Capítulo 36

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Liam y yo tuvimos una larga conversación que sirvió para ponernos al día, pero sobre todo para darme cuenta de lo mucho que necesitaba desahogarse.

No quiero reconocerlo, pero he sido una mierda de amigo por no haberle llamado antes, ya que preferí dar por hecho que estaba bien, aunque después de escuchar todo lo que ha pasado en su viaje, no pude evitar pedirle una disculpa y explicarle el motivo de mi desaparición. Liam lo entendió y se aseguró de dejarme en claro lo feliz que estaba por mí, incluso me amenazó de muerte si descubría que mi relación con Violet resultaba ser otro acostón pasajero y terminaba por romperle el corazón. Recibí todo tipo de advertencias, regaños, insultos y amenazas de su parte, pero terminó la llamada diciéndome que esperaba conocer a la chica que logró cambiarme por completo en cuanto regresáramos de viaje. Esa petición me hizo pensar en el futuro y en lo que sería de nosotros mañana cuando regresáramos a casa. Se supone que yo cambiaría mi vuelo por uno a Chicago y Violet tomaría el suyo a Washington D.C. Había aplazado cualquier pensamiento que involucrara una separación entre nosotros, más ahora que finalmente ambos decidimos dar ese paso que tanto miedo y tanto trabajo nos costó dar. No sé cómo carajos voy a solucionar este problema, pero tengo hasta mañana para pensar en una solución. Por ahora, en lo único que podía pensar era en volver a escuchar mi nombre entre los gemidos de Violet.

Pronto llegué a la habitación y me sorprendí al verla aún en cama, envuelta por las sábanas blancas mientras habla por teléfono.

-       De acuerdo, nos vemos mañana- dijo con una risita. -Sí, lo sé. Algún día lo harás.

Fruncí el ceño ante la curiosidad.

-       Yo también te quiero. Adiós.

Cuelga la llamada y deja el móvil sobre la mesita de noche, a lado de ella.

-       ¿Te quiero?- repito sus palabras. -Debo preocuparme.

Ella rodea nos ojos al escuchar mi comentario sarcástico.

-       Era Emily, mi mejor amiga.

-       Mira que casualidad, hace unos minutos estaba hablando con el mío.

-       ¿Alguna novedad?

Quería decirle que sí y contarle todo lo que Liam me hizo prometer que se quedaría entre nosotros, pero no podía hacerle eso, él era como un hermano para mí y todas las promesas que hacíamos desde niños las cumplíamos y esta no sería la excepción.

-       No, sólo quería saber cómo estaba- miento ligeramente.

-       ¿Y qué le dijiste?- me dedica una sonrisa coqueta.

Poco a poco me fui acercando sin dejar de mirar a Violet hasta subirme en la cama a gatas y lentamente cortar la distancia que nos separaba.

-       Que nunca...- deposito un beso en su frente. -Había... -dejo otro en su mejilla derecha. -Estado... -uno más en su otra mejilla. -Mejor- termino con uno pequeño en la punta de su nariz antes de apoyar mi frente contra la suya.

-       Eres un presuntuoso- dijo, dándome un suave empujón.

-       Linda, no tienes ni idea.

No pude contenerme más y la besé. No fue un beso apasionado ni desesperado, sino que fue más bien cálido y lleno de ternura, como si quisiera demostrarle que no iba a comportarme como un bruto con ella. Quería que siguiera confiando en mí, y sobre todo, quería seguir sintiendo su sonrisa en cada beso que le daba.

Al separar mis labios de los de ella, me quedé admirando su angelical rostro por unos segundos, al tiempo que acariciaba su mejilla, y lo primero que noté fue un deslumbrante brillo en sus ojos que nunca había visto.

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