Capítulo 28

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Después de pasar más de veinte minutos con el doctor, respondiendo preguntas mientras me tocaba ciertas partes del cuerpo para asegurarse de que no tuviera dolor, finalmente me dio el alta y me dejó ir.
Le pedí a Damian que nos fuéramos directo a la habitación, que pidiéramos algo de comer por el servicio y nos quedáramos un momento a descansar. Ambos tuvimos una noche bastante larga y pesada, lo justo era que nos relajáramos un poco. Aunque el hombre se volvió completamente paranoico, ya que me decidió llevarme cargando por todo el lugar hasta llegar a nuestra habitación, según él porque no quería que hiciese ningún esfuerzo.

En cuanto entramos, me depositó cuidadosamente sobre la cama, acomodándome la mayoría de las almohadas detrás de mi espalda para que estuviera más cómoda.

-        ¿Estás bien? ¿Necesitas algo más?

No pude evitar soltar una risita.

-        Relájate un poco, no me voy a romper.

-        Lo sé, es sólo que...

Agacha la cabeza sin terminar la frase.

-        Oye- me estiro un poco y tomó su mano izquierda. -Estoy bien.

Damian soltó lentamente un suspiro.

-        Ya regreso, iré a llamar al servicio a la habitación para que nos traigan algo de comer.

Suelta mi mano y camina hacia la terraza con un aire cabizbajo. Esa actitud no es digna de Damian Shaw, algo anda mal y creo saber lo que es. La falta de respuestas.
Damian no ha querido presionarme para obtener información porque sabe que yo no funciono de esa manera, pero presiento que llegará un momento donde no lo podrá soportar más y me exigirá explicaciones. Él las merece, yo lo sé, y lo peor es que una gran parte de mí quiere decirle toda la verdad, aunque muera del miedo por conocer su reacción o cambio de actitud.
Nunca me había importado tanto la opinión de alguien sobre mí. En los últimos años he tratado de apartar a las personas, no dar explicaciones sobre mi vida y aparentar ser invisible la mayor parte del tiempo, pero con Damian es diferente. Quiero que me vea, que esté cerca de mí, poder conocerlo mejor, hablar y reír juntos, pero sobre todo, quiero dejarlo entrar a mi corazón. Jamás creí que llegaría este día, lo veía como algo imposible, volver a confiar en un hombre y tener sentimientos tan fuertes por él que ni siquiera yo pudiera controlarlos.
Sé que es una locura, nos conocemos desde hace tan poco tiempo, no sabemos casi nada de uno del otro, no hay motivos por los cuales nos sintamos atraídos.

«¿De verdad Violet? ¿Eso es lo que en verdad piensas?» contradice mi consciencia.

No quería admitirlo, no estaba lista, pero ya no hay forma de negarlo. Cuando conocí a Damian me pareció un hombre atractivo, de hecho, demasiado para ser verdad. Con el tiempo lo fui conociendo y descubrí que era una persona carismática, honesta y llena de energía, pero no sólo eso, vi algo muy importante, las atenciones que tenía hacia mí.
Nunca olvidaré la manera en la que se comportó conmigo en el avión cuando tuve mi ataque de pánico, o cuando me cuido estando borracha, ni mucho menos esto último que pasó. Sí, somos unos completos desconocidos y él no tenía porqué ser tan amable, caballeroso y atento conmigo, pero lo fue y lo sigue siendo.
En estos pocos días que hemos pasado juntos he entendido que las palabras tienen mucho significado, pero lo tiene aún más las acciones que demuestran con hechos lo que se dice.
La apariencia y experiencias son engañosas. Muchas veces pueden darte una mala impresión de una persona, te hacen creer que la conoces cuando en realidad no tienes ni idea de quién es. En mi caso, fue así, Damian demostraba tener un aire de Don Juan con complejo superioridad, sin mencionar que es un hombre al que aparentemente no estaba acostumbrado a que le dijeran la palabra "no". Admito que me intimidaba un poco su facilidad para conseguir mujeres, su forma tan segura de hablar y básicamente todo lo que él representaba, pero ahora entiendo que eso sólo es una actitud defensiva para protegerlo del compromiso.
Quizás Damian tuvo a alguien en su vida que le causó mucho daño y lo orilló a cerrar su corazón, justo como me pasó a mí. No me sorprendería que él tenga una historia igual de trágica a la mía, después de todo, yo no soy la única en el mundo que ha sufrido por amor, aunque sí es un poco irónico creer que mi segunda oportunidad se encuentra con una persona igual de rota a mí.
El tiempo estaba pasando más rápido de lo normal. Habíamos terminado de comer y decidimos quedarnos un rato en el sofá viendo algunos capítulos de una serie llamada Suits, pero yo ya estaba aburrida de estar encerrada en la habitación, quería salir y encontrar algo con que entretenerme.
Una parte de mí, envidiaba a las parejas que se encontraban a nuestro alrededor, ya que ellos sí saben como aprovechar el tiempo a solas. Podría incluso apostar que sienten como si el día no fuera suficientemente largo para terminar de hacer todas sus melosas actividades de lunamieleros. Supongo que esa es mi penitencia por exigir un lugar privado y reservado, aunque también mi mente decide torturarme con pensamientos sobre las múltiples cosas que Damian y yo pudiéramos estar haciendo si decidiéramos dar un paso más a lo que sea que esté pasando entre nosotros.
Nuestro beso fue sólo el inicio a algo que aún no estamos seguros de querer volver a intentar. Es más complicado de lo que pensaba. Él quiere ir despacio por mí, algo que agradezco porque no sé cuál será mi verdadera reacción ante una situación más comprometedora, pero debo confesar que no he podido olvidar la forma en la que mi cuerpo correspondió al de Damian en la cascada. Esa sensación de saber exactamente lo que tenía que hacer por el simple hecho de sentirme bien.
Nunca había pasado por algo como eso, ni siquiera sabía que yo era capaz de comportarme así, pero sin duda espero que podamos volver a crear un momento como ese y terminar lo que empezamos en aquella cascada.

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