𝑭𝒂𝒌𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆 [KookTae]

Capítulo 42.

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Después de lo que pasó ese día, los tres chicos ya no comentaron nada respecto al tema de Seokjin.

Pasaron exactamente tres meses, Taejung cada vez lograba controlar su equilibrio y se había atrevido a soltarse por completo para quedarse de pie sin ayuda de nadie, seguramente dentro de algunas semanas más daría sus primeros pasitos y eso ponía muy feliz a Taehyung.

Por el lado de Jungkook, se había dado cuenta de que una parte de él no se sentía perdido cuando estaba con el menor, pero había pasado tantos meses negando su existencia y un año entero sin cumplir su papel como padre, que sabía que se merecía que Taehyung le quitara al niño o que no lo dejara a su cuidado.

Muchas veces escuchó sobre el Karma y ahora lo estaba viviendo, había sido tan malo con Taehyung, y dijo cosas despectivas para el menor, que sabía que ese era su castigo. Había llegado la hora de que Jungkook sufriera y derramara todas las lágrimas que Taehyung derramó. Sabía que se lo merecía por completo, así que solo se guardaba la tristeza y lloraba cuando no podía soportar la presión en su pecho por sentirse tan miserable y culpable.

Taejung pasaba más tiempo con los chicos que con él y no le sorprendería que en cualquier momento le dijera "Papá" a alguno de ellos. Lo peor de todo es que se lo merecían, todos sus amigos y los de Taehyung habían actuado como un padre cuando él seguía alejando al pequeño o temblando del miedo por alguna vez transformarse en su padre y hacerle daño.

Así mismo, lo único que se reproducía en su memoria era la sonrisa de Taehyung y la de Taejung, dos sonrisas tan similares y preciosas. Además, no podía borrar de su cabeza la imagen del menor mirándolo directamente a los ojos, sonriéndole con esa bonita sonrisa y entonces terminaba llorando de la impotencia por no tomar la oportunidad que tuvo y hacer las cosas mejor.

Ahora caminaba con miedo dentro de casa. Había regresado de un viaje a China y sus padres le habían llamado en cuanto bajó del avión. Nunca perdían la oportunidad de hacerlo sufrir.

La madre de Hye lo recibió en la entrada. Ella le sonrió con cariño, fue la única en esa casa que le demostró la empatía y el cariño, ella sanaba sus heridas a veces y lo abrazaba hasta que se quedara dormido. Eso hasta que creció y sus padres le prohibieron a la mujer dirigirle la palabra o ayudarlo, cuando la encontraron curando una herida en uno de sus brazos.

Entró y sus piernas temblaron, su respiración se agitó y no quiso avanzar más.

De las escaleras bajó una mujer hermosa, Jungkook la miró en todo el recorrido. Ella era preciosa, pero era completamente mala, era la mujer a la que más le tenía miedo y lo más triste era que ella le había dado la vida solo para arrancársela lentamente.

Casi cayó al suelo debido al temblor en sus piernas, pero pudo controlarlo. Ella llegó hasta él, fulminándolo con la mirada, riéndose antes de encajarle una bofetada en una de sus mejillas.

El rostro de Jungkook giró a la derecha ante la fuerza ejercida. Sentía la zona completamente roja y comenzaba a arder, también pudo sentir las primeras gotitas de sangre acumularse en la herida debido a las largas y puntiagudas uñas de la mujer.

Ella soltó una carcajada de lo más cínica. Jungkook se quedó en el lugar, completamente asustado como para moverse y mirarla.

—Eso te mereces por ser un idiota. Me da asco solo ver tu rostro, tan estúpido, tan maldito. Solo eres una basura más perteneciente a los malditos Jeon. Quiero golpearte hasta olvidar que por desgracia también llevas mi sangre.

—Ya no más, por favor —suplicó con voz temblorosa.

—Sabes muy bien que te lo mereces, escoria.