Capítulo 37

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Justo ahora estaba deseando matar a alguien, me encontraba en mi casa, rodeada de problemas que había estado evitando por estar tan metida en el problema llamado Elena y porque mis compañeros consumían la mayor parte de mi tiempo, no era un reproche, pero ahora necesitaría hacerme cargo de mis demás negocios que por cierto me tenían algo estresada, aunque Dixon y Emmet se encargarán de la mayoría hay cosas que solo yo puedo hacer, como dar mi lindo rostro en una conferencia en línea que me tenía aburrida; había cosas más importantes que hacer.

-¿Terminarán la colección antes de que vuelva? -pregunté a la diseñadora, era algo tímida y se llama Cleo, creo que tiene talento pero el que no sepa desempeñarse fuera de un taller de costura.

-Así será, directora, he tenido problemas con las telas pero con todo arreglado podré continuar.-asentí en respuesta, y dejé que siguieran con lo demás sin interferir mientras me encargaba del resto de papeleo innecesario que tenía.

-También hay que encargarse de la manada,-murmuró Dixon.

-¿Por?

-Se sienten incomodos aquí, así que tal vez el estar contigo después de no verte por tanto tiempo ayude, sabes que Emmet no puede con todo eso solo.

-¿Vendrán para la siguiente luna llena? -Dixon asintió,-Bien lo pasaré con ellos si  esto te calma, pero tendrás que encargarte del resto.

-Alfa, la chica Bonnie esta afuera,-habló Emily, entrando a la oficina.

-Ya se había tardado ¿no? -se burló Dixon.

-Déjala pasar y llévala al jardín iré en seguida.-necesitaba terminar cosas más importantes que problemas de bruja novata. Pasaron un par de minutos terminé por fin, y dejé que Dixon se encargara del resto, mientras yo iba a encargarme de la bruja novata.

-Bonnie, que placer verte,-hablé llegando a su lado, ella parecía desconfiada.

-Digo lo mismo, Alex.

-¿Para que soy buena? -pregunté sentándome en la mesa redonda que había cerca del jardín, Bonnie miró a Emily y después a mí, le hice una seña a Emily para que se retirara para que la Bennett se sintiera más cómoda.

-Quisiera saber si puedes ayudarme,-habló por fin.

-¿En qué?

-Es sobre mis poderes.

-¿Que con ellos?

-Mis poderes ya no están, no puedo hacer nada, aunque me concentre.

-¿Hablaste con tu abuela? -ella negó.

-Tú pareces saber más de lo que dices, y quiero saber porque siento esta familiaridad contigo, he leído muchos libros y no dicen ¡nada!

-Cálmate, bruja, alterarte no ayudará. ¿Es por lo que pasó en el bosque? ¿Tienes miedo?

-Sí, pero, ¿eso que tiene que ver?

-Los poderes vienen con la mente y el corazón, no tendrás poderes si tienes miedo, deberías preguntarle a Sheila sobre eso, y de como poder arreglarlo, ella sabe más del tema que yo.

-¿Y sobre ti? ¿Por qué las imágenes que hay en los libros son idénticas a ti? 

-Eso puedo respondértelo pero, no podrás decir nada.

-¿Por qué?

-Es un secreto de tu linaje y el mío, tendrás que confiar en mí, como te lo pide tu magia. Tendrás que prometer no decir nada, si no tendré que recurrir a otros métodos para que lo olvides.

-No puedes obligarme.

-No, no puedo, pero tengo otras brujas muy buenas con sus hechizos que te harían olvidar si dices algo que no debes.

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora