Capítulo 33

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CARLOTA

-¿Cómo va?-les pregunto a los hombres a mi lado.

-Sigue sin hablar ni moverse, no ha comido absolutamente nada como usted ordeno, esta algo deshidratada y se ve bastante pálida, creo que ya puede enpezar a proceder.-me el hombre responde con voz seca.

-Aún no, quiero verla sin una gota de fuerza, solo han pasado 2 días, al día 5 la mato.- aclaro mientras termino de pintarme las uñas con tranquilidad.

-Como diga.

Él hombre se retira y yo me quedo a solas viendo las cámaras que controlan las afueras de la finca en donde estamos ubicados.

No quiero errores, no quiero que de alguna manera ellos puedan llegar aquí.

Se muy bien que ya la están buscando, y son personas poderosas, pueden encontrar varios medios, sin embargo es una lastima, para cuando lleguen hasta aquí, ella va a estar muerta.

Estoy ansiosa por entregarles su cuerpo frío y sin vida, pero ahí estaré yo, para consolarlos, para amarlos como debe ser, tal ves se mantengan tercos al principio, pero tarde o temprano, serán míos, no lo dudo.

Veo el celular de la chica encerrada en la habitación a un lado de la mesa, lo tomo y lo tiro a la basura. El celular claramente tenía un rastreador, sin embargo fue fácil sacarlo con ayuda de uno de mis hombres.

Esos tipos, están siendo amenazados por mí, ya que no son más que empresarios estúpidos, que habían realizado varias estafas e ilegalidades que claramente yo aproveché.

Mande a que los investigaran y bingo, me servirán cada vez que yo los necesite, es eso o irán presos por muchísimos años.

Acelero el paso hacia la habitación de mi invitada y me adentro.

La veo completamente dormida o desmayada, pálida y con marcas por las sogas que la sujetan por las manos y las piernas.

Me río, tomo un balde agua fría y se lo aviento.

Ella se queja al instante pero se le pasa cuando me ve.

Parece que no quiere que yo la vea sufrir.

No me importa, tarde o temprano llorará para que la libere. Tan solo eso espero, que lloré porque va a morir. Que se asuste, que tiemble cuando este frente a mí.

La dejo ahí y salgo hacia afuera donde me espera un auto para llevarme a casa.

Dejo claras instrucciones para que no quiten los ojos de encima. Ellos asienten y yo me largo de esa casa.

Jamás la encontraran, no mientras yo me asegure de eso.

Y si lo hacen, lo harán con ella muerta.

AYRON

-Necesito que se tranquilice señora Clara.-dice mi madre mientras abraza a la madre de Hayley.

-No puedo puedo...-dice sollozando.

Estamos en nuestra casa, la señora Clara y Camilo se están quedando aquí, donde la información de la policía nos avisa sobre cualquier novedad.

Es frustrante ya pasaron 2 días y aún nada. Hemos recorrido el bosque de arriba a abajo, hemos visitado varias casa cercanas, y no hay ni una señal, nada, como si nunca hubiera estado ahí.

No tenemos idea de quien se la llevo, ni que tan lejos puedan estar.

Aún recuerdo su voz, su bella sonrisa, sus hermosos ojos mirándome con amor, la necesito, se ha convertido en el aire que respiro, estoy agotado, asustado, ansioso, furioso.

Los hijos CrasfortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora