En cuánto llegamos a nuestras respectivas casas nos quedamos unos segundos en silencio, desvió mi vista hacia la casa del frente.
¡Lía, debo ir a verla!
-Gracias, supongo.-esté me mira un segundo y asiente.
Le doy una última mirada antes de caminar hacia la casa de ella, siento cómo aún no se ha movido y a la misma vez siento su mirada sobre mí, el cuál agradezco, porque me siento protegida.
Llamo a la puerta y luego de unos segundos aparece la mamá de Lía.
-Ailena, pasa.-se hace un lado e ingreso, no sin antes dar una última mirada a Adriel.-Lía está en su habitación.
-Gracias.-me encamino hacía allí.
Al ingresar ella está en su cama, pareciera qué está sufriendo su peor agonía, es muy dramática cuando quiere.
-Oh, has llegado antes de que mi mundo se acabe.-sonrío.
-Deja de ser tan dramática, es solo una gripe.
-Déjame morir en paz.-ruedo los ojos y tomo asiento en la silla de su escritorio.
-Tengo que contarte algo.-se sienta enseguida, alza ambas cejas.-¿No qué ibas a morir?
-Calla y cuéntame. ¿Es sobre papi Adriel?-la miro horrorizada.
-Oh no, dime por favor que no le pusiste así.-asiente con una sonrisa.
-Pero ese no es el tema, ¿es sobre él si o no?
-No, está vez es sobre el otro.-me mira atentamente.-Me dijo que le gusto.
-No es novedad, aunque realmente no esperaba que fuese tan rápida su declaración. ¿Qué hiciste?
-Le dije que no era mi tipo.-digo simplemente.
-Siempre tan linda.-dice irónica.
-Es la verdad, y se enojó, empezó a decir un montón de cosas sobre él hermano y qué no me quiero.-ríe.
-Vaya, a esté si le ha dolido.-alzo los hombros.
-Al parecer, y Adriel sigue metiéndose en mi habitación.-ahora parece sorprendida.
-Vale, esto sí me interesa. ¿Desde cuándo pasa eso?
-No lo sé bien, sólo se que desde qué lo hizo por primera vez, ya se cree con el derecho de hacerlo cuando quiere.-sonríe.
-Y tú lo dejas.-alza ambas cejas.-Te gusta.-niego.
-No.-asiente.
-Sí, pero sé que no vas a admitirlo, eres muy orgullosa, voy a dejarte que te des cuenta sola.-se recuesta nuevamente.-Cierra la puerta cuando salgas.
-¿Estás corriendome?-asiente.
-Si, quiero dormir.-suspiro y me levanto.
-Cuídate.-oigo que afirma y salgo de su habitación.
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Alas grises.
FantasySiempre me dijeron que en la vida existen blancos y negros, toda la vida me fueron enseñaron sobre el yin y el yang, lo bueno entre lo malo y lo malo entre lo bueno. ¿Pero que pasaría si en ves de blanco y negro, existiera el gris? Eso voy a descubr...