Capítulo 47 Historias del pasado Parte I

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Capítulo 47 Historias del pasado Parte I


Hiroki, de brazos cruzados en la silla de la cocina, miraba con el ceño fruncido a Shouta mientras desayunaban. Shouta leía una novela de ficción que tenía sobre la mesa, con una mano pasaba las páginas y con la otra se llevaba a la boca su café con leche.

— ¿Vas a seguir ignorándome? —Hiroki comenzó a mover la pierna, nervioso—. ¿Por qué no me hablas? —Preguntó, haciéndose el inocente. 

En respuesta, Shouta tan sólo levantó la mirada para fulminarlo a través de sus ojos y luego la bajó. Dejó la taza sobre la mesa, cogió una tostada con mermelada de frambuesa, se la comió y volvió a coger la taza.

Hiroki, por su parte, tenía su tazón de leche lleno y los cereales ya blandos por culpa del tiempo que llevaba sin comerlos. Estaba tan ofuscado que no le cabía ni una sola cucharada. No sólo le dolía todo el cuerpo por haber dormido en una posición incomodísima, sino que además, le ponía muy nervioso la actitud que había tomado Shouta. 

"No quería decir aquello... simplemente se me escapó... —pensó mientras lo miraba y tragaba saliva—. Qué estúpido fui, dios. Él no tenía culpa de nada y la pagué con él". 

Hiroki bajó la mirada, deprimido. Sabía que Shouta tenía razón, se había portado fatal esos últimos meses: le quitaba la mano cuando había gente, lo buscaba solo cuando sabía que estarían solos, lo ignoraba si sus amigos estaban cerca... Sí. Había sido un idiota. Y lo peor de todo era que Shouta siempre respetaba esa decisión y con mirada triste, aceptaba lo que Hiroki podía darle. 

"Pero supongo que su límite ha llegado... soy un cabrón". 

Se estrujó las manos, nervioso, y tragó saliva. De solo pensar en la posibilidad de decirle por qué tenía tanto pánico por hacerlo público le entraban ganas de salir corriendo de la cocina y dejarlo pasar. Ni en esos momentos, que intentaba buscar las palabras, se sentía capacitado para traer las imágenes al presente y revivirlo.

"Incluso el solo recordarlo es doloroso —Pensó mientras removía la leche del cuenco con la cuchara. Hambriento, la llenó y se la llevó a la boca, pero puso mala cara al instante de tomarla—. Qué asco, los cereales se han quedado más blandos de lo que pensaba". Desganado, volvió a dejar la cuchara vacía en la taza.

Cuando volvió a mirar a Shouta, éste acababa de terminar su última tostada y su café con leche. Se levantó de la silla, sin hablar, como si estuviese solo en aquella cocina, y metió los platos en el fregadero. Hiroki, enojado, apoyó el codo sobre la mesa y recostó la mejilla en la palma de su mano. 

"¿En serio está tan cabreado? —Pensaba sin ni siquiera mirarlo—. Quizás... me pasé un poco...", movió los ojos para observarlo de espaldas mientras fregaba. Vio cómo se secaba las manos en el pañito y se daba la vuelta. Fue hasta el cuarto y al poco rato, escuchó el sonido del grifo abierto. Seguramente, Shouta había ido al baño a lavarse los dientes. Cuando volvió a salir varios minutos después ya tenía puesta la chaqueta del uniforme y en la entrada, comenzaba a ponerse el abrigo de invierno. 

Justo cuando agarró el manillar y abrió la puerta, Hiroki se levantó bruscamente de la silla y fue hasta donde él. Lo sujetó por la muñeca con fuerza y sus dedos hicieron presión, intentando transmitir la angustia que sentía.

— Espera —Le dijo con voz ronca—. Si... si te cuento el problema, ¿me perdonas?

Shouta suspiró y cerró la puerta, pero seguía sin darse la vuelta. Hiroki lo abrazó por detrás.

— ¿Me perdonas? —Le repitió, envolviéndolo con su cuerpo.

— Me insultaste —Dijo Shouta, por fin. 

Wagamama na Koi 1 "Unmei"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora