Violet
¿En que estaba pensado? Soy una tonta. Había creado todo un cuento de hadas donde existía la frase "Y vivieron felices para siempre." Quería creer que eso podía pasarme, que finalmente había encontrado al hombre de mis sueños y con quien empezaría de cero, pero esos sueños tan maravillosos que generó mi cabeza no son más que basura. Damian se iría, regresaría a Chicago y me dejaría de lado.
Troy tenía razón, no soy suficiente, nunca lo fui, de lo contrario, él hubiera descartado la idea de cambiar su vuelo y regresaría conmigo a Washington, pero está claro que sólo fui un típico romance de verano, obtuvo lo que quiso y se irá como si nada.
Honestamente, no sé cuál es la peor parte, el haber confiado en un hombre de nuevo aún con la continua advertencia sobre las consecuencias que traería o el que me haya enamorado profunda y verdaderamente de él.Decir que estoy dolida es poco, siento que han vuelto a arrancarme el corazón y me han quitado cualquier resto de dignidad propia. Sé qué tal vez me escuché exagerada, que me estoy ahogando en un vaso de agua, pero para mí está situación es importante. Pasé seis años escondiéndome de las personas, impidiéndole la entrada a todos hombres porque sabía que otra vez me lastimarían, seis años en los que traté de acostumbrarme a la soledad y aceptar que lo único que me quedaba eran las pesadillas que me seguían cada noche, haciéndome revivir mi tragedia.
No ha sido fácil para mí, cada día se sentía peor que el anterior y lo único que me mantenía de pie era mi trabajo. Después de perderlo, ya nada tuvo sentido, estaba totalmente perdida en este mundo y llegó un momento donde Emily no fue suficiente. Es por eso que en el avión, cuando pasamos por la turbulencia, mi mente me hizo pensar en muchas cosas y arrepentirme de otras. El acostumbrarme a la soledad no significaba que estaba bien con ella, por lo contrario, en ese momento deseé tener a alguien con quien pasar los últimos minutos que me quedaban de vida. Alguien a quien amar con el alma entera. Fue ahí donde de manera inesperada sentí un cálido tacto que resultó ser la mano de Damian, apretando la mía como si soltarme no fuera una opción. Me hizo sentir segura, cuido de mí, me distrajo y me regaló su compañía cuando la estaba pasando mal. Estoy segura de que él se había dado cuenta de mi ataque de pánico y podría apostar que eso fue justamente lo que hizo quedarse.
Damian se había comportado como todo un caballero, estando solos me daba mi espacio y respetaba mi actitud defensiva, nunca me hizo sentir mal por ello, ni insistió en darle explicaciones porque tenía en claro que primero debía ganar mi confianza, aunque después de dejar pasar los días, ninguno de los dos se dio cuenta de que nuestros corazones ya pertenecían el uno al otro.
Decir que quieres a una persona no es suficiente, tienes que demostrarlo con hechos y Damian me lo ha demostrado más de una vez. Hace tan sólo unos minutos acaba de confesarme que me ama y yo estaba lista para decirlo también, pero sólo bastó mencionar la distancia y el viaje para hacerme bajar de mi nube y poner los pies de vuelta sobre la tierra.No tenía energía para explicarle como me siento, mucho menos para iniciar una discusión. Necesitaba estar sola y desahogarme de todo lo que por dentro me consume. Por esa razón salí del jacuzzi cuanto antes, pero Damian no espero ni un segundo para ir detrás de mí.
- ¡Violet! No te alejes de mí- exige. -No salgas corriendo.
- Si no lo hago ahora, saldré lastimada de nuevo- me giro hacia él frustrada.
- ¿Y eso que significa?
- Sabes que, olvídalo.
Vuelvo a darle la espalda y sigo caminando hacia el armario.
- ¡Explícamelo, por favor!
- ¡¿Y de qué serviría?! ¡Nada de esto tiene sentido!
Tomé al azar unos shorts de mezclilla y una blusa de tirantes blanca para cubrir mi desnudez.
- Violet...
ESTÁS LEYENDO
Juegos de Amor
Teen FictionEl destino tiene sus bromas y trucos. A veces, las cosas se salen de control y cambia por completo la dirección de tu vida. Para Violet, fue así, ella no esperaba volver a relacionarse con ningún hombre jamás, no soporta estar en presencia de uno má...