Capitulo 30

201 10 0
                                    

Expuesta

Aria

El teléfono suena y suena hasta que responde.

–¡Aria! –la voz de Sayuri me da una recarga que necesitaba desde hace dias.

–Espero que sigas cuidando mi obsequio– digo alistando mi maleta con tiempo.

–¿Vendrás aquí?

–Si, te veré en unos días.

–¿Puedes quedarte aquí?– preguntó dejándome en el aire.–Te comunicare con papá.

Se produce un silencio en la línea por unos segundos.

–Leona.

–Nakamura.

–Señorita disculpe a mi hija ella aun no entiende mucho de como comportarse con usted hablare con ella.

–No se preocupe como le dije ella una de las pocas amigas que tengo, estaría encantada de quedarme en su casa si a usted o su esposa no les molesta.

–Es un honor que se quede con nosotros.

–Supongo que lo veré en unos días – termino la llamada.

Cierro la maleta y salgo de mi habitación, me encuentro con Eric en el pasillo las miradas se entrelazan sin embargo sigo mi camino a la armería donde está Stefan.

–Hermanito, necesito de todo un poco.– saludo y asiente con una sonrisa.

Dedica una sonrisa la cual devuelvo antes de que se pierda por los pasillos, se lo que piensa la yakuza de contratar extranjeros para sus trabajos por eso cada que me llaman los hago tan bien que callo bocas y me llevo comisiones por debajo de la mesa.

Stefan vuelve con todo lo que pedí, mis cuchillos en perfectas condiciones, armas de corto y largo alcance perfectas como siempre.

–Di que soy el hombre– pide.

–Si lo eres. Tarado– dice Harper detrás de mí – No te he visto mucho.

–Con lo de los griegos, solo nos vemos en los entrenamientos. –Respondo riéndome.

–¿Te vas?- pregunta y asiento. –¿Comes con nosotros hoy?

–Si solo necesito ya sabes tener todo listo pues viajaré pasado mañana– Anuncio.

Me ayuda subiendo el maletín, entramos nuevamente a mi habitación toma asiento en la cama dejándolo en el suelo donde lo abro para sacar todo y meterlo en los estuches que tengo.

–Porque no volvemos a ir a purgatorio cuando vuelvas.– propone. –Así nos presentas a Camille.

–Te recuerdo que estamos bajo el regimen de un nazi que nos tiene sometidos bajo el yugo de rectitud por esta operación.– Recalco metiendo los cuchillos en su estuche luego de revisar que están completos.

–Joder lo se. Quizás después podamos irnos de fiesta.

–Esa si te la acepto y lo mejor es que no tendremos que venir aquí tan seguido- Comento.

Para mis adentros estoy muy agradecida por ello porque no me apetece verle la cara, termino de acomodar y bajamos al comedor.

–Lamentamos la tardanza.– Se excusa conforme tomamos asiento.

–Es de mala educación llegar tarde a la cena.

–Miren quien habló el grosero mayor.– Respondo mirándolo a la cara.

Rania ríe por lo bajo y los demás reprimen la carcajada comemos en silencio.

–¿Qué paso Ethan? ¿Te da miedo que le clavemos un cuchillo a Briana y por eso comemos tacos?– Zeth hace la pregunta desde el otro lado de la mesa.

InquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora