𝑭𝒂𝒌𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆 [KookTae]

Extra 1.

Pasó exactamente un año desde que Jungkook corrió hacia su familia para hacer las cosas bien. Ahora todo iba de maravilla, claro que hubieron pequeños baches en el camino, pero ambos tomaron la nueva oportunidad que se les presentó y lucharon por su felicidad y por la de su hijo.

Al principio todo fue como un cuento, Jungkook se quedó un mes en Daegu, aprendiendo de todo lo que se perdió de su hijo, pero también fortaleciendo su relación con Taehyung.

Estos se quedaban charlando hasta tarde, contando las estrellas mientras recordaban el pasado, porque Jungkook le habló sobre todo lo que había recordado y después de hablar con su psicólogo, este le dijo que su salud mental era tan buena que su cerebro había recordado todos los momentos que fueron traumáticos o dolorosos. Jungkook nunca perdió la memoria, su cabeza se encargó de bloquear todos sus recuerdos por su propio bien, pero ahora que ya no había dolor y miedo, los recuerdos llegaron en buen momento.

Taehyung lo había sujetado de su rostro, mirándolo atento, él tampoco sabía porqué había olvidado a Jungkook, seguramente porque desde que dejó de juntarse con él y Hoseok, perdieron la comunicación y lentamente desaparecieron de la vida del otro y eventualmente lo olvidó, pero cuando la madre de Jungkook le tendió una trampa donde le lanzó a la cara todas las fotos de Jungkook cuando era pequeño, los recuerdos volvieron al instante y lloró al ver en Jungkook al pequeño del que se había enamorado y al que le había prometido seguir juntos hasta casarse y tener una bonita familia.

Tal vez las promesas falsas fueron las que lo llenaron de rabia y decidió no decirle nada a Jungkook, por un momento pensó que lo mejor sería volver a desaparecer de su vida y odiarlo, solo para un día ir hasta él y presentarse como su amor perdido. Claro que no estaría bien hacerlo, así que solo recogió los últimos pedazos rotos de su corazón y se mantuvo en silencio, en algún momento se volverían a encontrar y cuando eso pasara le revelaría a Jungkook su identidad, pero le alegró saber que él lo había recordado por su propia cuenta.

Día a día el pequeño dejaba su timidez atrás y lo llamaba para jugar o para cada cosa que haría. Jungkook estaba maravillado, no entendía cómo pudo rechazar a un bebé tan precioso y perfecto, porque no era un niño cualquiera, era hijo de él y Taehyung, un bebé con genes poderosos y que nació de las personas correctas porque ellos eran las personas correctas, no podía existir Jungkook sin Taehyung y Taehyung sin Jungkook, simplemente se pertenecieron desde pequeños y años después, aunque todo era confuso y triste, había nacido un pequeñito del amor que se habían jurado en el pasado, habían logrado la familia que tanto prometieron, pero que todo comenzó como una forma de perjudicarse y odiarse.

Cuando terminó el mes tuvo que regresar a Seúl, Taejung entre lágrimas le había pedido que no se fuera, que se quedara con él, pero Jungkook le prometió que se iría para arreglar algunas cosas y después regresaría por ellos. Había charlado con Taehyung y decidieron regresar a Seúl, de verdad que extrañaba a todos y había logrado sanar todas las heridas, así que era momento de volver a su hogar donde crearía nuevas memorias junto a Taejung y Jungkook.

Taejung en un arranque de tristeza y desesperación corrió hasta Jungkook, abrazando sus piernas y soltando un tierno "No tardes mucho, papi", que ni él entendió, solo se sintió bien decirle así. Jungkook se agachó a su altura para abrazarlo fuertemente, besando su rostro sin evitar las lágrimas de felicidad que bajaron por sus mejillas hasta perderse en su mentón.

Jungkook y Taehyung se mantuvieron en contacto hasta que volvió por ellos para regresar a Seúl.

Al llegar a su hogar, Taehyung se sorprendió tanto, se esperaba encontrarse con la imponente mansión que había dejado atrás hacia tres años, pero al contrario de eso se encontró con una mansión igualmente, pero esta se veía más cálida y alegre, completamente diferente a la antigua.