Profesora Olsen

Alcohol

Salí de la escuela junto con Nicole y ella me sacó a un bar, dijo que salir de fiesta me ayudaría bastante. Fui hacia una mesa a esperar a Nicole quien traía unos shots.

- bien amiga...ahora si...a divertirse- dijo poniendo la bandeja sobre la mesa.

Cada uno cogió uno y contamos hasta tres para luego tomarlo de una.

- bien no voy a tomar mucho porque debo llevarte a casa, pero tú diviértete-me dijo y mi cerebro tomó eso como una orden, ya que tomé varios sin parar y Nicole se asustó- okey quizás no deba tomar nada por si acaso- susurró y yo reí

- bailamos?!- pregunté gritando ya que la música era bastante alta.

- con gusto muñeca- dijo y nos fuimos a bailar.

Mientras estábamos bailando vi un rostro conocido, cuando vi a Elizabeth.

No lo puedo creer.

Mi cerebro con el alcohol creo que funciona bastante mal así que me acerqué a la oreja de Nicole y mordí el lóbulo de la oreja.

- besame- le ordené

- ¿que?- preguntó sin entender

- besame!!- exclamé y ella movió los hombros como si no le importara.

Me aseguré de que Lizzie y yo tuviéramos contacto visual y en ese momento, besé a Nicole. Cuando la llevábamos bastante tiempo en eso intenté meter mi lengua y Nicole para mi sorpresa abrió un poco la boca para abrirle paso a esta.

- ¿Elizabeth está atrás cierto?- preguntó limpiando las esquinas de sus labios y pasando la lengua por estos.

Asentí riendo por lo que ella rió también, okey definitivamente estaba demasiado borracha.

- ¿donde está?- preguntó

- creo que ya la perdí de vista- respondí

- voy al baño, si?- me avisó

- voy a tomar un poco de aire- le dije y ella asintió

Salí del bar por la parte trasera y tomé un gran respiro. Dios creo que no está en mis planes volver a tomar de esta manera.

- ¿satisfecha?- preguntó Lizzie con un cigarrillo en la mano.

Lo tiró al suelo luego de inhalar por última vez y lo pisoteó.

- ¿que ?- pregunté

- me pusiste celosa...¿era eso lo que tanto querías?- preguntó

- ¿tú ? ¿Celosa?...oh vamos Elizabeth...pero si tú eres una santa- dije utilizando un notable tono sarcástico.

- no utilices ese tono conmigo- me regañó

- uy...la señorita se enojó...- dije riendo

Ok, tomo nota: jamás volver a tomar tanto.

- se que estás molesta aún...¿pero acaso puedes dejar de ser tan egoísta ? En vez de ver el problema desde tu punto de vista, quizás deberías pensar en saber cómo me siento- dijo y ahí me enojé aún más.

- egoísta yo?....acaso tú te haz puesto a pensar en que sentí yo?...acaso sabes que es llorar hasta que no puedas casi respirar, quedándote todo el día con un ardor en el pecho insoportable...- las lágrimas volvieron a salir- y todo...por TU culpa - dije y nos quedamos en silencio.

- ¿ves porque necesitamos tiempo?...no sé si lo haz notado, pero cada vez que estamos juntos es una pelea diferente...ya sean celos o cualquier otra cosa..- dijo y en ese momento me di cuenta de que tenía la razón.

- ¿no me extrañas?- pregunté

-¿enserio lo preguntas?- dijo riendo y luego esa risa se convirtió en un llanto.

Ella como siempre hacia tapó su cara con sus manos para llorar, sabía que le daba vergüenza que la vieran tan vulnerable.

Tomé sus manos y las quité de su rostro a lo que ella se lanzó rápido sobre mí a abrazarme. Y la escuché llorar, gritar, la escuché sollozar para recuperar el aire que le faltaba. Sin darme cuenta yo también estaba soltando lágrimas.

Ella se calmó poco a poco y nos quedamos ahí abrazadas, en un silencio que estaba lejos de ser incómodo.

- lo siento...- susurré

- está bien bebé...lo siento también- dijo acariciando mi espalda.

- ¿puedo por lo menos tener un último beso?- pregunté y ella se separó de mi.

Tomó mi rostro en sus manos y pegó nuestros labios y comenzamos un beso que se profundizó segundos después. Dejé mi boca entré abierta para que ella introdujera su lengua y así fue, haciendo que nuestras lenguas hicieran lo suyo. La tomé de la cintura para acercarla más a mi y mis brazos terminaron bajo su blusa, desabroché su ajustador para tener más acceso a sus senos y comencé a masajearlos. Ella soltó un gemido en medio del beso, pero seguimos con el juego de nuestras lenguas. Los pellizqué haciendo que estos se pusieran duros y seguí toqueteándolos a mi gusto hasta que ella nos separó.

- no...- susurró - sabes dónde va a terminar esto...y no quiero...- dijo y yo asentí

- entiendo...- dije- me debo ir...- dije y ella tomó mi rostro dándome un último beso.

Salí de ahí y le dije a Nicole que me quería ir, ella asintió y me dejó en mi casa, eran como las 12 de la noche por lo que caí rendida en mi cama.