Capítulo 20

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Después de que Violet se fuera a la habitación, decidí que sería bueno pasar el resto del día en el bar, al menos hasta que tuviera hambre.
En realidad no pasó mucho en lo que restó del día. Me tomé unos tragos, fui al restaurante a comer deliciosa paella, coqueteé con algunas chicas que estaban por ahí y al final, a eso de las siete de la noche, regresé a la habitación, donde mi querida compañera se encontraba en su cómodo sofá con el teléfono pegado al rostro.
Verla tan sumergida en sus pensamientos, tecleando con gran rapidez cada palabra para que ninguna idea se le escapara, me hizo desear poder husmear sus escritos y saber que se ocultaba en esa cabecita llena de secretos. Supuse que eso estuvo haciendo toda la tarde, ya que no se volvió a aparecer en ningún otro lugar del hotel.

-       Llegas pronto- dijo con los ojos aún es su pantalla.

-       Lo siento, no quería distraerte de tus asuntos, sólo tomaré una ducha y me iré.

-       Así que asistirás a la fiesta después de todo- lo sentí más un reclamo que un comentario.

-       Voy a morir de aburrimiento si sigo encerrado aquí.

-       Vaya, no sabía que estar conmigo era una penitencia.

-       Yo jamás dije eso.

-       Pero te aburres aquí- esta vez me miró.

-       Sí, al igual que tú, sólo que no quieres admitirlo.

Tenía razón y Violet lo sabía. Nosotros no somos una pareja de lunamieleros que se la está pasando cogiendo en cada lado posible de la habitación. Nosotros somos dos desconocidos que poco a poco están intentando ser amigos, pero al paso que vamos no estamos ni cerca de lograrlo porque cuando pienso que he dado un avance, Violet me sorprende y retrocede.

-       Escucha, si te quieres quedar en la habitación deseando que algo pase es tu problema, pero te recuerdo que estás en Fiyi y deberías de aprovechar cada experiencia que este viaje te da- digo antes de entrar al cuarto de baño y cerrar la puerta.

No puedo obligar a nadie a hacer algo que no quiere, pero muy en el fondo sé que Violet no está del todo convencida de quedarse en una habitación para morir de aburrimiento. Ella lo que necesita es alguien que la saque de su zona de confort, alguien que le enseñe lo que es la diversión, lo que es disfrutar de la vida a pesar de los malos momentos. Quiero intentar ser esa persona, pero ella no me está dando ni siquiera una oportunidad.
De nada me serviría seguir dándole vueltas, así que me dispuse a tomar mi ducha y buscar algo que ponerme para esta noche. Violet seguía centrada en sus asuntos y no quise molestarla más tratando de convencerla de que viniera conmigo. Por lo tanto, rebusque en mi armario algo de ropa, la cual terminó siendo una camiseta blanca de manga corta y unos jeans.
Siendo honesto, esperaba que la temperatura hubiese disminuido, ya que toda la ropa de mi equipaje no es exactamente apropiada para la playa, puesto que se suponía que estaría en un lugar de invierno, pero he estado sobrellevando la situación con mis shorts de baño, aunque no podía vestir algo así para una fiesta. Por lo tanto, espero que el calor no sea tan insoportable y haya algo de viento fresco.

Rápidamente vuelvo al cuarto de baño, me pongo la ropa encima y arreglo mi desordenado cabello antes de colocarme algo de colonia y salir.

-       Nos vemos más tarde- anuncio y Violet asiente con la cabeza.

Me sentí un poco decepcionado por no escucharla decir que cambiaba de opinión, aún tenía la ligera esperanza de que viniera conmigo y se diera la oportunidad de divertirse, pero ahora estoy comenzando a entender que esa palabra está muy lejos de su vocabulario o quizás yo soy el jodido que no ha querido entender su situación. Como sea, lo mejor para ambos es que me mantenga alejado por unas horas. Tal vez ella pueda aclarar su mente o descansar del imprudente interrogatorio al que la sometí esta tarde.

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