Damián no recordaba cómo o en qué momento llegaron hasta la cama, cuando despertó estaba apoyado sobre su pecho, se sentó con cuidado para no despertarla, aún tenían la ropa de anoche puesta, observó su rostro dormido, aún tenía los rastros de haber llorado anoche, lo noto en la hinchazón de sus ojos, él también sentía pesados los de él, suspiró y miró al suelo por un instante, luego fue hasta el baño para lavarse la cara, agradecía que fuera sábado y que no tuviera ninguna reunión para que nadie viera su rostro, creyó que lo mejor era irse, así que volvió a la habitación porque al parecer allí había dejado sus zapatos, pero al tomarlos y voltearse escucho:
~¿Damián?~ preguntó Anya aún somnolienta mientras se rascaba los ojos
~Lo siento, ¿Te desperté?~
Anya se levantó para dirigirse hasta el baño, tambien quería lavarse la cara, sentía sus ojos pesados. Damián se ponía los zapatos, al salir del baño Anya lo miro y pregunto:
~¿Te irás?~
Él se acercó hasta ella y le dijo:
~Solo si tú quieres que me vaya~
Anya lo tomo de sus ropas y negó con la cabeza, él la abrazo, y ella lo abrazo de vuelta, estuvieron así un momento hasta que ella dijo:
~¿Quieres que tomemos una ducha?~
Él asintió.
Ambos se quitaron sus abrigos, esto dejo a Anya solo con su vestido, dejando al descubierto sus brazos, estaban rojos, probablemente mañana se volvería un moretón, Damián abrió los ojos y recordó la fuerza con la que la había tomado anoche, era un idiota, se acercó por la espalda mientras ella se soltaba el cabello y acaricio sus brazos dónde antes había presionado:
~Lo siento, te prometo que nunca más volverá a suceder~
Anya no se había percatado, se vio en el espejo y agachó la mirada, entendió lo grave que había sido, se volteó para mirarlo de frente y sentenció:
~Si algo así vuelve a pasar, te juro que no me volverás a ver en tu vida~
Él junto su frente con la de ella y tomo su rostro con una de sus manos mirándola a los ojos:
~Voy a dedicar el resto de mi vida a hacerte la mujer más feliz del mundo~ dijo eso y la beso
Anya sonrió, correspondió a su beso, y cruzo sus brazos por su cuello, volviéndose cada vez más apasionado.
~Por cierto, no te había dicho lo hermosa que te ves con este vestido~
~Yo preferiría que me lo quites~ dijo mirandolo con intensidad hacía arriba
Damián sonrió de lado, y la volvió a besar, comenzó a bajar por su cuello mientras subía despacio con sus manos recorriendo sus brazos hasta llegar a sus hombros, al llegar bajo un tirante del vestido y después el otro, dejandolo caer en el piso, Anya le comenzó a desabrochar la camisa, cuando llegó al último botón, se la quitó y comenzo a dejarle besos por todo su torso, se aseguraría de dejar su huella en cada espacio de su cuerpo, cuando comenzaba a llegar a su ombligo, empezó a desatar el cinturón, Damián miró al techo no pudiendo soportar la imagen que venía a continuación, para cuando sintió la calidez de su lengua, no pudo evitar soltar un gemido, entonces la miró, ¿cómo podría haber dudado de ella?, cuando ahora la veía así, a sus pies, haciéndolo sentir único, como un Dios, se dejó alabar por un momento para después tomarla entre sus brazos, entrando en su interior, ahora él la miraba levemente hacia arriba, también quería hacerla sentir así, como la Diosa que era ante sus ojos, la única a la que era devoto, nadie lo había hecho sentir como ella, él le pertenecía en plenitud, en cuerpo y alma, quería hacerle sentir lo mismo, sé volvían ligeros cuando eran solo uno, el movimiento de sus pechos en cada salto lo volvían loco, sus gemidos lo complacían, la forma en la que sus preciados ojos verdes lo miraban con profundidad, le pedían más, y él cumpliría todo lo que deseara, luego la bajó de su regazo y ella enseguida le dió la espalda sosteniéndose del lavabo, el ingreso y comenzó a moverse, ella lo sentía entrar y salir, creía que encajaban perfectos, como si estuviesen destinados, con el molde indicado el uno para el otro, al transcurso del rato sintió sus piernas temblar y los espasmos no se hicieron esperar, justo al mismo tiempo sintió como el líquido de él le recorría en sus adentros, entre su agitada respiración recordó que no habían usado protección, pero no le dió importancia, luego de su encuentro, ambos se metieron a la ducha:
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Casi algo | DamiAnya
FanfictionCuando las circunstancias se anteponen a los deseos, las infinitas posibilidades de lo que pudo ser se van colando en la piel dejando grietas dolorosas, a veces llegan a herir hasta lo más profundo del corazón, algunas se curan con el tiempo y hay o...