Capítulo 17

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Me encontraba molesta, viendo como Katherine coqueteaba ligeramente con un humano.

Después de quemar la cafetería, había ido al hotel y tomado una ducha, a la mañana siguiente me encontré a Katherine “por casualidad”, y aceptó rápidamente mi invitación a comprar algo de ropa nueva. Bromeamos un poco con lo de aprender a cazar, y aquí estamos, yo fui la de la idea de como cazar y hacer más emocionante todo esto.

El mal sabor de boca que me dejaba el hecho de que, ella tuviera tanta libertad para coquetear sin consecuencias, me lastimaba, simplemente no podía pensar el hecho de que estuviera otra vez en el principio, sin que ella sepa nada de mí o de lo que significa para mí.

Me hizo una seña con el dedo, para que los siguiera. Así lo hice mientras, ella buscaba un callejón vacío.

[...]

Llevaba una semana con Katherine, me sentía en las nubes solo por poder compartir con ella, aunque fuera ligeramente diferente que antes, más real. Suspiré pensando en que iba a hacer, necesitaba volver a viajar, se supondría que me encontrarían con Nik, dentro de poco y no podía llevar a Katherine conmigo, y eso me molestaba.

Familia o mi compañera.

-Te noto tensa ¿estas bien? - pregunta ella abrazándome por los hombros, solía hacer eso para llamar mi atención.

-Hay que hablar, Kathe. - quité sus brazos de mí y ella parecía molesta por ello.

-¿Alguien te ha molestado no te has divertido? -preguntó.

-Para nada, la he pasado muy bien contigo, esto de ser nómada es muy divertido, pero tengo que viajar.

-¿Ah dónde iremos ahora?

-Ese es el punto, no puedes venir conmigo. - solté.

-¿Por qué no?

-Son cosas de familia, Kathe.

Ella arrugó su ceño, no parecía entender bien a que me refería, el que me haya olvidado por mi propia culpa me seguía molestando.

-Bueno, si te tienes que ir tengo que hacer que tu estadía conmigo sea inolvidable, - sonreí por su ocurrencia.

Su idea fue ir de fiesta en fiesta, divirtiéndonos como si el mundo se acabara cuando nos separaramos. Sentí que cada momento con ella iba a ser lo que me mantuviera con vida, durante mil años más. Su sonrisa, y su forma de ver el mundo contagia a cualquiera de seguir su causa; sabía bien que tenía algo escondido, lo había investigado, pero me negaba a creer que mi mentirosa compañera no me quisiera.

Mientras bailábamos no pude evitar preguntarme cómo se sentiría volver a besarla, o sentirla realmente cerca de mí. Suspiré mirándola, ella sonreía como si pudiera comerme, sin saber que yo quería devorarla. No sé exactamente que me animó, si su voz o que esta seria la última noche que estaría con ella, pero volver a sentir sus labios con los míos me devolvió el aliento.

Intenté memorizar, cada parte de sus labios con los míos, memorizar todo aquello que mis manos pudieran tocar encima de su ropa y que ella me lo permitiera.

-Alex. - suspiró llamándome.

-Lo siento, no pude..

Sin dejarme terminar volvió a besarme, supongo que también la ambientación, y los hechizos dentro del lugar ayudaban, a su sexy estilo y forma de devolverme el beso, cómo si lo deseara tanto como yo.

-Sígueme. - habló deteniendo el beso, y arrastrándome con ella.

Podía sentir como si todo fuera de colores neones y volara solo con su toque, sabía que algo andaba mal pero por el momento no me importaba, el tener a Kathe conmigo era más que suficiente para que el mundo dejara de importar; sin problemas, sin tener que pensar ni planear.

(momento +18)

Sus manos estaban en mi espalda, mientras yo la hacía chocar contra la pared mientras la besaba, de un momento a otro ella me alza por mis piernas, y yo tomo su rostro para que no se separe, cosa que no hace; me suelto sin que lo espere y la alzo yo esta vez. Ella jala mi pelo, haciéndome verla; estaba algo sudada y portaba un largo vestido, su cabello a medio recoger, su mirada brillaba como pequeños diamantes.

-Pero, ¿que me diste? - pregunté sin poder evitarlo.

-Somos vampiros, se llama flor de loto, son únicas, es cierta magia que puede hacer únicos ciertos momentos, mi querida compañera.

-¿Cómo me llamaste?

-Sé lo que somos, y siento que ya te conozco pero algo me nubla, Alex, no quiero estar nublada. - termina por decir entre risas, parece como si estuviera drogada, toca mi rostro quitando el pequeño rastro de cabello suelto.

-Tal vez deba hacer que me recuerdes, mi amada y mentirosa compañera.

Ella sonrió, como si amara cada palabra que le dije, volví a besarla, mientras ell me empuja haciendome caer en una superficie acolchada, sin siquiera saber como llegamos a esto. Ella toma la parte de arriba de mi vestido y lo rompe, al menos no era mi favorito, hago lo mismo con el suyo, dejándola en ropa interior. Ella ríe como una desquiciada, cosa que me hace reír a mí también.

Ella empieza a besar mi cuello, y el valle de mis pechos sin dejar de toquetear mi abdomen, siento mi humedad crecer deseosa de ser tocada y de poder tocarla. Ella vuelve a subir a mi boca, besándome nuevamente, mis manos no se quedan quietas, y bajan hasta su trasero, apretandolo un poco. Kathe sonríe en medio del beso y termina por romper mi ropa.

Toma mis pechos con sus manos y los amasa, haciéndome gemir, pero yo quería probar de ella todo aquello que se me había arrebatado, siglos antes. Nos voltee haciendo que ella quede debajo de mí, terminé de romper todo aquello que se interponía entre su desnudez y yo.

Bese su cuello y lami sus pechos hasta que me sacie de probarla, bajé por su abdomen hasta llegar a su centro, la oía gemir y reir, cosa que me hacia a mí querer reír con ella.

-Se supone que te exite no que te rías, amor. - le dije antes de hacer algún otro movimiento.

-Créeme, me exita pero necesito que sigas, cariño.

Sonríe por su respuesta, y pude ver su humedad expuesta para mí, sin poder evitarlo, lami su humedad hasta saciarme. Ella tomó mi cabeza y dejé que guiara mi movimiento a como ella lo deseara, podía oírla gemir cada vez más fuerte y eso me exitaba aún más, lleve mis dedos a mi clotoris y empecé a estimularme; su placer siempre sería el mío.

Seguí lamiendo mientras la miraba, sudada y agitada, sabía que estaba cerca, así que solo para mi propio placer, metí dos dedos en su interior, para abrirla, haciendo movimientos de tijera ya que se sentía estrecha.

-Maldición. - murmuró entre gemidos.

Aumente la velocidad, tanto de mi lengua como de mis dedos, haciéndola venir, con un gemido que es música para mis oídos.

-Sabes muy bien, bonita. - dije lamiendo mis labios y volviendo a su boca para besarla.

-Me agrada que te guste, pero aún no hemos terminado.












Corto pero gomnito, sé que hay cosas que no son como deben de ser en la serie, pero es que me quería inspirar también en la película de Percy Jackson, cuando entran al casino, más o menos es lo que me imagino, y espero que les guste.

Esto por mi Vero, que me animó a publicarlo. ❤️

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora