2. Cadenas.

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(Autor: @telamii_ en Tweeter).

POV ____.

Tenía los ojos irritados debido a la plorera que tuve anoche cuando el bardo decidió irse a dormir al sofá. Su presencia me abrumaba, pero no tenía la autoridad para decirle que me deje en paz. En este punto de mi vida, no me importa nada ni nadie.

Cuando salí de mi habitación, el olor a dulces invadió mis fosas nasales, abriendome el apetito de forma automática. Hacía tanto que no comía bien... Y no porque no quiera, los comerciantes no me venden nada, solo hay casos excepcionales que quieren ser empaticos conmigo, aunque no acabo recibiendo mucho de ellos ya que al final alguien siempre les dice que no me vendan nada.

-Buenos días.-La sonrisa de Venti deslumbraba mientras una cantidad de bollería de todo tipo descansaba en mi pequeña mesa.-He ido a comprar el desayuno. Seguro que hace tiempo que no comes algo rico. Ven.-Palmeó el lado del sofá vacío y yo le hice caso, incapaz de retener mi hambre.

El de trenzas solo sonreía mientras me observaba devorar parte de la comida en silencio. Casi se me salen las lágrimas por el dulce sabor que ahora se depositaba en mi lengua. Por poco olvido el sabor de esto.

-Gracias.-Venti solo negó con la cabeza suavemente.

-No te preocupes. Todos se merecen comer algo dulce de vez en cuando.-Me levanté del duro sofá con la intención de volver a mi habitación, pero el bardo me interrumpió sujetandome el brazo.-Vamos a salir. Demos un paseo por la Nación.-Lo miré insegura, pero no me dejó contestar. Me llevó del brazo hasta fuera de la casa y comenzó a usar corrientes de viento para saltar por los tejados y así evitar una confrontación directa con algún ciudadano.

Acabamos descendiendo en las afueras de la ciudad y el de ropajes verdes comenzó a caminar por el sendero marcado hacia el oeste.

-Mhm. Ayer dijiste que odiabas al Arconte Anemo. ¿Por qué?-Después de algunos minutos caminando en silencio, el bardo se giró para verme. Yo no me tomé la molestia de pararme para corresponderle la mirada y continué andando por el camino marcado.

-Me han pasado muchas cosas a lo largo de mi vida, y, si es cierto que Bárbatos escucha tus plegarias, debería haber escuchado las mías, y aún así las ha ignorado completamente, dejando que me pudra en su ciudad aún sabiendo que no lo merezco.-Suspiré calmando mis sentimientos. La rabia que sentía hacia el arconte podía detonar una bomba de sentimientos, y no quería desplegarme delante del bardo.-Si tengo que usar aquello que Bárbatos me ha dado como signo de bendición, preferiría que me hubiese escuchado cuando le pedía ayuda. No necesito esa visión inútil, sobretodo si viene de parte de él.- Al ver que no recibía contestación ninguna me giré en su dirección y me fijé en que me observaba con un brillo indescifrable en su mirada. Se veía... ¿Afligido?

Al notar que le estaba observando, retomó su postura de siempre y se colocó a mi lado, continuando el camino sin decir ni una palabra.

No me atreví a volver a hablar hasta que llegamos al lugar deseado. El trenzado se veía más serio de lo normal, aunque intentaba disimularlo con una sonrisa poco estable, que se desvanecía en cuanto dejaba de mirarme.

¿He dicho algo malo? ¿Le he ofendido? Lo primero que me vino a la mente era que Venti era uno de esos creyentes fulminantes de Bárbatos, y que no le habrá gustado mi comentario sobre él.

-¿Has visitado este lugar alguna vez? Tiene una historia muy profunda, algún día te la cantaré.-Unas ruinas gigantes se alzaban ante nosotros. Lo que parecía una torre gigante estaba rodeada por corrientes de viento, que llegaban hasta nosotros como si de una leve brisa se tratasen.-Se llama la Guarida de Stormterror. Me gusta venir aquí de vez en cuando, es relajante y, en lo alto de la torre, se puede disfrutar de las vistas de la nación. Seguro que te gusta, acompáñame.-Me tomó del brazo con delicadeza mi me llevó a lo largo del camino de piedra que conducía directamente a la torre. Subimos todos los pisos hasta llegar a la cima.

SÍGUEME {Venti x Reader} Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora