𝑭𝒂𝒌𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆 [KookTae]

Capítulo 34.

Dos semanas se cumplieron, el pequeño estaba completamente bien de salud y Taehyung ya se había acostumbrado a levantarse en las madrugadas para alimentarlo y calmarlo.

Jungkook ya estaba curado de sus heridas, Taehyung se aseguró de todos los días colocarle una medicina que lo ayudaría a cicatrizar rápido, después le colocó cremas para que estas se fueran y no le queden cicatrices feas en su bonito cuerpo.

Para suerte de ellos, todo estaba tranquilo y deberían estar contentos pero era todo lo contrario, Taehyung tenía tanto miedo, se sentía como la calma antes de la desgracia. Era como que ahora sabiendo todo lo que sabía, estaba seguro que esa calma no sería para siempre y eso era lo que más miedo le daba, no saber en qué momento estos se presentarían en casa con la excusa de visitar al menor y que en el momento le hicieran daño.

Jungkook siguió firme en su trabajo, no hubieron más golpes porque los Jeon eran listos, no herían a Jungkook dos veces seguidas, eso llamaría mucho la atención.

Taehyung llevaba en brazos al pequeño y con su mano libre pintaba su retrato. Su sonrisa no se borraba, estaba muy enamorado de su pequeño Taejung.

El pequeño dormía plácidamente, podía pasar un momento de completa paz en el lugar.

Colocó colores pasteles de fondo y siguió retocando la figura del pequeño cuando escuchó el sonido del timbre de casa. Su cuerpo se estremeció, pronto dejó el pincel y aseguró al menor en sus brazos.

Pronto se dirigió a la puerta para abrir, al mismo tiempo Jungkook salía de su despacho.

—¿Tienes algún mensaje de los chicos? —le preguntó.

Taehyung negó.

—No, Jimin y Rosé se fueron a la semana de moda en París, Seokjin viajó a Japón para la decoración de la boda de una de sus amigas, Hoseok estuvo muy ocupado en el Hospital y Dahyun está en semanas de exámenes así que me avisó que no vendría para pasar tiempo con Taejung.

—Namjoon y Yoongi tampoco están en Seúl, Yoongi salió hoy temprano hacia París y Namjoon tenía una reunión con unos socios en Japón... Iré a ver de quién se trata, quédate aquí con la pequeña bestia, si son mis padres escóndete con él, les diré que hoy fuiste con tus padres.

Taehyung asintió. Jungkook también. Alejó su mirada de Taehyung y caminó con destino hacia la sala.

Podía escuchar a Hye recibiendo a las personas y de solo pensar en que fueran sus padres, sus piernas temblaban mientras se dirigía a la sala principal.

Su mirada chocó con una tan venenosa y molesta, pero pronto se encontró con una que no conocía, esta más dulce y amistosa.

—Jungkook, que bueno es verte, ahora que eres padre es muy difícil encontrarte —casi se mofó.

—Si lo sabes, ¿Qué haces aquí? —contestó gruñón.

Yugyeom ignoró el comentario, rodando los ojos y soltando su agarre en el brazo de la dulce desconocida.

—Ella es Hana, mi maravillosa esposa —sonrió cínico—. Ella ha escuchado tu nombre salir muchas veces de mi boca y quería conocerte.

Su mirada volvió a la chica, ella le sonrió, haciendo una reverencia en su dirección. Jungkook la siguió.

—Es un gusto conocerte, siempre es bueno conocer a los amigos de mi esposo —ella sonrió.

Taehyung escuchó una voz que no conocía y se acercó hasta mirar. Hana elevó la mirada, encontrándose con la de Taehyung.

Su sonrisa se hizo grande y saludó en su dirección.