a comprender.
ESTÁS LEYENDO
Wagamama na Koi 1 "Unmei"
Non-FictionTakeshi, Hiroki, Miyagi y Shouta. Cuatro chicos totalmente diferentes, dos historias que se cruzan pero un mismo sentimiento. Takeshi no cree que algo llamado “amor” exista en la vida real, Miyagi se odia a sí mismo, Hiroki no se atreve a decirle al...