Lo primero que vio Rub al despertarse, es que solo traía la camiseta de Sam y tenía la sábana hasta la cintura, los recuerdos azotaron su mente de golpe –¿Lo hicimos?– preguntó en voz alta inconscientemente mientras miraba por debajo de las sabanas –No Chiqui– respondió el mayor, el menor se sobresaltó porque no sabía que estaba ahí –De eso quería hablar, pero aún es algo temprano, ¿Te quieres duchar mientras preparo desayuno?– Rubén asintió y se fue al baño, mientras Samuel preparaba un jugo de frutas para ambos, junto a huevos revueltos para el desayuno, no tardó mucho en salir del baño, no llevaba ropa interior, solo la camiseta de Samuel, ya que no había llevado ropa para cambiarse, fue a su habitación y extrañó un poco a Brayan al tomar uno de los juguetes que estaba sobre su cama, se vistió rápido y salió para encontrar al moreno poniendo la mesa, lo ayudó con los platos para luego sentarse –Y bueno, ¿Como te sientes?– le preguntó al menor dando su primer sorbo al jugo –Bien, bien, algo nervioso la verdad– Samuel sonrió y juntó sus piernas con las del castaño –Bueno, creo que hay muchas cosas por hablar– fue un desayuno largo, en el que aclararon muchas cosas y dejaron en duda otras cuantas, eran adolescentes hormonales, pero no estaban listos para compartir una vida sexual como se suponía que dos chicos que tuvieran relaciones entre ellos, acordaron que lo mejor era dejarse llevar y que no era necesario que hubiera alguien que mande, como los roles de chico y chica, en comparación de Samuel, Rub no había tenido su primera vez, y tampoco lo había pensado mucho, era joven, ya tendría tiempo para eso, y nunca fue su prioridad; otro punto que tocaron fue que si le dirían a sus amigos, decidieron que por el momento no era necesario, siempre habían hecho algún que otro chiste no amigable con los homosexuales, así que no sabían cómo lo tomarían, tampoco estaban acordando que ellos fueran gays, solo que se gustaban y eran pareja, Rub decidió contarle sobre Irina, que ella lo sabía por lo que había pasado el día que tuvieron los últimos exámenes, ella los apoyaba, y Samuel estuvo de acuerdo y justo en ese momento recibió un mensaje de Iri, más bien un vídeo el cual abrió y se escuchaba con la música de fondo pero se enfocaba en el momento que Rubén tomó las mejillas de Sam y lo besó, verlo en video hizo que se pusiera rojo y soltó el teléfono sobre la mesa, Samuel de curioso lo vio y se sonrió un poco, había logrado ponerlo nervioso, se levantó de la mesa y llevó los trastes al fregadero para al rato lavarlos, Rubén se levantó también y rodeó con sus brazos desde atrás al mayor y apoyó su cabeza sobre él, habían tenido tan buena confianza y comunicación, que hablar de temas que otros considerarían tabú, fue más sencillo de lo que se esperaban, se mantuvieron juntos un par de segundos, antes de que el moreno se girara para darle un pequeño beso –¿Se lo diremos a tus padres?– preguntó el castaño en un susurro –Creo que aún no– contestó, aunque sabía que ellos estarían de acuerdo, prefería que Rubén no sienta ninguna presión externa a comportarse de alguna manera diferente al ser etiquetados de otra manera frente a sus padres, quería que vieran como era ese Rubén que conocía y quería mucho, espontáneo, divertido, extrovertido y tontísimo, pero así era y era perfecto.
Ya había pasado un buen rato, y Rubén se moría de ganas por volver a ver a Brayan y decidieron ir a casa de los padres de Sam para recogerlo, los recibieron el personal de servicio quienes habían visto crecer al pelinegro y lo felicitaron por su graduación, entraron y pasaron a la sala de estar donde se encontraba Brayan y el señor de Luque hablándole sobre lo que podría hacer cuando creciera, traía nueva ropa y tenía una sonaja en su mano que no era suya, una vez llegó su madre les platicaron sobre la adopción o más bien la inscripción del pequeño como propio, sus padres le iban a ayudar, tenían algunos contactos que podían hacerlo sin muchas preguntas y podrían sacarle un DNI con el apellido de ambos figurando como padres, después de un rato se retiraron para seguir con su día, los señores de Luque sonrieron cuando se retiraron –Miralos, ya están juntos– comentó la pelinegra –Creí que me estaba imaginando cosas, pero se ve como si tuvieran más confianza– sonrió su esposo –Imbécil– golpeó su cabeza –¿No viste el chupete que tiene tu hijo en la parte de atrás de su cuello?– él negó suavemente –No, probablemente ni ellos se han dado cuenta– acotó el señor –Que monos se ven juntos–.
Hola de nuevo :D
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Psdt: Quería subir más de golpe, pero el que sigue está estancado porque sé que pasa pero no como describirlo.
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Ojos Avellana - Rubegetta
RomanceRubén estudiaba y trabajaba para vivir el día; cierto día regresaba del café donde trabajaba con su amigo y escuchó un llanto que provenía de un callejón, notaron que habían abandonado en una caja a un recién nacido. Lo protegería con su vida. #Ru...