𝑭𝒂𝒌𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆 [KookTae]

Capítulo 32.

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Estaba de más decir lo que pasó después. Jungkook se quedó con Taehyung todo el tiempo que estuvo en el Hospital, incluso se quedó con él en casa, pero tuvo que salir para el trabajo.

Al regresar se encerró en su habitación, ignorando a Taehyung que se encontraba recostado en la sala con el pequeño sobre su pecho.

Era raro, ni siquiera lo miró. Sentía que algo había pasado.

Con ayuda de Hye se levantó, abrazando con mucho cuidado al pequeño. Llegó a la habitación de este y entró sin más.

Casi suelta un grito al encontrarse con aquello. Sus ojos estaban empañados en lágrimas y el pequeño había comenzado a llorar al sentir el miedo y la tristeza en su padre.

Jungkook intentó cubrir su espalda, pero al hacerlo quedó frente a Taehyung y este lloró más.

—¿Por qué te hizo esto? —lloró.

—Por aquel día en el hospital —soltó.

—Jungkook, tienes que ir a la policía y demandarlos.

—No puedo hacer eso, Taehyung, él me mataría.

El pequeño y Taehyung lloraban a la par. Jungkook solo pudo dejarse caer a la cama, ya no le importaba si las sábanas blancas se manchaban de la sangre que salía de su espalda ante las marcas de látigo. Tampoco importaba el gran golpe en su rostro, o los rasguños de su madre, todo había dejado de importar, no podría contra ellos.

—Esto no es justo, Jungkook —se acercó hasta la cama.

Jungkook tenía los ojos cerrados, pero lágrimas gruesas corrían por cada costado.

—Nada es justo, Taehyung. Ni lo que ellos me hacen, ni lo que yo te hice, nada lo es.

—Déjame ayudarte con las heridas, por favor —susurró como pudo.

Jungkook abrió sus ojos, mirando a un bello ángel llorando por su estado, en sus brazos cargando un pequeño bulto envuelto en mantas amarillas.

Lentamente se levantó, maldiciendo por el dolor. Taehyung calmó al pequeño y se lo pasó.

Jungkook tembló, su mirada estaba en el pequeño y sus ojos se cristalizaban más. Se volvería loco, no podía con todos los sentimientos en su cuerpo.

No quería cargar al pequeño y no era nada en su contra. Este era hermoso, se parecía a él, pero también a Taehyung y el miedo que lo llenaba cuando estaba cerca, era que no sabía en que momento se convertiría en su padre y le haría daño al niño indefenso.

Taehyung llegó del baño, dejando las cosas en la cama, tomando nuevamente al pequeño para dejarlo junto a ellos y que durmiera tranquilo.

Primero limpió las heridas en su espalda, le sorprendió que Jungkook no se movió para nada, era como si estuviera acostumbrado a todo eso y lloró. Lloró porque la vida no era justa para todos.

Al terminar pasó a su rostro, limpió el golpe y llamó a Hye para que le pasara algo frío con lo que pudiera bajar la hinchazón.

Jungkook apenas gimió por el frío, su mirada completamente apagada, cansada y en el piso.

—Dahyun me contó algo que...

—¿Ella sabe lo que pasa con nosotros? Desde hace tiempo está rara conmigo.

—Ella es la única que sabe todo lo que ha pasado con nosotros.

—Ahora entiendo...