Wagamama na Koi 1 "Unmei"

Capítulo 62 Nuevo mañana

Capítulo 62 Nuevo mañana 

Tuvo que llegar él para darme cuenta de quién era yo en realidad; tuvo que llegar él para aprender que si escondes el dolor, un día, se volverá contra ti de la forma más cruel; tuvo que llegar él para destrozarme, una y otra vez; para dejarme sin armas, sin voluntad, sin palabras, sin opciones... para herirme y para sanarme con tan sólo su presencia. Tuvo que llegar él para deshacerme y para volverme a hacer; como si de alguna forma arrancase de raíz todo lo malo, todas aquellas cosas que amenazaban mi existencia, mi vida y mi alma. 

Pero nadie dijo que sería fácil; nadie dijo que extraer esa espina fuese tan desgarrador... 

Los recuerdos ya no eran recuerdos, parecían ser una extensión del presente, parecía como si de verdad hubiese regresado a ese momento en que la veía morir una y otra vez, a ese momento en que mi dedo presionaba el gatillo y se llevaba consigo su vida... y mi felicidad.

Y entonces lo que más dolía en realidad no era el momento de la desgracia... sino la estela de memorias que había dejado atrás.

Los recuerdos no regresan; y eso es quizás lo que más duele.

Gritas por volver, suplicas para que el tiempo retroceda, rezas para que las agujas cambien de sentido... pero ninguno de tus sueños se hace realidad. Simplemente te quedas mirando la vida pasar, y al final acabas pasando tú sobre ella.

Como un fantasma.

Sin futuro, sin esperanza, sin amor.

Y justo en el mismo instante en que creía que mi vida seguiría el mismo curso que había estado siguiendo a lo largo de aquellos siete años, justo cuando creía que sería un ente en una vida sin vivir... llegó él.

Apareció en mi vida Takeshi... 

Su nombre se clava en mí, y sin darme cuenta lo convierto en algo especial, en algo único... en algo mío.

Empieza a suceder lo ilógico, lo mágico... Sonrisas, miradas, caricias, secretos y risas... Empiezas a pensar que quizás, sólo quizás, hay algo de esperanza en tanta destrucción, que quizás no está todo perdido.

Él me calma, me hace olvidar, me hace querer... y me hace vivir. 

Durante años había creído que el demonio de mis pesadillas era yo mismo y siempre me pregunté quién era el niño que chillaba y se rasgaba la piel hasta sangrar. Entonces, en el momento en que Takeshi me aferró entre sus brazos mientras yo sacaba sentimientos que jamás creía que tendría dentro de mí... algo se encendió en mi mente, algo que fue encajando pieza por pieza.

El demonio eran mis miedos; el niño era mi dolor.

Y sólo cuando pude comprender que aquel niño que me suplicaba que ella estuviese viva, que me lloraba por regresar al pasado, que me acusaba... sólo cuando comprendí que aquel niño que tanto me odiaba era yo mismo... sólo así... pude llorar.

Nunca nada había sido tan doloroso y a la vez tan reconfortante como sentir aquellas lágrimas quemando mi piel. 

La herida comenzaba a cicatrizar.

Y entonces, de pronto, me doy cuenta de que quiero vivir como nunca lo había hecho; quiero vivir al lado de Takeshi...  poder verlo crecer, verlo reír, verlo convertirse en un hombre... Me doy cuenta... de que no quiero que se aleje de mi lado; que perderlo podría significar perderme a mí mismo una vez más.

Mi ansia egoísta lo reclama... lo necesita. 

Pero también me entra el miedo. Porque aunque él ha sido el único en ver y saber lo peor de mí... aun así tengo miedo de matar su alma, de convertirlo en alguien infeliz...