HAYLEY
Me despierto con un ligero de dolor de cabeza por la resaca y los tragos de anoche, con Ayron a mi lado, quien duerme plácidamente con un brazo debajo de su cabeza y el otro estirado donde reposaba mi cabeza.
Decido despertarlo dándole pequeños besos en toda la cara y ligeras caricias en su pecho desnudo.
-Hola amor-le digo viéndolo despertar poco a poco.
-Hola preciosa-me responde risueño.
-¿Qué hora es?-me pregunta dándome un corto beso en la boca.
-Las nueve, vamos a desayunar, tengo hambre y sed.-le digo levantándome de la cama.
-Claro, nos bañamos y bajamos al restaurante del hotel.-repitiendo mi acción
-Bien, vamos.
Intento entrar al baño y cerrar la puerta detrás de mí, pero Ayron me detiene con una sonrisa negando con la cabeza.
-¿Que haces?-le pregunto curiosa
-Ya sabes la típica amor, hay que ahorrar agua.-dice ampliando su sonrisa y cargándome hasta la ducha cerrando la puerta con el pie.
Yo río divertida y pasamos a bañarnos entre risas y toqueteos.
Al terminar de bañarnos y cambiarnos con ropa ligera por el inmenso calor, bajamos hacia el restaurante del hotel y un hombre de servicio nos detiene diciendo que hay una sola mesa especial apartada para nosotros.
Arqueo la ceja en dirección de Ayron y el se encoge de hombros sin saber de que se trata todo esto.
Vamos a la sala referida por el hombre y me quedo impresionada con lo que veo.
Una mesa gigante en la terraza con una gran desayuno, varios floreros con flores rosas, rojas y amarillas y demasiada pero demasiada comida que se ve exquisitamente deliciosa.
Hay tequeños, jugo de fresa y de surtido, algunos panes con huevos y hot-dog, tortillas de plátano, ensalada de frutas y varios platos de Tailandia que se ven muy apetecibles.
A un lado de la gigante mesa aparecen Lorcan y Patrick con unas flores en sus manos y una sonrisa de disculpa.
Joder si se van a disculpar así, empezaré a molestarme más seguido
-Buenos días princesa, quisimos, bueno...quisimos hacer este desayuno entre Lorcan y yo para que te sientas a gusto y nos perdones por el mal rato que pasaste ayer.-dice Patrick algo tenso.
-Así es diosa, realmente lo sentimos, queremos estar todo el día contigo, no soportamos estar separados de ti.-dice Lorcan haciendo una mueca triste.
Me acerco a ambos y les doy un beso cariñoso y los termino abrazando.
-Esta bien, ya pasó, vamos a comer y pasarla bien.-les digo con una sonrisa
Ella me responden la sonrisa, ya más relajados nos sentamos a comer este delicioso banquete.
Entre sonrisas, bromas y risas por los chistes de Lorcan, me siento mucho más completa, sin duda ellos me hacían falta.
Termino mi delicioso jugo de fresa con una ensalada de frutas y paso a comerme los tequeños de queso y jamón, que están sumamente exquisitos.
-¿A donde vamos ahora?-les pregunto a los chicos.
-Bueno princesa, podemos ir a la piscina del hotel y refrescarnos y luego podemos ir fuera del hotel para hacer excursión, ¿Qué te parece?-pregunta Patrick
-¡Me encanta!, ¡vamos!-aplaudiendo efusivamente haciendo que los chicos rían y me sigan el paso.
Unos minutos después ya nos encontramos en la piscina del hotel, todos con trajes de baño y yo con un bikini rosado y unos lentes de sol.
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Los hijos Crasfort
RomanceHayley, una chica fuerte, decidida, graciosa, sin intensiones en el amor, más que el sexo casual, conoce a los hermanos Crasfort, cinco chicos perfectamente guapos y millonarios que se interesan en ella para algo más que una sesión de sexo casual. ¿...