Wagamama na Koi 1 "Unmei"

Capítulo 35 Daiki... Lo siento tanto...

Capítulo 35 Daiki... Lo siento tanto...

Por las calles transitadas de gente joven y niños, Hiroki caminaba junto a Shouta a paso lento, disfrutando de la noche.

— Oye, no estés tan tenso, Shouta —Le dijo Hiroki al ver la forma en que agarraba la bolsa con los dulces—. Solo vamos a cenar, lo he hecho cada año con Takeshi así que nadie se extrañará. ¿Vale? —Shouta encogió la cabeza en la bufanda, ocultando su boca—. Ya verás que todo va bien —Le dijo Hiroki. 

Horas antes había comenzado a nevar y gran parte del paisaje ya estaba blanco; el frío les hacía tener las mejillas algo coloradas a la vez que el vaho salía de sus bocas cuando hablaban. 

— Es que... —Shouta entrecerró los ojos—... estaba pensando en que no quiero que llegue abril. 

Hiroki apartó la mirada.

— Yo tampoco —Dijo con tristeza. 

Shouta quiso seguir hablando pero se trabó con las palabras, como si estuviese buscando la manera de expresar sus sentimientos. 

— Es que... estoy en un dilema ¿sabes? —Comenzó—. Porque yo fui el primero en decirte que debemos tener una meta, un propósito en esta vida para seguir adelante. Pero... comienzo a pensar que, sin ti, esa meta no tendría sentido —Bajó la cabeza, algo avergonzado. 

Sintiendo como su pecho se llenaba de amor ante lo que le decía, Hiroki sonrió. Había tenido tanto miedo de que después de todas las cosas que le había hecho y dicho, su amor se hubiera debilitado, que esas palabras las sintió como si se hubiese declarado una vez más.

Le acarició la mejilla y Shouta se sonrojó un poco más de lo que ya estaba. 

— Shouta —Se acercó a él y puso la otra mano en su otra mejilla—, ¿qué son dos años teniendo toda la vida por delante? —Le sonrió—. Yo no quiero estar lejos de ti tanto tiempo y tengo claro que, aunque el béisbol sea mi propósito en la vida, mi sueño es estar contigo por siempre —La mirada de Shouta brilló ante lo que le decía—. Sé que he cometido muchos errores, que he sido un cobarde y que no te he dado lo que correspondía. Pero eso va a cambiar. Te lo prometo —Le besó la punta de la nariz sonrojada—. Claro que... siempre puedes venir conmigo a Francia si quieres —Terminó con una sonrisa. 

Shouta sonrió a su vez y rodeó a Hiroki con sus brazos. 

— Hiroki... a veces me da tanto miedo quererte de esta manera... —Le dijo con el rostro pegado en su pecho—. Porque me pongo a pensar en las peores posibilidades, pienso en qué pasaría si te perdiera para siempre, si tuviese que verte con otra persona... pienso en si podría sobrevivir sin verte cada día sonriendo. Entonces me digo ¿vale la pena arriesgar tanto el corazón? ¿Vale la pena abrir tu alma y dejar salir todos tus sentimientos? ¿Y si todo acaba mal?....

— ¿Y has llegado a alguna conclusión? —Le preguntó Hiroki mientras lo abrazaba por la espalda.

— Este tiempo contigo, viéndote cada mañana despertar, yendo juntos a clase, durmiendo en la misma cama, desayunando o duchándonos juntos, acurrucarnos antes de dormir para ver la televisión....hacer el amor casi cada día... —Shouta suspiró—, gracias a todo eso... me he dado cuenta de que sí... de que ya por esos pequeños detalles vale la pena arriesgarlo todo. 

» Porque aunque las cosas acaben mal... aunque la relación pueda llegar a destruirse... me quedarán todos los recuerdos que hemos creado. Y ya eso, es razón suficiente para arriesgarlo todo.

Hiroki tragó saliva y respiró hondo. Nunca antes se había visto tan querido ni tan idolatrado. Aunque muchos lo admiraban, aunque la mayoría del colegio, conocidos y familiares lo alababan... Shouta había sido el único en amar cada parte de él, incluso las peores: era un creído, menospreciaba a los demás, se retrasaba por las mañanas, llegaban a los sitios tarde por su culpa, a veces se olvidaba de las llaves, era cínico con las personas, no hacía más que hablar de sus partidos de béisbol con Shouta, odiaba cocinar, y limpiar, y ordenar... e incluso había matado a un pez.