[La pregunta]

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Tras haberse despedido en el taxi, Anya se mordía el labio inferior pensando en lo que había hecho, se había dejado llevar y había cometido un gran error, motivada por sus sentimientos, -un espía no tiene sentimientos- se repitió entonces recodo a su padre, en una de sus misiones se había enamorado de su madre y se encariño con ella, a Fiona que estaba perdidamente enamorada de Loid y debido a eso entorpeció la operación Strix queriendo separar a sus padres:

~es imposible que no tengamos sentimientos, somos humanos después de todo~ pensó

Lo peor era que no estaba arrepentida absolutamente de nada, incluso lo hizo sin afectar en su misión, ella oyó cuando Damián en sus pensamientos aceptaría ser su amante, era la solución para seguir con su misión y a la vez no dejar de verlo a él, no de nuevo, pero ¿Y si los descubrían?, El plan era que una vez que ella completará su objetivo terminaría con esa relación pacíficamente, sobre todo considerando que estaba usando su identidad real, ¿o si Damián hacía algo que los delatara?, Cuando iban en la academia él actuaba bastante celoso incluso cuando no eran nada, la situación ahora era diferente, ¡debía entenderlo! porque de lo contrario tendría que dejar de verlo, por más que lo amara, su misión sería su prioridad, había en riesgo la vida de quizás cuántos niños, cada día que pasaba era un martirio imaginar lo que les harían.

El título que en la agencia le dieron a Anya era el de psicóloga infantil, ella lo solicito así y en eso ejercía paralelo a sus misiones, a ella le encantaba poder ayudar a los niños, estaba en eso cuando su secretaria informo:

~Doctora Forger tiene una llamada~

~¿Hola?~

~Hola cariño, llamaba para informarte que no podremos reunirnos por la tarde, mi padre llega hoy y pidió verme~

~Ya veo, descuida la familia es lo más importante, en alguna otra ocasión me encantaría conocerlo~

~Eres tan comprensiva, te llamaré en cuanto tenga tiempo~

Bien, al fin ese hombre regresaba a Ostania, ¿qué habrá echo fuera del país por tanto tiempo?, ¿qué cosas tramaba?, Hubiera querido verlo pero Liam la ignoró al mencionarlo, más no se quedaría tranquila, se pondría un disfraz e iría a monitorear cada movimiento que se haga en su hogar a partir de ahora.

Damián al terminar con su reunión y hacer unas diligencias, llegó a casa, cerró los ojos y recordó el amanecer junto a ella, daría todo lo que tiene porque el resto de sus días fueran así, a su lado, moría de ganas por llamarle, pero no quería parecer un acosador, después de todo él entendía la situación, y sabía que no podía hostigarla, pero entonces ¿cuando era prudente volver a verla, a llamarla?.

Dejo pasar unos días, fueron una tortura para él, hasta que no se resistió y lo hizo, marco su número pero no obtuvo respuesta, lo volvió a intentar más tarde y tampoco, su mente comenzaba a jugarle una mala pasada, ¿Estaría con él?, Era de noche y no contesto, ¿pasaría la noche con él?, Comenzaba a sentir rabia pero con él mismo, ellos se habían amando tan intensamente y el no poder concretar su amor les había calado tan hondo que incluso a pesar de los años seguían con sus sentimientos y deseos intactos, como si los hubiesen congelado y al reencontrarse sus llamas lo derritieran por completo, no podía ser de otra forma, si no, ella jamás hubiera sido infiel, solo él podía entenderla a la perfección y es que hubiera hecho lo mismo, aunque él hubiera terminado enseguida con quién fuera que estuviese, pero no podía pedirle eso a Anya, ella era buena, tan distinta a él, ella nunca quería lastimar a los demás, no me importa seguir siendo su amante mientras eso me permita estar a su lado.

La desesperación le ganó y una tarde la fue a esperar afuera de su casa, quería verla, necesitaba estar con ella, sería sigiloso para no levantar sospechas, espero estacionado en el vehículo a una distancia prudente, espero por horas, era de noche y ella no llegaba, quería golpear su cabeza contra el volante para ver si así dejaba de pensar en las posibilidades de lo que estaría haciendo, y acallar esa tortura, cuando la vió aproximarse sola, sintió un alivio, se apresuró a bajarse para ir con ella:

Casi algo | DamiAnya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora