Capítulo 17

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HAYLEY

El vuelo de regreso fue tranquilo...

No, no fue tranquilo

Para mi mala suerte, hubo una turbulencia de muerte a una hora de llegar a casa.

La turbulencia fue fuerte y me dejo como una gelatina andante, me había quitado mis posibilidades de regresar a casa entera.

Para ese entonces ya había arañado por completo el brazo de Antoni.

El pobre me gritaba a cada rato ¡QUIETA GATA!, pero ni aún así yo lo dejaba tranquilo.

Lorcan era otro miedoso, que se agarraba fuertemente de Patrick, quien parecía estar apunto de ponerle un paracaídas y aventarlo por la puerta.

Ayron y Marcos trataron de tranquilizarme y al cabo de media hora lo lograron a base de masajes y algo de alcohol que me quitó las increíbles nauseas que tenía.

Al bajar del avión, Antoni me miraba con cara de asesino suelto y Patrick había huido de Lorcan a instante que bajo del avión.

Los chicos me dejaron en casa al cabo de media hora y lo primero que hice fue tirarme en el sofá abierta de piernas y sin zapatos, dejando mis pertenencias en la puerta de la calle con riesgo de un posible robo.

No fue así, menos mal que mi madre llegó al cabo de unos minutos y empezó a gritarme la madre por dejar mis cosas descuidadas.

Saludé a Cristian quien me cacareo en forma de saludo, y luego pase a bañarme con mis deliciosas cremas y colonias y más tarde pase a responder algunos mensajes en mi teléfono.

Les respondí a las chicas que ya había llegado y le respondí a Erlik, quién me preguntaba que tal la había pasado en el viaje con los chicos.

Lo invité a comer mañana en la tarde en mi casa, de ahí le contaré todos los detalles.

Menos los detalles sucios por supuesto.

De verdad quiero conocerlo más afondo, aunque no sea sobre sus padres para no ponerlo triste, hablaremos sobre el instituto, sobre sus maestros, quiero saber si tiene algunos amigos, o algún lugar de confianza a donde ir, quiero saber lo que le gusta, lo que no, quiero que seamos amigos.

Me encargaré de conversar con él sobre muchas cosas mañana mismo, quiero que se sienta a gusto conmigo, con mis amigos, con las chicas, con los hermanos, quiero que salgamos juntos, quiero que tal ves nos vea como una familia, ahora que ya lo perdió todo, quiero que sepa que estaremos para  él, aún que aun no lo conozca mucho, lo haré, estoy decidida a hacerlo.

Dos horas después, eran las 4 de la tarde y las chicas habían venido a mi casa, habían derribado la puerta de mi habitación a patadas y habían tomado a Cristian de rehén para que les contará a detalle como fue mi viaje con mis novios.

Al cabo que ni puerta quería...

Lo que me sorprendió, fue ver a Claudia también junto a ellas.

¿En qué momento la prima de los hermanos se hizo unida a mis amigas?

No es que me moleste ni nada, es solo que me sorprende verla con nosotras y en tanta confianza.

Pase a contarles todo sobre el viaje, les mostré varias fotos que había tomado, les conté las aventuras y las idioteces que habíamos echo juntos , la comida, las personas, los restaurantes, todo, mientras nos comíamos unos piqueos y tomábamos unas gaseosas.

No pase desapercibido que Jazmín mirara cada tanto hacia la dirección de Claudia, quien fingía no darse cuenta y sonreía como si le gustará esa atención.

Los hijos CrasfortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora