Capítulo 35

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HAYLEY

-¡Eso muñeca, sigue así!-me grita Ayron mientras intento con todo el esfuerzo del mundo mantenerme de pie en la tabla de surf.

-¡Joder me voy a sacar la put...!-grito antes de caerme de lleno en el mar

Me hundo por completo y a los segundos, salgo sacudiéndome y veo a Ayron riéndose a carcajadas cerca mío.

-Algún día lo lograrás muñeca, tu tranquila.

-Sigue riéndote y te olvidas de tener sexo conmigo esta noche.-le digo haciendo que de inmediato deje de reírse y frunza el ceño

-Amor no puedes amenazarme con quitarme el sexo, eso es un pecado.-me dice ayudándome a salir del agua.

-¿Así y por qué se puede saber?-le pregunto con la ceja alzada

-La biblia dice claramente que privarnos de nuestros placeres es un pecado capital.-me dice haciendo que ahora yo frunza el ceño

-¿Pero que dices? Eso no esta en la biblia ni en ningún otro lado.-le digo mientras nos acercamos a las sillas donde están los demás tomando el sol.

-Bueno pues ahora sí que lo digo yo, así que déjate de excusas y duerme conmigo esta noche.-me dice haciendo un puchero con su boca

Me río y le guiño el ojo mientras me siento al lado de Antoni y me recuesto en mi silla colocándome los lentes de sol.

Camilo se acerca con su reproductor de música y se escucha Cuando nadie ve de Morat.

Nos animamos y empezamos a cantar.

Soñé un verano que se hiciera eterno

Desde el momento en que vi tu mirada

Me derretiste con esa mirada

Uoh, oh, oh, oh, oh

Pero el verano se volvió un invierno

Cuando vi que otros brazos te esperaban

Me congelé mientras yo te esperaba

Y ahora entiendo cuál es mi papel (oh, oh)

Nos queremos cuando nadie ve

Las balas perdidas de este amor (oh, oh)

Prefiero no verlas en mi piel

Si me preguntan por ti (oh, oh)

Diré que es mentira

Que toda una vida he soñado contigo

Yo sueño contigo

Si me preguntan por ti (oh, oh)

Diré que no es cierto

Que duele por dentro que no estés conmigo

Te quiero conmigo

Oh, oh, oh, oh

Te miro, me miras

Y el mundo no gira

Todo parece mentira

Oh, oh, oh, oh

Tú sigues, yo sigo

Es nuestro castigo

Fingir que somos amigos

Y cuando no haya testigos

Mi vida entera te daré

Cuando nadie ve...

Los hijos CrasfortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora