Inquebrantable

Capitulo 52

Algo Familiar

Eric

Por mucho que me joda mentiroso no soy. Me exaspera, es cierto pero, es mía. Es la única que me hace llamar a Steven y pedirle el jodido jet solo porque tiene una pista. Aterrizamos hace poco luego de ocho horas sumamente productivas, verla celosa y marcando territorio si que me prende los arañazos en la espalda aun me arden a causa de las embestidas.

Vamos en el auto rumbo a una de las sedes del Season. Salvo que este está abierto a un público mucho más exclusivo siempre y cuando pueda pagar el precio, ha sido bastante lucrativo a pesar de sus altas y bajas. Las uñas tamborilean en el apoyabrazos del lado izquierdo y puedo ver como mueve el pie deduciendo que está nerviosa.

-Joder cálmate.- hablo sin dejar de mirar a la ventana.

El perro está en medio de ambos y lo que me exaspera es que le de toda la atención a ella, solamente la ha visto unas tres veces a mi desde siempre. Aria me mira y siento que algo en mi pecho no está bien, algo que se expande explotando provocando que suelte un suspiro. Aun conservo algo de ropa aquí sin embargo ella...

-Pare en el centro comercial.- indico al chofer y este da un asentimiento de cabeza sutil

-Gracias - susurra dedicándome una sonrisa.

Es una sonrisa que no se la he visto con nadie mas, una sonrisa que es solo mía, exclusiva y si no fuese por el perro juro que estaría sentada en mi regazo, el pecho se me ensancha ante su gesto parezco idiota.

-Hemos llegado.- anunció el chofer.

-Fenrir, pórtate bien no demoramos.- se despide bajando por su lado de la camioneta.

Camino junto con ella por el lugar, mira todo como pues los centros comerciales en Londres son buenos pero este es uno de los mejores que hay en este lado de Estados Unidos.

Damos una par de vueltas y terminamos entrando a Ralph Lauren, donde toma un abrigo negro conforme paga me quedo viendo algunas cosas hasta que me toca el hombro y salimos de la tienda.

-Necesito unos jeans, camisetas y bragas.- anuncia mientras caminamos.

Asiento sin decir nada, el móvil vibra en mi bolsillo rápidamente lo saco sin dejar de caminar y leo el mensaje de texto que Belia me ha enviado.

No, ha salido de Londres. Las cámaras de tránsito arrojan que se esconde en el área de Nothing Hill en una casa modesta.

-Todo en orden?- Aria me mira cuando me toca el brazo y guardo mi teléfono.

Como no estarlo he follado hasta sentirme razonablemente satisfecho ya que con ella nunca me canso de hacerla mía, Belia me dio la ubicación de Briana y solo tengo que aterrizar para encargarme personalmente de ella. Un día le dije que si volvía a ponerle un dedo encima que se olvidara que tiene manos y la bestia que tengo dentro pide sangre a gritos en forma de pago.

Seguimos caminando y puedo ver que ella se lleva miradas de uno que otro hombre que pasa por nuestro camino provocando que sienta una emoción a la que soy ajeno... celos. Coloco mi brazo en sus hombros marcando territorio.

-¿Por qué la gente nos quita la mirada cuando caminamos?.- pregunta aun observando todas las tiendas.

-Ni idea. Ven aquí está la tienda de bragas.

Se para en seco en medio de la entrada y me mira arqueando las cejas.

-Ahora que.

-Compraré si no las rompes.- aclara.