Año 1914, algún lugar.
Caminaba algo ansiosa por lo que iba a hacer, llevaba un par de días siguiendo a Katherina, sabía que pronto reconocería mi presencia, si había logrado recordar cosa que esperaba no fuera así quería dejar esta vez una buena impresión.
Ella solía ser elegante, sofisticada por decir menos pero le gustaba la vida fiestera poco práctica para una mujer, aunque siendo vampiro le es más sencillo resistir y sobrevivir a ese estilo de vida.
La vi entrar a una sofisticada cafetería que seguía abierta a pesar de ser pasadas las diez de la noche; yo iba sola, pero Katherina no, iba acompañada por varios chicos que parecían encantados con que ella caminara por encima de ellos. Entré al lugar y una interpretación de piano y violín me invadió, sonaba triste y melancólica, desde que la primera guerra estalló, todas las canciones sonadas se han vuelto tristes.
Algunos de los presentes me miraban indiscretamente, pero no le di importancia, y me senté en una mesa alejada del escenario, esperando, tal vez ganar un poco de tiempo para pensar en como acercarme a Katherina, siendo realistas esperaba no ponerme tan nerviosa por nuestro acercamiento pero ¿cómo no estarlo? Mi mentirosa compañera estaba tan cerca de mí que casi podía sentir su piel bajo mis manos.
Mis dedos picaban, al igual que mi garganta, un mesero algo nervioso se acercó a mí, parecía que iba a deshacerse en cuanto lo miré.
-¿Qué desea ordenar? -tartamudeo, sonreí soberbia.
-De ti nada. - respondí mirándolo de arriba abajo - De aquí, tal vez un bourbon, cariño.
Este asintió confundido por mi respuesta, pero fue enseguida por mi orden, había llamado la atención, por supuesto, pero no de la persona que yo esperaba, a la cuál acababa de perder de vista.
-Maldito mesero. - murmuré molesta.
Al llegar mi bebida, la bebí de un solo trago intentando relajarme, le pedí de la forma menos amable posible que me trajera la botella, tal vez me relaje un poco.
-Hola bonita. - me habló un chico de acento extraño, tal vez ¿sueco? No lo sé, pero se me hizo gracioso, no le contesté y solo lo miré -No eres de por aquí ¿o sí? - volvió a hablar, tome el trago decidiendo si responder o no.
-¿Importa?
-¿Sabes que es este lugar, bonita?
-Y dime, ¿tú sabes quién soy, bonito? -, sonreí llenando mi vaso nuevamente.
Él sonrió molesto, parecía que no le gustaba que le respondiera. Otro chico se acercó a él y bromeo sobre que yo era una chica de carácter.
-Y dime fuego, ¿no quieres pasar una noche divertida? - preguntó el nuevo sujeto, con sombrero extraño, me veía directamente a los ojos, tal vez ¿intentando usar la compulsión? Mi sonrisa se había hecho más grande.
-Por supuesto que quiero, pero con ustedes podrá ser muchas cosas pero divertida no lo creo. - el aire se hizo ligeramente más pesado y la música se detuvo, parece escena de película, ambos me miraron molestos y todos los meseros parecían asustados.
-Chicos, chicos ¿qué sucede? - preguntó la melodiosa voz de mi compañera, oirla hizo que mi corazón se acelerara y casi de inmediato, me relaje un poco. - No hay que hacer problemas, mucho menos con los nuevos ¿no creen? - ellos sonrieron apenados hacia ella mientras ella los alejaba de mi mesa.
-Dime, cariño, ¿cómo te llamas? - preguntó dirigiéndose a mí, mirándome después de mucho tiempo, frunció el ceño, pero no dijo más hasta que respondí.
-Alexandra.
-Un nombre muy lindo, para una chica tan linda. - alagó y me sentí como en las nubes, - Dime, Alex ¿sabes qué es este lugar?
Sonaba confianzuda, relajada, demasiado suelta.
Subí mis hombros y negué con la cabeza. Ella soltó una pequeña carcajada.
-Bueno, Alex, ¿tus padres no te enseñaron a no salir tan tarde en la noche? - preguntó, molestandome.
Me reiría en otras circunstancias pero quería estar solo un poco más cerca de ella.
-¿Y los tuyos? - pregunté devuelta, ella me miró confusa y aclaré, - ¿Los tuyos no te enseñaron a no meterte con desconocidos?
-Parece que tienes coraje, déjame y te invito a un trago, ¿cómo te gustan, Alex?
-Jovenes, y castañas, de ojos cafes y de ¿1,65 de altura? -sentí su cuerpo erizarse por mi respuesta, ahora que es vampiro puede sentir el vínculo correctamente.
-Lamento decirte, que de ese tipo en este momento no hay a la venta, pero puedo traer algo parecido. - señaló.
Intentaba probarme, tendrá quinientos años, pero yo le doblo la edad y la experiencia; las luces bajaron, y personas salieron detrás del escenario, parecían zombies, eso me molestaba, yo soy del tipo que valora la vida humana, tanto como la mía, tal vez un peldaño más abajo, pero aún así significan para mí, lo suficiente para respetarlas.
-¿Cómo es que te llamas, linda? - le volví a hablar, dejando de mirar a los zombies enfrente de mí, y dirigiendo mi mirada a ella.
-Katherine.
-Un lindo nombre, para una castaña tan bonita. - respondí guiñandole el ojo, ella sonrió burlona, podía sentir su nerviosismo y eso me alegraba el alma.
-Bien, Alex, ¿por qué no escojes uno? -señaló a sus zombies, esperando desviar la atención, de mi coqueteo.
-No me gusta. - hablé. - Si esta es tu forma de cazar, tendré que enseñarte a hacerlo mejor.
Nadie se movió de sus lugares, y aún así sentí como todos querían abalanzarse sobre mí por mi negativa y por la forma en la que le hablé.
-Dime, Kathe ¿te gustaría que te enseñe a cazar? - pregunté poniendo mi cabeza sobre mi mano, soriendo de lado, pareciendo ligeramente adorable.
Le gustaba retarme, pero a mí me gustaba más, ella sonrió divertida por mi atrevimiento y mi poco miedo.
-Tal vez, eres agradable podrías venir alguna otra noche y enseñarme como lo haces, lastimosamente por ahora, tengo que retirarme, ya sabes, negocios. - me guiñó el ojo, para después darsela vuelta despedirse y desearles una feliz cena a todos.
Algo dentro de mí se revolvió, haciendome molestar, quebré la mesa de la fuerza que ejercí, llamando la atención de todos que parecían ligeramente asombrados.
-Ya se molesto, otra vez. - murmuró Randy, quién seguía en el escenario sentado en el piano.
-Al menos pudimos tocar un poco. - se rió Joseph, sentándose a su lado.
Sus comentarios solo me hicieron enojar más, les tiré la silla que apenas y si esquivaron.
-Quiero que los maten a todos. - ordene mientras me acercaba a los chicos molestos de antes.
-Buen provecho.
Los mate sin mucho esfuerzo, si ellos no hubiera estado tanto tiempo molestando, yo habría podido estar más tiempo con Kathe, los meseros, vampiros intentaron atacarme, pero velozmente les saque el corazón, dejándolos insertes. Me molestaba el no poder hacer lo que quiero, y que todo salga como yo quiero.
El lugar era un desastre, Randy, Joseph y yo estábamos cubiertos de sangre y no quedaba nadie vivo, me sentía más relajada, suspiré, llendo a la barra y tomando el primer trago que encontré.
-Hay que quemar el lugar. - señalé, viendo el rastro de cadáveres y los muebles destrozados, ellos asintieron y regaron todo el licor por encima de todo el lugar.
Apenas estaba amaneciendo lo que nos daba tiempo de huir sin ser vistos, rápidamente salimos del lugar y Randy incendio el lugar.
Explicación: cuando me diriga a los humanos con los que se usa la compulsión, los llamaré zombies, porque para mí es lo que parecen xd
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Always and Forever
FanficAl principio, solo éramos nosotros siete, siendo familia, por y para siempre, había sido nuestro lema, pero, todo cambió cuando mi gemelo, corrió hacia nosotros con el cuerpo inerte de nuestro hermano pequeño en brazos. No lo quería creer. Aún recu...