Capítulo 59 Acercándose a su dolor

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 Capítulo 59 Acercándose a su dolor


— En realidad no debería contarte nada de esto.

— ¿Y por qué lo hace, entonces?

La señora Yoshida se le quedó mirando un rato sin responder; era una mirada profunda, y Takeshi pudo asegurar que, a pesar de su valentía hacia cualquier situación, en aquel momento se sentía acobardado bajo aquellos ojos.

— De alguna forma... siento que el destino te ha puesto delante para Miyagi.

Él levantó la ceja.

— Verá... no es que crea mucho en cosas como destinos, y milagros y esas mierdas, ¿sabe?

— Es un poco extraño que utilices el lenguaje formal y que luego sueltes palabrotas como esas —Takeshi tenía todas las perder si comenzaba a comportarse de forma repelente, así que se mordió la lengua y se disculpó—. Está bien, no te preocupes. Eres tan diferente a Miyagi, que me agrada un poco de cambio de vez en cuando.

— Sí, bueno... a veces ese estreñido puede ser insoportable, ¿verdad?

Yoshida movió la cabeza ante lo que dijo, incrédula; pero pudo ver una sonrisa escondida en sus labios.

— ¿Qué? —Espetó Takeshi, sintiéndose atacado.

— ¿Cómo lo has hecho?

— ¿Hacer el qué?

— Eso; tratarlo así. Acercarte de esa forma a él. Ni siquiera cuando su madre estaba viva dejaba que nadie entrase en su círculo de esa manera. Incluso con Shouta ha puesto límites.

Takeshi, aunque no quería admitirlo, sentía cierta emoción al escuchar algo así.

— Verá, a mí me la suda un rico de tres al cuarto. Yo soy como soy, y no voy a tratarle diferente porque se crea especial.

— Bueno, Takeshi... tampoco es que lo hayas sabido tratar demasiado bien, viendo en la situación en la que están.

— ¿Hah? Ese mamón se lo buscó. Tsk —Cruzó los brazos y miró hacia otro lado—. Bueno, puede que yo lo buscase también ¡pero él fue el primero! —Especificó mientras apoyaba un dedo en la mesa.

— No deberías irte a los extremos —Le recomendó Yoshida—. Sé que Miyagi no es una persona fácil... pero no seas tan duro con él. 

Esa frase era quizás la última que esperaba oír Takeshi, y de alguna forma, derrumbó todos sus argumentos. "No seas tan duro con él". Tragó saliva mientras intentaba asimilar aquellas palabras. 

Era verdad. ¿Cuándo había Takeshi tratado de comprender a Miyagi? ¿Cuándo había intentado ponerse en su lugar? ¿Cuándo había hablado con él de forma calmada sin acabar en discusión sobre las cosas que hacía?

Nunca; nunca le había dado ni un respiro.

"¿Cómo va a confiar en mí si no hago más que enfadarme por cada cosa que me dice?"

— Takeshi, te digo esto porque... creo que eres especial para él. Y creo que tienes poder sobre él. Poder para hacerle feliz... pero también para hacerle daño.

Takeshi se rio.

— Yo no le hago feliz.

— ¿Se lo has preguntado?

— No hace falta hacerlo.

Yoshida suspiró mientras lo miraba casi con compasión. 

— Yo sabía que había alguien quedándose aquí; Miyagi nunca me dijo tu nombre pero, de forma indirecta, hablaba sobre ti. Me pedía que hiciese un o-bento de más, se disculpaba por la ropa que no era suya, si podía comprar más comida de lo normal... o, cuando estuviste enfermo, me pidió que fuese a comprar unas medicinas para ti. Y... cuando tú estabas involucrado en la conversación, su mirada, e incluso su voz, parecían cambiar.

Wagamama na Koi 1 "Unmei"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora