Negación

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Al otro día cuando me levanté, mis hermanos ya se había ido a sus escuelas o a sus trabajos, quedamos mi madre y yo. Me senté en la mesa y ella me puso el desayuno.

- come mi amor...te va a hacer bien- dijo acariciando mi espalda.

- gracias mamá...- dije y ella me miró con lastima.

- Incluso tu hermano piensa que ella hizo lo correcto...y que ella tenía al fin y al cabo buenas intenciones contigo..- dijo

- ella me abandonó...¿donde están las buenas intenciones?- pregunté

- ella no te abandonó...solo se dieron un tiempo para sanar...- susurró

- si es para sanar, ¿entonces porque duele tanto?- pregunté y las lágrimas volvieron a salir, ya ni sabía cómo todavía tenía lágrimas.

- ella depende tanto de ti, como tú de ella...eso se volvería algo tóxico para las dos...y rompería lo que ya tienen- dijo- esto te ayudará en el futuro, nunca pienses que porque una persona te dejó significa que te abandonó y que ya no le importas...al contrario, si esa persona al dejarte pensó en tú bien, ella te amo, porque se hizo daño a ella misma solo para verte sonreír nuevamente- Mama besó mi cabello y yo limpié mis lágrimas- yo entiendo lo que tú estás pasando y también entiendo su dolor, ella solo necesita tiempo para ella, porque si ella no está bien, o tú no estás bien, la relación no funcionaría amor...-

- pero nosotras podemos solucionar eso juntas...- susurré

- hay batallas que debemos enfrentar solos mi amor - susurró

Quizás mi madre tenía razón, quizás fui demasiado dura con Eli. La lastimé y lo sé porque la miré a los ojos cuando decía cada una de mis palabras.

- no quiero que pierdas tiempo en la escuela, ahorraste años para eso, así que tómate esta semana de descanso y la que viene entras- dijo mi madre limpiando la cocina.

- pero mamá....

- no hay excusa...- dijo y ahí sabía que me tenía que callar.

Terminé de comer y luego me fui a mi cuarto nuevamente, tomé mi celular y dudaba en si llamarla. Solo me quería disculpar con ella.

Tomé mi teléfono y toqué su contacto, estaba súper nerviosa cuando el teléfono comenzó a sonar y de repente sentí unas ganas inmensas de escuchar su voz.

- María?- oh que raro suena eso.

- oh hola....- me quedé en blanco y sentí el calor en mis mejillas.

- ¿cómo estás?- preguntó y se notaba la incomodidad entre las dos.

- bien...¿y tú?- pregunté

- oh bien...gracias - dijo

- solo me quería disculpar...por lo ocurrido...por haberte dicho cosas horribles y ya entiendo...mejor las cosas- dije tratando de aguantar mis repentinas ganas de llorar.

- discúlpame tú a mi...- dijo- tengo que volver a trabajar, nos hablamos después?- preguntó

- oh si si...claro- susurré

- bueno...-

- Lizzie?- la llamé

- si cielo?- que hermoso se escuchaba eso.

- yo también te amo...- susurré, escuché un sollozo del otro lado de la línea y sabía que ella también había estado aguantando sus ganas de llorar.

Colgué la llamada y cubrí mi rostro con mis manos llorando nuevamente. ¿Hasta cuando tenía que soportar este dolor?

Después de un rato que pude controlar mi llanto, puse la tele para tratar de entretenerme un poco. Mi pecho aún ardía y solo esperaba que la semana que viene, cuando regresara, todo volvería a ser como antes.

Profesora Olsen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora