[Te ayudo]

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Anya pese a ser dos años menor que el resto de sus compañeros, ser la más bajita del grupo, ser la más pobre de entre todos ellos y costarle un poco más las materias, siempre ha sido muy perspicaz, empática con su entorno, (eso debido también a su poder de leer mentes) era curiosa y estaba llena de energía, esas cualidades la hacían merecedora de un gran cariño por parte de algunos de sus profesores, es verdad que durante 3° de primaria pareció estar muy decaída, pero ahora ya cursaban 8° y volvía a ser la niña alegre de siempre.

Eso se debía a qué pese la inestabilidad de la presencia de Loid, Anya ya sabía que sin dudas su padre volvía cada vez que podía, tal como lo había prometido, a veces a través de llamadas o sorprendiendolas apareciendo en casa, un día, dos o hasta una semana completa como había pasado hace poco, eran una familia pese a la distancia, sacaban a pasear a Bond y salían a divertirse cuando eso sucedía, aunque al tío Yuri no le parecia para nada la nueva situación familiar e insistía a su Ma que se divorciara, no importaba, eso funcionaba para ellos y eso estaba bien, era lo único que importaba. Anya creía que su estómago ya era capaz de resistir cualquier veneno debido a que se había a acostumbrado a los almuerzos de su madre, eso o Yor había mejorado sus habilidades en la cocina, e incluso ella también se había adentrado en el mundo culinario y para su sorpresa lo hacía muy bien, igual que su Pa, o quizás no tan bien, porque estaba aprendiendo, pero se enorgullecía de los resultados casi siempre. En los deportes también se había vuelto muy buena, Yor la entrenaba cada vez que podía para que se convirtiera en una mujer fuerte igual que ella.

Indudablemente está creciendo... Y no solo ella, ¡Todos sus compañeros!

A Becky su queridísima amiga y a varias de sus compañeras le habían crecido los pechos, las conversaciones de las niñitas no variaban mucho de ~quiero arreglarme para sorprender a~, ~me voy a declarar~, ~¡Que romántico!~
A Anya eso no le importaba mucho, ella aún disfrutaba de ver series animadas, pero por acompañar a su amiga más de una vez se veía involucrada en ese tipo de conversaciones con otras compañeras con las que apenas si se llevaba bien.

Damián al oír a las muchachas se acercó para molestar a Anya:
~¡Ja! En vez de preocuparte por ese tipo de tonterías deberías enfocarte en tus estudios~ dijo mientras apoyaba su brazo en la cabeza de la pelirosada haciendo más evidente su diferencia de altura.

~En vez de molestarme por eso, tal vez deberías ayudarme a estudiar, pero ¡eres tan egoísta!~ dijo ella

Él frunció el ceño y acercando su cara a la de ella dijo:

~ tal vez lo haría si me lo pidieras de buena forma~

~no te rogaré, si es lo que quieres~ dijo ella desafiante

~solo serías un dolor de cabeza en todo caso~ se cruzó de brazos

~¡Tienes razón! Pensé que podías con alguien tan torpe como yo, pero se lo pediré a alguien realmente inteligente, alguien que sí sea capaz, un alumno ejemplar y si me va bien quizás lo premien con una Stella por haber ayudado a esta pobre señorita~ dijo Anya claramente sobre actuando

Damián la miró con una ceja levantada:

~dime, ¿Qué es lo que te cuesta? ~

~¡matemáticas!~ respondió rápidamente ~¡e historia también! Agregó, aprovechándose de la situación.

~te ayudaré solo con matemáticas~ y miro algo sonrojado hacia otro lado

~¿Es enserio Segundo? ¿No me estás tomando el pelo verdad?~ lo miro con sus ojos de gatito

~¿Crees que bromearía con algo como perder así mi tiempo?~ esbozó una sonrisa altanera

~¡Te lo agradezco muchísimo! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!~ decía mientras tomaba sus manos en forma de agradecimiento

Casi algo | DamiAnya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora