Capítulo 33 Siempre a escondidas... siempre en silencio

586 61 11
                                    

Capítulo 33 Siempre a escondidas... siempre en silencio


— Arriba, dormilón —Hiroki despertó a Shouta con cariño, metiéndose en la cama que compartía con él—. Hoy es la cena de navidad —le susurró en el oído. 

Shouta se movió, desperezándose como un gatito. 

— ¿Qué hora... es?

— Las nueve. 

Abrió los ojos de golpe. 

— ¿Tan tarde? 

— Quise dejarte dormir un poco más, siempre te levantas demasiado temprano —Añadió, quitándole los pelos de la cara—. Tenemos que ir a comprar algunos dulces para el postre.

Shouta se sentó sobre la cama, con los pelos hacia todos los lados y la cara reflejando su estado adormilado. Se frotó un ojo y bostezó. 

— Sigo pensando que no debería ir.

— ¿Qué estás diciendo? 

— Es que... ¿no será incómodo estar ahí con la familia de Umiko? 

— Ya lo solucionamos ¿no? —Le respondió sonriendo—. Te mandó un mensaje disculpándose y parecía sincera.

— Seguirá siendo incómodo. La familia seguro que está algo resentida por la situación... y además, yo ahí no tengo nada que ver.

Shouta bajó los hombros, deprimido. Estaba nervioso por la cena de esa noche: temía encontrarse de nuevo con Umiko y conocer a los padres de Hiroki. Cuanto más lo pensaba, más se le hacía un nudo en el estómago.

— Mi padre me lo pidió —Le dijo Hiroki—. Quiere conocerte.

Shouta sonrió, irónico.

— Me lo pones más fácil. Durante todo este tiempo nunca me has hablado bien de ellos, es más, no sé nada de ellos y ahora de repente, tengo que conocerlos y caerles bien —Se frotó la cabeza—. ¿Tienes idea de lo embarazoso que es para mí? 

— Oh, venga, Shouta. Ayer lo estuvimos discutiendo y al final acabaste cediendo. ¿Qué te pasa ahora de repente?

Shouta suspiró.

— Lo siento. Solo estoy un poco nervioso. 

— Todo irá bien, te lo prometo —Le dijo Hiroki, acariciando su brazo. 

Shouta se forzó a sonreír. "¿Cómo puede afirmarlo con tanta seguridad? Yo... no tengo muy buenos presentimientos sobre todo esto".

Pero Hiroki, contento por la situación, lo abrazó fuertemente con las dos manos y una sonrisa en su boca. Con efusividad restregó la mejilla contra la suya. 

Shouta, contagiado por su alegría, giró el rostro y le dio un beso rápido. 

— Antes de ir a por los dulces... —Comenzó—, podríamos desayunar algo... ¿no? 

Hiroki sonrió de manera pícara y con la mano alcanzó el borde de las sábanas. 

— Por supuesto. Tengo mucha hambre —Le dijo mientras los tapaba a ambos hasta la cabeza de un solo tirón. 

Shouta rio y se dejó besar por él. 

Le encantaba que Hiroki lo mimase, lo tocase y lo acariciase... cuando estaba en sus brazos se sentía protegido, como si su mera presencia le asegurase que todo iría bien. "Es como con mamá. Ella siempre me tenía en sus brazos... siempre me daba besos en la mejilla y me hacía cosquillas. Me secaba las lágrimas cuando lloraba y, para dormir, siempre me contaba cuentos...

Wagamama na Koi 1 "Unmei"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora