Capítulo 42 Luchar contra la marea. Parte II

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Capítulo 42 Luchar contra la marea. Parte II


— Vamos, no grites tan alto que van a oírnos —Ryohei sostuvo las caderas del chico. Éste tenía apoyada una mano en la ducha del vestuario para mantenerse en pie y no perder el equilibrio. 

— Es... que... senpai... no puedo... 

El agua caía sobre ellos estrepitosamente, disimulando con su sonido los gemidos de ambos jóvenes. Aunque en las duchas sólo estaban ellos dos, era mejor no correr riesgos, y Ryohei tapaba de vez en cuando la boca de su compañero de equipo de béisbol con una mano para hacerlo callar mientras lo embestía con fuerza. 

Pero Haruki era demasiado chillón para su gusto... aunque teniendo en cuenta que sólo tenía catorce años, podía perdonarlo.

Le pasó una mano por su vientre para pegarlo más a él y flexionando las piernas, subió y bajó las caderas para penetrarlo profundamente. Haruki, en respuesta, gimió más fuerte todavía y Ryohei, mascullando, subió la mano por enésima vez para que no los delatase.

"No es como si alguien nos fuese a pillar, porque somos los últimos... pero el entrenador está por ahí esperando junto al equipo y si por cualquier motivo entran al baño, podrían escucharnos..."

— Tenemos que acabar rápido, Haruki; nos están esperando —Dijo con calma, acariciándole el miembro. 

Ryohei notó las vibraciones de los gemidos de Haruki en la palma de su otra mano y a propósito, movió los dedos para meterle dos en su boca. La lengua de él, caliente y empapada, comenzó a saborear su piel. 

— Eres un pervertido... —Le susurró, moviendo la pelvis más rápido. 

—... senpai... hah... hah... —Haruki, en sus brazos, temblaba y se retorcía, subiendo las caderas para que Ryohei la metiese más hondo—. Mmm, ngh... 

— Muy bien... te gusta ¿eh? —Le dijo mientras lo apoyaba contra la pared y lo embestía con fuerza justo en la zona en que sabía que perdería la razón—. Eso es... justo ahí... —Haruki volvió a gemir desesperado por correrse, pero la mano de Ryohei apretó un poco la punta para retrasar el orgasmo. 

— Déjame... hacerlo... —Le suplicó él, con la voz entrecortada. 

Ryohei vio como sus manos se cerraron en puños sobre los azulejos de la ducha mientras el agua le caía por su espalda y acariciaba su piel.

— Venga... hazlo ya —Le gruñó Ryohei excitado, soltando la mano que sostenía su miembro y permitiéndole la liberación—. Vamos, vamos... —Le mordió en el hombro y tapó su boca con fuerza, sabiendo que durante el orgasmo se pondría a gemir sin parar. 

Justo como planeaba, Haruki se corrió en el momento perfecto, provocándole un inmenso placer por la manera en que su interior se contrajo sobre su miembro. Ryohei gruñó y con unas últimas embestidas, se corrió también, disfrutando cada vez que Haruki se cerraba y abría durante el orgasmo. 

— Eso es... oh, dios... hah... —Se quedó unos segundos dentro de él, jadeando; pero tuvo que salir casi al instante para poder quitarse el preservativo. Cuando Ryohei soltó los brazos que sujetaban a Haruki, éste cayó al suelo deslizándose por la pared y sentándose de rodillas, con las piernas abiertas. Apoyó las palmas de las manos en el suelo mientras respiraba con dificultad y el agua de la ducha caía sobre su cabeza. 

Ryohei le hizo un nudo al preservativo.  

— Venga, vamos, Haruki. No te quedes ahí sentado —Le dijo mientras abría la puerta con cuidado y veía si había alguien—. Puedes cerrar el grifo. No hay nadie.

Wagamama na Koi 1 "Unmei"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora