Capítulo 13

252 26 4
                                    

Vi como empujaron a Mikael hasta que golpeara un árbol, mientras varias figuras aparecen del oscuro bosque, me levante apresuradamente, ignorando por completo, quienes eran y el porqué me ayudaban, si eran vampiros normales, Mikael los mataría en un abrir y cerrar de ojos; corrí hacia Mikael, golpeando su cabeza con el árbol a su espalda, intentando desorientarlo lo suficiente para poder escapar, patee su pierna quebrando su rodilla, y el vampiro me ayudo a quitarle la estaca, los demás se acercaron al ver la fuerza con la que Mikael empujaba al otro vampiro, ayudando a sujetarlo para que no huyera ni lastimara a ninguno.

-Algún día, veré mi último amanecer, y cuando sea por fin mi anochecer, padre.-le hablé mientras sostenía su cabeza desde abajo, haciéndolo mirarme -pero, tú ya no estarás para verlo.

Yo no mataría a Mikael, ese siempre ha sido el deber de Niklaus, no mío; quebré su cuello para darme tiempo de huir, miré a loa varios vampiros a mi alrededor, sin entender muy bien el porque me habían ayudado, no conocía a nadie, y no parecían complacidos con mi presencia ni mucho menos. No me encontraba en condiciones para luchar contra ellos, ya que necesitaba desesperadamente alejarme de Mikael, a pesar de todo, muy en el fondo le seguía temiendo y a lo que él era capaz.

-No sé como quieren hacer esto, pero créanme que no será fácil ni mucho menos sencillo.-hablé mirando a todas las caras intentando reconocer a algún líder, pero nadie lo parecía, el olor característico y familiar me hizo sonreír con cierta incredulidad.

-¿Fácil? Contigo nada lo es.-habló un chico vagamente familiar, mientras Dixon salía detrás de él.

 Todos parecieron tensarse cuando salió a la vista, parecía que le temían.

-Ya sabía que no podrías olvidarme,-caminé hacia él más relajada.

-¿Olvidarte? Imposible.-parecía ciertamente aliviado de haberme encontrado, como si lo hubiera estado haciendo por largo tiempo, y eso enterneció mi corazón.

-Sé que me amas, pero no seas tan descarado.-reí golpeando su frente, haciéndolo fruncir sus cejas-Será mejor irnos antes de que despierte.- volví a hablar mientras señalaba el cadáver.

Dixon asintió, mientras extendía su brazo, como en los viejos tiempos, le sonreí e hice una reverencia mientras lo tomaba, corrimos, siendo seguidos por todos.

[...]

Nos encontrábamos en una cabaña algo pequeña, según Dixon era de paso mientras los demás lobos y brujos aparecían, el muy inteligente, se había montado un ejército para encontrarme, como un cachorro perdido buscando a su madre.

-Entonces, ¿nos presentas? - pregunté, señalando a las personas frente a mí, que parecían intimidados con la presencia de Dixon.

-Algunos deberías de reconocerlos, él es Emmet hijo de Isabel. - señaló al chico sonriente enfrente de mí - Los demás los fui encontrando por donde pasaba, la mayoría están aquí por voluntad propia aunque no lo parezca.

-Parece que los tienes amaestrados como perritos. - arrugue mi nariz y solté una pequeña risa, haciendo que ellos me miraran mal, eso me hizo reír más. - Ah todo esto ¿a quién esperamos?

-Te gustará, - aseguró Dixon.

-¿Gustarme? - lo miré sin entender.

-Sí, ella le gusta a todos. - suspiró Emmet con aires de enamorado, Dixon lo miró mal.

-Será mejor que te comportes, nadie te defenderá esta vez, - lo regañó, este levanto las manos en son de rendición, mientras los demás se reían un poco.

Sentí cierta ansiedad, por quién fuera que viniera, si Dixon aseguraba que me iba a gustar probablemente lo haría; suspiré frustrada, también quería saber si Niklaus y Elijah habían logrado escapar lejos de Mikael, el miedo de mi hermano hacia nuestro padre era comprensible aún así no entendía bien su paranoia de poca confianza con nuestros demás hermanos respecto al tema, necesitaba averiguar donde estarían por si sucede algún inconveniente; amo mis hermanos, son mi familia pero son demasiado nocivos para mí, casi doscientos años con ellos fueron suficientes por el momento.

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora