Maratón 4/6
Camino a mi casa, volví a esa soledad que me había acompañado durante todas las vacaciones. Pero a la vez sentía tanta felicidad, porque ella estaba aquí y quizás había venido por mi, había una pequeña posibilidad de que, después de todo, el destino si nos tuviera preparado un futuro juntas.
Sentí un carro pitar a mi lado, al girarme pude ver a Elizabeth.
- ¿te vas a montar o prefieres seguir caminando sola?- preguntó.
Di la vuelta al auto y me monté en el siento del copiloto. Al principio todo fue muy silencioso, y luego me di cuenta de que ella no sabía el camino a mi casa.
- dobla aquí...- dije
Ella siguió recto.
Bueno si estaba siendo raptada, por lo menos fui raptada por Elizabeth Olsen, digo, no me quejo de ser raptada por una diosa griega.
- Elizabeth...
- vaya antes me llamabas amor...- comentó
- ¿porque te diría eso?- pregunté
- porque me amas...- dijo
- y tú me odias- dije
Ella parqueó el auto en una esquina y quitó su cinturón, se subió sobre mi y yo quité el mío.
Me tomó de la mejilla y me dio un beso, pero no desesperado como los que solía darme en el auto.
- ¿enserio piensas que si te odiara hubiera venido a vivir aquí y hubiera hecho lo imposible por estar en tu escuela y darte clases justamente a ti?- preguntó
- enserio eres una psicopata- comenté con una sonrisa.
- quizás...y si te odié...cuando te fuiste en vez de intentarlo de nuevo...pero se me había olvidado que eres una niña malcriada, mimada e inmadura de la que me enamoré- dijo
- ¿esto es un sueño cierto?- pregunté
- nunca recuerdas tus sueños...casi nunca- dijo
- cierto...- susurré
- las dos cometimos errores...
- sobre todo yo...- corregí
- sobre todo tú- repitió- pero para serte sincera no quiero pasar el resto de mi vida sola, sabiendo que te amo y que así como eres te quiero y mucho...- dijo
- juro que nunca te quise hacer daño- la voz se me cortó y no pude evitar llorar.
Mi cabeza se apoyó en su pecho y ella me abrazó.
- lo sé mi amor...y te perdono- dijo besando mi frente.
- no merezco que me perdones...- dije
- quizás hiciste algo mal...pero me hiciste la mujer más feliz del mundo...y cuando yo estaba mal tú hiciste lo imposible por ayudarme...cuando caí en el alcohol no te importó, me aceptaste así e intentaste ayudarme...cuando estaba rota, tú intentaste reparar cada pedazo mío roto...y eso siempre te lo voy a agradecer...- dijo y yo levanté mi cabeza, para mirarla a sus ojos.
Esto no era un sueño.
- vamos a por esa cita perdida, ¿quieres?- preguntó y yo asentí mordiendo mi labio inferior.
Ella se sentó nuevamente en su asiento, las dos pusimos nuestro cinturón de seguridad y ella arrancó el auto.
- ¿a donde vamos?- pregunté
- pensé en ir a un restaurante bien bonito que fui ayer...- dijo
- ¿con quien?- pregunté
- Sola....- respondió
- ¿fuiste a comer sola?- pregunté
- si...tenía hambre pues...- dijo y yo reí
- bueno okey vayamos ahí...- dije y ella sonrió asintiendo.
Ella arrancó el auto y en el camino hablamos mucho. Terminamos acordando estar juntas, pero tratar de dejar todo atrás, dejar todo lo que antes nos hacía daño y concentrarnos en nuestra relación.
Llegamos al lugar y era hermoso y de seguro algo caro.
- ¿ está lindo cierto?- preguntó
- si está hermoso...pero debe ser algo caro Lizzie...- dije
- si es caro, pero se come bien...- comentó
- en un lugar más barato de seguro se come bien igual, mi amor- dije
- mi amor no te preocupes...yo te invito, yo pago- dijo
- no no, no gastes dinero así por así- dije
- si no aceptas, voy a estar triste- dijo
- ohhh eso es jugar sucio...muy sucio Elizabeth- dije
- ¿vas a dejar que tu amorcito esté triste?- preguntó haciendo un puchero.
- te odio...- dije bajándome del auto.
Ella festejó haciendo un pequeño baile.
- se que me amas...- dijo
Nos tomamos de la mano y nos dirigimos al restaurante. Un mesero nos dirigió a una mesa apartada de las demás, como lo pidió Lizzie y luego empezamos a ver que había en el menú.
- ¿qué vas a pedir?- preguntó
- no tengo la menor idea...- admití- te pediría a ti, pero por el momento no puedo...- dije Y vi su sonrisa de lado.
- oh cielo...yo soy el postre, solo debes esperar...- dijo
Señor Jesús, ayúdame antes de que esta mujer me mate.
- pediré lo que tu pidas...no se elegir...- dije dejando el menú en la mesa.
Ella asintió y llamó al camarero, pidió lo que sea que haya pedido, tenía un nombre raro, así que solo asentí a lo que ella pidió.
- no entendiste nada cierto ?- preguntó
- absolutamente nada...pero que más da...- dije
Luego de comer y que ella pagara la cuenta mientras que yo iba al baño porque le rehusé a que ella pagara todo y aprovechó ese momento para hacerlo, fuimos al auto y íbamos en dirección a mi casa.
Todavía estaba esperando mi postre.
- bien hemos llegado...- dijo
- mi amor...- dije y ella me miró divertida- ¿y mi postre?- pregunté
- bueno cariño...debo volver a casa, no creo que...
- quédate aquí...- sugerí
- mañana debo ir a trabajar- dijo
Hice un puchero.
- mañana te voy a recompensar...te lo prometo- dijo
- bien- dije contenta
Quité mi cinturón, le di un beso en sus labios y salí del auto. Me despedí por última vez de ella y entré a casa.
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Profesora Olsen
FanfictionMaría entra a su primer año de universidad y descubre un lado de ella que nunca había visto, gracias a su profesora de ética.