Capitulo 45

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Cambios 

Sicilia, Italia


Eric.

Porque gire...

El tócala y olvídate que tienes manos te salió caro, ahora estás en Italia o eso es lo que se en medio de la inconsciencia y la razón, su voz viene a mi mente como un meteorito que me cala en el pecho. Esa maldita. Tanto la traidora que me disparó, como el karma de ojos grises en esos momentos que me hizo girarme solo para protegerla yo no protejo a nadie que no sea yo, porque carajo no me tire al piso como la gente normal porque gire.

Me niego a aceptar lo que ninguna ha logrado hacer, reniego de la fibra que ella ha tocado. De la bestia insaciable que ella ha despertado y que solo ella puede calmar.

-Los fénix hicieron un excelente trabajo en sacar la bala, prácticamente nos dejaron la recuperación.- Escucho hablar a Caspian Alighieri el médico del centro Nostra.

–Qué hay de la fénix – pregunta su hermano Piero.

–Sobrevivirá, perdió sangre y el tratamiento es agresivo. Siendo franco no le vi muchas probabilidades cuando llegó.

No puedo hablar por mucho que quiera, no puedo moverme por mucho que lo intente pero, mi conciencia sigue activa, los sedantes son fuertes, mi cuerpo lo siente y mis músculos se sienten relajados.

Esta bala solo fue la cadena que terminó de unirme a ella, que es un huracán que arrasa hasta con el día más soleado, que no tiene dueño ni lo tendrá nunca por el contrario ella con un solo pestañeo somete a todo el que se le atraviese.

-Ya los equipos de búsqueda están rastreando a la chica Walsh, es lo mínimo que podemos hacer los Alighieri le rendimos lealtad a las Blake.- comunica Piero captando mi atención pero por mas que intento abrir los ojos no lo consigo... mierda.

-Y como no les vamos a rendir lealtad...

La inconsciencia me atropella nuevamente a la oscuridad sin más remedio que la resignación.



Aria.

Me giro buscando algo en el otro lado de la cama y se perfectamente quien es, poco a poco abro los ojos comprobando que está vacío me siento sin ánimos en la cama, Fenrir sigue durmiendo panza arriba causando ternura tanta que tomo el móvil y capturó el momento. No se que me impulsa a hacerlo pero abro la aplicación de mensajes y le envio la foto al dueño.

Está conmigo, no se cuando volverás y no tenía corazón para dejarlo encerrado en tu departamento.

Pulso enviar y dejo nuevamente el teléfono al lado de las fotografías procuro no mirarlas para no martirizarme mas, hay una tortura que planear y puedo apostar que mis hermanos querrán hacer eso lo mas rápido posible. Pongo los pies fuera de la cama y me levanto estirándome camino hacia la puerta cuando la abro, el sonido de la cafetera me hace sonreír, llegó a la cocina y paró en seco cuando veo a Samael desayunando.

-Tu deberías de vivir conmigo- señaló a Camille que suelta a reír- y tú ¿Qué haces aquí tan temprano?.- preguntó pasando a su lado hacia donde están las tazas de café.

-Pues vine a ver como estas.- responde mientras me sirvo provocando que casi me quemé la mano con lo que acaba de decir.

Rápidamente veo como desayuna y mira a Camille. Doy un sorbo de café mientras tomo de todo un poco de lo que hizo de desayuno me siento y me llevo el primer bocado de huevos rancheros que son la gloria.

InquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora