Capítulo 30

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Sabía que había un baile pero no me interesó mucho preguntar, me encontraba aburrida, había tenido que dejar el dichoso pueblo por un par de horas para reunirme con Nadia, claramente no la dejaría hasta donde yo me encontraba, la deseaba lejos de mis planes, y de mis compañeros; aunque yo no quería mantenerme lejos de ninguno necesitaba verla, y mantenerlos a salvo, la mayoría de la manada se quedó vigilando tanto a Jeremy como a mis demás compañeros, y a la bolsa de sangre.

Nadia no debía saber de la bolsa de sangre ni mucho menos de que tengo contacto con su madre, eso es algo que mantengo solo entre Emmet y Dixon, suspiré por ello, tener que hacer las cosas en secreto solo por no quedar mal con alguien nunca ha sido mi fuerte, pero Nadia y mis compañeros son demasiado importantes, su opinión sobre mí es lo único que me interesa.

[...]

Llevaba un par de horas con Nadia, ayudándola con su empresa, que a su vez era mía, pero ella es quién da la cara por ello, justo ahora tendríamos una pequeña reunión de inversionistas, y de ahí me marcharía devuelta al pueblo.

Mierda, extraño demasiado a Jeremy. No podía parar de revisar el teléfono esperando noticias de Dixon, que lo estaría vigilando. 

-Hey, Alex, ¿me estas escuchando? -preguntó Nadia, la verdad no, pero responderle eso, implicaría explicarle cosas que no necesita saber, asentí a su respuesta.

-Solo estoy pensando. -me miró incrédula.

-¿En qué piensas?

-Reunión de los inversionistas, no quiero perder mucho el tiempo en eso, necesito que sea rápido, tengo más cosas que hacer.

-Lo entiendo, pero sabes como son los humanos, de vez en cuando aparecer por aquí o por allá les dará cierta calma de que no eres un fantasma. 

-Tienes razón, eso no quita que me sea molesto.-ella solo soltó una ligera risa, suavizando el ambiente, siempre me he preguntado como hubiera sido mi vida, si la hubiera podido criar, o incluso poder criar a mis propios hijos, escucharlos reír, y consolar su dolor.

El nudo en mi  garganta se instala, el poder tener la familia que siempre soñé carcome mi alma, el no poder darle eso a Jeremy ni a Caroline, me carcome por dentro; intento despejar mi mente mientras me concentro en el trabajo que Nadia me obliga a revisar, siempre seré tan perfeccionista como se me inculcó no es algo que pueda evitar.

-Señora Nadia, es hora.-habló una secretaria entrando a la pequeña oficina donde estábamos, Nadia le dio un asentimiento y ella salió, aquí viene la peor parte, reunión de accionistas codiciosos que pretenderán que son mejores que los demás e intentarán amedrentarme por ser mujer, patético.

Salimos hacia la sala de juntas, que a mi parecer parece abarrotada de personas, me senté junto a Nadia, quién dio inicio a la reunión, podía ver mover la boca a los humanos pero, no le presté atención en lo absoluto a lo que decían, es decir ¿Qué me importa a mí que los accionistas minoritarios no vean ganancias? Suena tonto que lo pregunten, son minoritarios por algo, ruedo los ojos solo por el pensamiento. Escuché la puerta de vidrio abrirse y unos tacones apurados, dar pasos hacia mi persona, tal vez venga a salvarme de esta miseria de reunión que se había extendido por horas.

-Señorita Mikaelson, tiene una llamada en recepción suena urgente.-habló la chica de forma bajo y tímida, asentí con la cabeza y me paré, mientras alisaba el vestido que llevaba puesto, es rojo oscuro y algo corto pero me gusta, ignoré cada mala mirada que se me dedicó al salir de la habitación, e incluso la de Nadia, sabia a la perfección que se molestaría, pero me importa poco en este punto. 

-¿Diga? -hablé al llegar al teléfono de la recepción.

-Alex, lamento interrumpir, sé que era importante pero algo pasó.-habló Dixon del otro lado de la línea.

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora