SÍGUEME {Venti x Reader} Completa

22. Presentimiento.

-¡Tú, el de verde!-Grité en mitad de la plaza principal de la ciudad, al toparme con la verde capa de mi pareja corretear por la ciudad.

No había sabido nada de él desde el día anterior, en el que se fue a proteger la ciudad de Dvalin. Desde entonces, no he podido evitar preocuparme un poco por él. No es común que no avise de sus partidas.

Sin embargo, mientras iba a El Buen Cazador para pedirle a Sara algún alimento ligero antes de mi expedición, noté su presencia entre las callejuelas de Monsdadt, por lo que me dispuse a perseguirlo.

Cuando ya estaba casi exhausta, y comenzaba a darme cuenta de que su velocidad no se comparaba con la mía, sentí el agarre que alguien ejercía sobre mi manga para esconderme en un callejón, tapandome la boca antes de que me diese tiempo de gritar.

-Buenos días, cariño.-Los verdosos ojos de Venti me sonrieron mientras seguía manteniendo su mano en mis labios.-No quería asustarte... Es que estoy metido en algo un poco complicado.-Aparté su agarre de mi cara para poder hablar.

-¿Dónde leches te habías metido? No te veo desde ayer.

-Solo le daba la bienvenido a nuestro visitante.-Fue ahí cuando recordé sus palabras.

Tenía razón. Un viajero ha llegado y nos ha salvado del dragón, por lo que seguramente también encuentre la solución a este problema al que los caballeros no podemos enfrentarnos.

-¿Es el chico del que hablabas?

-Más o menos.-Sonrió.-Pero bueno, no es algo de mucho importancia.-Se acercó para darme un pequeño beso.-¿Hacia dónde te diriges, ____? Te he visto con el mapa, y llevas la mochila de exploración. Sabes que no es buen momento para salir de la ciudad.

-Le pregunté a Jean si podía ayudar en algo, y me propuso hacer algunas expediciones para controlar los ataques de hilichurls que se acercan cada vez más a la ciudad.-Ahora yo le di el beso a él.-Nada de que preocuparse.

-Confío en que lo harás bien. Si necesitas ayuda, sólo llámame. Estaré escuchándote.-Me revolvió el pelo y se separó.-Voy a seguir con este asunto. Necesito hacer algunas cositas para salvar la ciudad. Avisame cuando vuelvas, que yo cuando termine iré a buscarte.-Me dio un último beso, este más lento y pasional, y desapareció junto a la corriente de viento que acostumbra a dejar tras su paso.

Yo suspiré mientras me arreglaba el pelo y salía del callejón.

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Horas después me encontraba exhausta, sentada sobre el tronco de un árbol caído, mientras descansaba para beber agua.

El sol comenzaba a bajar por en horizonte, marcando que no quedaba mucho para que anocheciera.

Suspiré, mirando el mapa que guiaba mi expedición. Por suerte, ya había limpiado casi todos los campamentos. Sólo me faltaban los pocos que se encontraban hacia el este de Monsdadt.

-Venti... ¿Has terminado ya? Me vendría bien que me echaras una mano.-Susurré al vacío, sabiendo que el viento se encargaría de hacerle llegar el mensaje al arconte.

Me acerqué a un pequeño lago para lavarme el barro y algunos rasguños que me había hecho en batalla, y me dispuse a continuar el camino, con ganas de acabar todo el trabajo.

Saqué mi lanza de su funda en cuanto el campamento enemigo se hizo presente. Comencé la batalla y no tardé mucho en conseguir eliminar a la mayoría de hilichurls.

Mi sorpresa fue clara cuando, en el momento en el que pensaba que todo había acabado, dos magos del abismo se cruzaron en mi camino. No acostumbraban a aparecer tan cerca de la ciudad, y tampoco aparecen en grupos, por lo que no pude evitar tensarme. Sus ataques combinados comenzaron a aturdirme, dejándome sin ningún espacio en el que atacarles.