[Ansias]

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Con el anuncio del embarazo, Yor y Loid actuaron más cercanos que de costumbre, estaban contentos, un nuevo integrante en la familia, serían abuelos. Ambos iban con frecuencia a visitar al matrimonio, Yor se sentía mal por no saber nada respecto a los embarazos, pero de todas formas trataba de ayudar a su hija en todo lo que pudiera, consentirla en todos sus caprichos, Loid también, querían que prácticamente no se moviera de la cama, pero Anya se sentía bien, pensaba que exageraban, pero aún así le causaba ternura que se preocuparan tanto por ella.

Ella siguió llendo al trabajo hasta donde más pudo, además siempre iba a visitar a su amiga Becky y a la pequeña Audrey, con ella aprendió a cambiar pañales, a cómo tomar a un bebé, entre otras cosas, su amiga le contaba todo lo que ella iba aprendiendo para que así ella esté más preparada para cuando llegue su momento de dar a luz. Damián la acompañaba a todas partes, la iba a dejar y a buscar de dónde fuera, estaba de acuerdo con sus suegros en que debería quedarse en casa, pero no podía hacer nada, Anya era muy testaruda, así que no le quedaba de otra que ir con ella a dónde se le ocurriera. Por suerte al avanzar su embarazo dejaron de asignarles misiones, en cambio la enviaron a descansar, hasta ahora le habían pedido cosas sencillas como entregarle información a colegas, o indagar en la mente de algunos objetivos mientras bebía un té en alguna cafetería, y aunque se sintiera capaz de seguir realizando ese tipo de cosas, no podía, porque a estas alturas tenía cuatro ojos encima que a su parecer la sobreprotegen, los de su esposo y los de su padre.

Así avanzaba su embarazo, rodeada de las personas que la amaban, sus amigos, sus tíos, la iban también a visitar y a llenarla de regalos, era raro que estuviera sola, aún así a veces pasaba,  como ahora. Aún le faltaba para los 9 meses, apenas había cumplido los 8 y sintió un fuerte dolor por la tarde, mientras paseaba por el jardín de la mansión, se detuvo y llevo las manos a su vientre -¿Qué fue eso?, ¿Qué pasó?, Aún le faltaba para dar a luz así que ... No podía ser eso, ¿verdad?- cuando se le pasó un poco el dolor, camino lentamente hasta la entrada, pero antes de llegar nuevamente un fuerte dolor la atacaba, haciéndola caer de rodillas al pasto.

Demetrius que iba llegando, la vio allí y enseguida se bajó del auto a auxiliarla:

~¡Llamen a mi hermano RÁPIDO!~ gritó

~¿Qué sucedió?, ¿Puedes pararte?~

~No lo sé de pronto... me dolió mucho~ dijo mientras trataba de calmar su respiración

~Vamos al hospital~

~pero aún falta...~ cuestionó

~podría ser prematuro~ dijo mientras le ayudaba a pararse y caminar hasta el vehículo

Anya estaba preocupada, ¿prematuro?, Eso era malo, ¿no?, En el camino sintió otro dolor, eran cada vez más intensos, tal como se lo había contado Becky, se tomó con una mano la barriga y con la otra apretó el asiento del auto. Cuando llegaron y el auto se detuvo frente al hospital, Damián ya estaba allí, abrió la puerta rápidamente:

~¡Anya!, tranquila, ya estoy aqui~ ella al verlo se largo a llorar

Se bajó del auto y Damián no espero a que trajeran la silla de ruedas, la tomó en sus brazos y la cargo hasta adentro, ella lloraba y gritaba por el dolor de las contracciones, los enfermeros le indicaron el camino hasta el pabellón y le solicitaron recostarla en la camilla, el médico ingreso y mientras la examinaba hacía preguntas que Damián contestaba:

~¿Cuánto tiene?~

~8 meses recién cumplidos~

~Ya veo, será prematuro, alisten todo, traigan una incubadora~

El médico ordenó que estuviera semi sentada, entonces Damián se puso en la espalda de Anya y se convirtió en su soporte, sostenía una de sus manos y ella le apretaba con mucha fuerza, con la otra mano la sostenía de su brazo y mientras besaba su cabeza, y cuando el dolor la hacía retorcerse en aquella camilla él frotaba su espalda, el dolor era insoportable, Anya gritaba con todas sus fuerzas:

Casi algo | DamiAnya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora