Disculpas

2K 161 16
                                    

Miré hacia el mensaje que era simple pero acogedor.

~hola María, y dime ¿cómo estás pasando el día?~ chica misteriosa

~ nada fuera de lo normal, universidad y listo ~ Mari

~ oh bueno, ¿no tienes mascotas?~ chica desconocida

~ no, nunca había pensado en tener una~ Mari

~ ¿tú tienes?~ Mari

~ si tengo una perrita, Leyla ~ chica desconocida

~ oh que tierno, yo prefiero los gatos pero los perros me agradan~ Mari

~ ¿lees?~ chica desconocida

~ de vez en cuando~ Mari

~ me gusta mucho el romance~ Mari

~ yo leo más libros de suspenso o terror, me encantan, el principe de la niebla es mi favorito ~ chica misteriosa

~ mi libro favorito es Inés del alma mía, es un libro viejo pero cuenta una historia hermosa ~ Mari

~ oh si lo he leído, es muy cierto, es hermoso~ chica misteriosa

~ bueno te tengo que dejar, hablamos más tarde ~ chica misteriosa

~ bye ~ Mari

Cerré mi teléfono y seguí con el trabajo que ni si quiera había comenzado. Después de media hora para la sorpresa del profesor quien estaba viéndome todo el tiempo que estuve enganchada al teléfono, terminé. Le entregué mi trabajo y en ese instante la campana sonó indicando que la clase había terminado. Salí de clase junto con los otros alumnos y me fui a mi siguiente clase ética.

No tenía ganas de entrar a esa clase, no después de lo que había ocurrido en el último curso, pero eso no me podía privarme de algo que tanto me gustaba. Entré a clase y me senté atrás, lo más atrás posible. Si haría el esfuerzo de asistir a la clase, quería pasar lo más desapercibida posible. La maestra como de costumbre llegó tarde y se sentó en su escritorio. Todos quedamos en silencio esperando a que ella comenzara con la clase, pero en lugar de eso, ella se quedó en un silencio absoluto paseando su mirada por toda la clase. Cuando su mirada dio conmigo, se quedó ahí, viendo cada detalle de mi.

No digo que no, me sentía acosada , pero por otra parte me sonrojé por lo que me provocaba aquella mirada. No comprendía este sentimiento y quizás no me conocía tanto como yo lo pensaba. ¿Pero porque todo ahora cambiaba solo por una profesora?

Trataba de recordar una y otra vez lo que había pasado antes, trataba de buscar el enojo que tenía por ella, pero se había esfumado, solo por su mirada.

- hablemos de la tolerancia y de la intolerancia - propuso la profesora- primero que todo, ¿que es la intolerancia y que es la tolerancia?- preguntó a toda la clase

Un chico, Alex, levantó la mano y la profesora le dio la señal para hablar.

- la intolerancia es como el odio que se le tendría a un grupo de personas y'a sea por su sexo, su gusto, si raza, o de dónde viene, sería como el racismo, el sexismo, la homofobia...

- ¿porque la gente es homofóbica?- preguntó la profesora interrumpiendo a Alex.

- porque se les inculcó eso desde niños, los niños no tienen prejuicios, los padres sí y eso es lo que les enseñan- respondí

- ¿y porque hay personas que los padres no lo son pero en cambio los hijos si?- preguntó

- la sociedad en la que viven, los niños pasan más tiempo en las escuelas con los maestros que con los padres y un maestro homofóbico puede mostrarle a los niños que ser gay es malo y los niños en su inocencia creerle por ser el adulto y el que supuestamente lo sabe todo y tiene la razón - respondí nuevamente

- bien ya que usted señorita sabe todo, venga a dar la clase - propuso ella

- señorita a mi no me pagan, a usted si, haga su trabajo y no lo sé todo, solo tengo sentido común - respondí y se sintió el típico "uuuu" en clase, un poco más y se convierten en vacas.

La maestra se quedó en silencio y luego continuó con su clase, dejó el debate de un lado y comenzó con algo más de teoría. Yo tomaba apunte y seguía con mi fingida molestia, solo para cubrir mi notoria atracción por esa maldita profesora.

La clase acabó y todos comenzaron a recoger sus cosas para irse, todos salieron y yo iba a salir pero alguien me agarró de la mano, mi mirada fue hacia la profesora y ella me soltó en ese instante.

- quédate un momento por favor - dijo seria y se sentó nuevamente en su escritorio.

Cerré la puerta y me senté en una silla delante de ella.

- ¿y bien?...¿de que me va a hablar?- pregunté

- quiero disculparme por la clase pasada, se que fui muy dura con usted y se que tuve que tomar consciencia de...lo que ocurrió, le soy sincera no estaba de buen humor esa mañana y se que no es excusa para haberla tratado así, pero por esa razón le estoy ofreciendo mis disculpas - dentro de mi, tenía una inmensa alegría y me enternecía ver cómo trataba de pedir disculpas.

- no importa, ¿ya me puedo retirar?- pregunté

- le he puesto diez en su trabajo sobre el amor, debo decir que tiene muy bonita concepción del amor y lo narra haciendo que quede claro con lo que quiere decir- quería sonreír, pero en lugar de seguir mi corazón, seguí mi cabeza rencorosa.

- Gracias, ahora si me voy tengo otras clases a parte de la de usted- dije

- bien...adiós - dijo algo entristecida y con la misma me fui del salón y fui rumbo a mi nuevo local de clase.

Profesora Olsen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora