Dime tu verdad

176 11 9
                                    

El calor de Roma me golpea tras dar el primer paso fuera del avión, al igual que los recuerdos de mi llegada hacía dos años. Parecía que nada había cambiado desde entonces, pero en realidad todo era diferente. Yo lo era, más que nada. No tardo en salir a la zona de llegadas y me encuentro a Leo con un cartel mal pintado donde pone "señorita Bianchi" Me rio ante aquel gesto y me lanzo a sus brazos mientras tiemblo por el nerviosismo de estar aquí.

- Nunca un abrazo me había sabido tan bien. – Me responde estrechándome entre sus brazos.

- ¿Y Thomas? – Le pregunto sin espera. - Creía que él también estaría aquí.

- No le he dicho que venias precisamente hoy. Quería que fuese una sorpresa. – Me dice con un poco de disculpa. – Además, mañana tienen un concierto importante en Circo Massimo y no quería descentrarle.

- Ah ya, lo había olvidado. Y eso que no se habla de otra cosa, pero con los nervios de la mudanza ni siquiera me había dado cuenta.

Comenzamos a andar hacía su coche mientras me ayuda con las maletas y me va poniendo al día de todo.

- Te va a encantar tu nuevo piso. Estuve ayer allí para dejártelo más o menos a tu gusto, aunque aún tienes que hacerlo tu hogar, pero creo que te gustara. Y encima por fin vas a vivir en pleno Trastevere. Aún no me lo creo. – Dice más ilusionado que yo.

Cuando decidí volver, tuve claro que no sería al piso del que me marche, porque los recuerdos acabarían dañándome y devorándome de nuevo. No estaba preparada para volver allí y recordar la vida que dejé. Leo tuvo claro desde el primer momento que el lugar que tenía que elegir era Trastevere, el barrio con más vida de toda Roma, y yo no dude en darle un sí porque siempre lo había adorado. Me puse en sus manos y él se encargo de visitar todos y cada uno de los pisos que a mí me gustaban, grabándomelos y dándome su opinión sobre ellos, hasta que finalmente encontramos el idóneo.

Al llegar al apartamento, me enamore completamente de él. Estaba en una de las mejores zonas de Trastevere. Era amplio y lo mejor de todo, tenia una gran terraza que me permitía observar gran parte del barrio. Por fin volvía a sentirme en casa. Nos pasamos la tarde vaciando cajas de mudanza y preparando el apartamento para que yo me sintiera bien. Finalmente, cuando cayó la noche y estábamos tan cansados como para levantarnos del sofá, Leo decidió marcharse.

- Vas a tener que pagarme un buen sueldo por haberte ayudado con esta horrible mudanza. Mañana tengo que estar muchas horas de pie y ahora solo quiero tirarme en la cama. – Me dice en broma. - Le diré a Thomas que venga a verte pasado mañana o cuando termine el concierto.

- Muchas gracias por tu ayuda Leo, prometo recompensártelo. – Le digo abrazándolo. Él comienza a caminar hasta la puerta mientras busca su tabaco en los bolsillos, sin éxito. – Oye Leo. – Se vuelve hacía mí. - ¿Quedan entradas para mañana?

- ¿Quieres venir? – Dice con la mayor incredulidad que haya podido ver en sus ojos. Cojo mi paquete de cigarrillos y se lo lanzo, provocándolo que lo recoja con la misma cara de estupefacción.

- Espero que me consigas un buen sitio.

Roma, 2 años antes.

Me despierto sobresaltada en mitad de la oscuridad y por la falta de luz a través de la ventana no deben ser más de las 5 de la mañana. Suspiro y siento un calor insoportable, así que me dispongo a salir de la cama para ir al baño cuando me doy cuenta del brazo que me rodea la cintura impidiéndome moverme. Inmediatamente los recuerdos de lo acontecido solo unas horas antes me invade y me giro hacía Damiano, que duerme tranquilamente mientras me rodea con sus brazos. Una sonrisa vergonzosa aparece en mi cara al pensar en que se ha quedado conmigo. Me lo quito de encima con cuidado y me dirijo al baño, llenando la bañera mientras me miro al espejo en busca de algo que haya cambiado. ¿Qué iba a cambiar? Solo me había acostado con el chico más deseado de toda Italia. Era algo increíble, y pensaba que en cualquier momento me acabaría despertando.

RimaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora