Los hijos Crasfort

Capítulo 27

JAZMÍN

-¿Segura no le importaran a los señores Crasfort que nosotros también vayamos al almuerzo con ustedes?-le pregunto con duda a Hayley

-Segurísima, ya hable con los chicos y nos están esperando a todos allá.-me responde Hayley subiendo su maleta a mi auto.

-Bien, vámonos ya, muero de hambre.-habla Angela sentándose en la parte delante del auto.

-Lo mismo digo preciosa, ya quiero conocer a esa familia de la que tanto hablan.-dice Camilo sentándose atrás.

Le hago una mueca, volteo y veo a la señora Clara saliendo de su casa y llegando a mi, a saludarme.

-Buenos días señora Clara.-le digo dándole un beso en la mejilla

-Hola querida, ¿Cómo te encuentras?, me dijo Hayley que estabas un poco mal hace unas semanas.-responde mirándome con preocupación

Lo estaba...

Lo estaba por tonta...

-No se preocupe, ya me encuentro mucho mejor, era un ligera gripe y el estrés de los exámenes.-respondo bajando la mirada

Odio mentir, pero no quiero hablar de ella hoy...

Aún me duele la estupidez que hice

-Entiendo hija, cuando estés preparada me dices la verdad, mientras sabes que cuentas conmigo para lo que sea.-me dice dándome un abrazo y haciendo que yo abra los ojos sorprendida

La señora Clara siempre ha sido como mi segunda madre, para Angela y para mí, hemos sido sus hijas adoptivas desde que éramos niñas, siempre nos quedábamos a dormir en su casa, o nos quedábamos a almorzar y luego nos llevaba de compras o nos recogía del colegio, ella también es nuestra familia, sin duda sabe cuando miento.

Le sonrío ligeramente y entramos al auto para dirigirnos a la mansión de los señores Crasfort.

-¿Hayley le dejaste comida a Cristian verdad?-pregunta la señora Clara

-Sí madre, de todas maneras también tiene de postre los pantalones de Camilo.-responde con una sonrisa maquiavélica en la cara.

-¿¡Dejaste a ese pollo en mi cuarto!?-pregunta Camilo con cara de horror

-¿Yo?, Es que Cristian quería despedirse de ti, pero como no te vio, se quedo a esperarte en tu cama.-dice con una sonrisa inocente en la cara

-¡Mamá!, ¡Tu pinche pollo se va a comer mi ropa!-grita escandalizado

-¡Que no es un pollo!, y relájate te puedes comprar más, Cristian no come ropa barata.-dice ganándose una carcajada de todos los demás.

Camilo la mira incrédulo por la ofensa a su ropa pero decide cruzar los brazos y callarse el resto del camino.

-¿Erlik nos espera allá verdad?-le pregunto a Hayley mientras manejo

-Sí, él ya fue con los chicos primero.-me responde mientras revisa su celular

-¿Pasa algo?-le pregunto al verla con el ceño fruncido mirando su celular

-Un numero desconocido no deja de marcarme, y cuando intento contestar, me cuelga de inmediato.-me responde alzando los hombros

-Debe ser los bancos o ofertas que siempre te lanzan al móvil.

-Si debe ser...-responde con ligera duda

Tardamos veinte minutos en llegar a la famosa mansión, la suerte de mi amiga vale oro, ya me imagino yo consiguiéndome un millonario así, me imagino formar parte de esta familia..., uff imposible.