Maratón 5/6
Me acosté a dormir, estaba cansada y a la vez estaba muy contenta y emocionada. Daba vueltas en la cama sin poder dormir, si tenía sueño, pero no paraba de pensar en Lizzie.
Tomé mi teléfono y la llamé, escuché su voz ronca desde el otro lado de la línea.
- dime amor...- dijo
- cariño te extraño mucho...- dije
- María son las dos de la mañana, váyase a dormir- dijo
Dormilona...
- pero yo quiero dormir contigo...- dije
- si yo también, pero ahora no se puede váyase a dormir...- dijo
- ¿vas a dejar a tu amorcito dormir sola y triste?- pregunté
No me juzguen, ella también me manipuló de la misma manera.
- ahhhh te odio...- dijo
- yo se que me amas...- dije
- te voy a recoger en cinco, así que estate lista..- dijo
- Gracias, te amo - colgué la llamada y tomé una mochila, metí algunas de mis cosas y me fui a la puerta.
Vi llegar su auto, así que salí de la casa, cerrando la puerta y me subí al auto. Besé su mejilla y ella sonrió, pero se le veía la cara de sueño. Llegamos a su casa y entramos, dejé mi mochila de lado y nos fuimos a su cuarto. Ella se acostó en su cama y la pobre estaba agotada, me acosté a su lado y me acurruqué en ella, escondiendo mi cabeza en su pecho y siendo rodeada por sus brazos.
Dios, extrañaba su calorcito y su olor.
Al otro día me levanté y ella no estaba a mi lado.
- ¿Lizzie ?- la llamé, pero nadie contestaba.
Salí del cuarto y fui a la cocina, donde la música estaba a todo volumen y ella estaba bailando y cantando mientras hacía el desayuno. Tomé mi teléfono y comencé a grabar aquel momento tan divertido.
Luego dejé mi teléfono de lado y ella se dio la vuelta a poner la comida en los platos y ahí me vio.
- ya has despertado, menos mal...- rió
- y tú estás muy animada hoy...- me acerqué a ella y tomé su cintura luego de que allá colocado la sartén en el fregadero
- ¿porque no lo estaría?- preguntó
- deberías estar triste como yo...por no haber comido tu postre ayer...- dije con un puchero
- te he hecho desayuno...- dijo
- mmm...suena bien...-me acerqué a su oreja, mordiendo su lóbulo - pero yo te quiero a ti...- le susurré
Ella me cargó y sus manos estaban en mis nalgas mientras que yo rodeaba su cintura con mis piernas. La tomé de las mejillas y comenzamos un beso desesperado.
Ella me colocó sobre la meseta de la cocina y sus besos fueron a mi cuello. Quité mi camiseta, y como no traía nada puesto, mis senos quedaron al aire. Ella me miró con admiración y hambre.
- mira que te he extrañado nena...- susurró y fue a mis senos.
Arqueé mi espalda cuando sentí aquel cosquilleo en mi zona baja. Ella chupaba mis senos, los cuales ya estaban duros y erectos. Mis bragas de seguro estaban hechas un desastre, de lo mojada que estaba. Ella quitó mis pantalones y comenzó a dar besos desde la punta de mis pies hasta llegar a mis muslos. Subió hasta mis labios y yo ya estaba al llegar a la locura.
- Dios Elizabeth...- gemí
Uno de sus dedos fue a mi zona, cubierta por mis bragas. Sentí una corriente recorrer todo mi cuerpo, el cual pedía sus toques.
- por favor...- supliqué en un gemido.
Ella quitó mis bragas y bajó hasta mi intimidad, pasó su lengua por todo mi coño. Solté un gemido y escuché su risita.
- Elizabeth Dios, cómeme el coño y deja de hacerme esperar maldita sea...- dije en un punto de desesperación muy alto.
- uuuuy...¿así de desesperada estás mi amor?- preguntó
- mhm...- dije sin si quiera poder respirar bien, ¿quien podría?
- ¿quieres que te coja?- preguntó
- si...- susurré
- ¿muy muy fuerte?- preguntó nuevamente
- deja de hacer preguntas entupidas y cogeme como tú solo sabes hacerlo...- dije y vi su sonrisa y sus ojos llenos de lujuria.
Ella me tomó en sus brazos y me llevó hacia el cuarto, me tiró en la cama y abrió una de sus gavetas. Sacó aquel vibrador con arnés que había ella comprado la última vez.
Ella quitó su pijama y braga y se puso el vibrador. Se acercó a mi y se acercó a mi oído.
- espero que lo disfrutes princesa...- susurró
Sentí como de una me penetró y sus embestidas comenzaron a ser rápidas y fuertes.
- oh mierda...- gemí
Nuestras frentes se unieron al igual que nuestros gemidos. Ella aumentó la velocidad de sus penetraciones y mis manos fueron a su espalda, arañándola un poco.
- lo...siento...- gemí y ella negaba.
Mis ojos iban a sus senos los cuales se movían al ritmo de sus embestidas y una de las cosas que más amo de su cuerpo, son sus senos. Metí uno a mi boca y ella con una mano tomó mi cabeza para que metiera más a mi boca.
- oh mierda....- decía ella, mientras que yo chupaba el otro seno.
Sentí una pequeña contracción y en ese momento nuestros gemidos eran más altos, indicando que ya estábamos llegando a nuestro tan esperado orgasmo.
Segundos después, así fue, llegamos al clímax y unimos nuevamente nuestras frentes, tratando de clamar nuestras respiraciones.
- ¿te gustó?- preguntó
- me encantó...- dije entre risas- pero todavía falta el desayuno...-
Sonreímos y unos minutos después ya estábamos listas para la segunda ronda.
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Profesora Olsen
FanfictionMaría entra a su primer año de universidad y descubre un lado de ella que nunca había visto, gracias a su profesora de ética.