Capítulo 30.

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Es divertido ver la cara de Adriel ahora, mira a todos como si fuesen su peor enemigo, que en parte lo son, acaban de cagarle un polvo y en la mejor parte

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Es divertido ver la cara de Adriel ahora, mira a todos como si fuesen su peor enemigo, que en parte lo son, acaban de cagarle un polvo y en la mejor parte.

-Cambia esa cara.-le digo colocando la mano en su pierna.

Este baja la vista hasta mi mano y luego la sube a mi rostro. Sí, puede ser que se lo esté haciendo por gusto.

-Hay días cómo estos en lo qué me pregunto por qué tú.-sonrío.

-Porque soy encantadora y ardiente, has tenido suerte.-rueda los ojos.

Muevo mi mano más hasta su entrepierna, acaricio por arriba del pantalón.

-¿Qué haces?-encarna una ceja.

-Alguien me dijo qué lo divertido está en que nos pillen.-desabrocho el botón y bajo la cremallera.

Este niega con una sonrisa. Muevo mi mano por encima del bóxer, puedo sentir como aún no se le ha bajado del todo.

Estamos en una mesa bien bastante alejada del resto y que por suerte nadie puede ver hacia abajo de la mesa.

Retiro mi mano y la llevo a mi boca para poder mojarla con saliva para lubricar mejor, todo ante la atenta mirada de Adriel.

Vuelvo mi mano hasta su entrepierna y saco su polla de adentro del bóxer, me acerco a él para sonreírle y dejarle un beso en los labios.

-Un día de estos vas a matarme.-dice en cuánto siente mi mano haciendo presión sobre su polla.

Comienzo a mover lentamente mi mano sobre ella, viendo cómo para el llega a ser una tortura. Poco a poco voy aumentando la velocidad, subiendo, bajando y apretando, oigo un mínimo gruñido de parte de él que me hace sentir poderosa.

-Joder Ailena.-dice y se echa hacia atrás, dándome más acceso para poder seguir.

Le sonrío para después agacharme frente a él, este me mira atónito en cuanto llevo mi boca hasta su polla. Paso la lengua sobre él, deteniendome en el glande, ahí introduzco todo dentro de mi boca, enseguida siento la mano de Adriel sobre mi cabello, marcando el ritmo.

Cada vez más rápido y violento, no me quejo realmente. Hasta que siento cómo este llega a su clímax y todo cae sobre mi boca. Limpio mis labios con la lengua y vuelvo a mi lugar.

Este me mira por unos segundos hasta tomarme por la nuca y besarme, al separarnos me sonríe.

-Ahora entiendo por qué tú.-dice y niego divertida.

-Debemos irnos ya. Lucifer quería hablar con nosotros.-asiente y se levanta.

Estira su mano hacia mí y la miro un tanto perpleja pero la tomo, salimos de la biblioteca de la mano.

-¿Dijo sobre qué?-niego.

-Nunca dice nada.-al llegar a la salida nos encontramos con Samael y Belia.

Qué enseguida que ven nuestras manos sonríen, peor que el gato de Alicia.

-Hola parejita.-dice un sonriente Samael.

Adriel rueda los ojos y yo lo miro divertida.

-¿Ustedes también van a la reunión?-les pregunto.

-Desgraciadamente sí. Nunca una reunión con él es divertida.-dice Belia.

Y desde ahí comenzamos a caminar los cuatro rumbo a la casa de ellos, fue un recorrido muy agradable ya que Samael siempre decía alguna de sus cosas y yo le seguía la corriente, Adriel fingía ser serio pero de vez en cuanto hablaba por mi mente, no voy a decirles que cosas porque son todas cosas sucias.

Al llegar Lucifer no espera sentado en el sillón, de piernas cruzadas y alado de él una mujer, extremadamente bella.

-Al fin llegaron.-dice como reproche.

-¿Esperabas que llegáramos más rápido? Queda a quince minutos la escuela.-este me mira con una ceja alzada.

-Ailena.-dice y ruedo los ojos.

Adriel suelta mi mano ya que la mirada de la mujer está en ellas y se acerca para poder saludarla, no es un saludo muy cariñoso que digamos, pero en la mirada de ella veo cariño.

-Así qué, ¿tú eres Ailena?-pregunta y asiento.

-La misma que viste y calza.

-¿Y estás con mi hijo?-la miro y luego lo miro a él.

-No sé si la palabras es estar, pero si. Me follo a su hijo.-ella abre los ojos y este sonríe divertido.

-Luci.-le dice horrorizada a mi padre.

-Ailena.-dice cansado.-Ella es...

-Lilith, lo sé.-digo y todos quedan asombrados.

-¿La conoces?-dicen todos.

-¿Me conoces?-dice ella al mismo tiempo que los demás.

-Querido padre no eres el único que tiene su fama de este lado, ella también la tiene. La primer mujer que Adán, la qué fue castigada por dios en cuánto ella no quiso ser la sumisa de un hombre, se negó a qué su cuerpo sea de un solo hombre, la clara imagen de la lujuria, el placer y el pecado. Símbolo de la independencia y la rebeldía. Cada noche antes de irme a dormir te rezo.-le digo a ella y enseguida ensancha una sonrisa.

-AAAAH!-grita.-Te dije, sabía que aún tenía mi fama por aquí.-le reprocha a mi padre.

-Si Lilith, sí.

-Cariño, bienvenida a mi familia, puedes follarte a mi hijo cuántas veces quieras.-dice para luego irse hasta la cocina muy feliz.

Ya la oíste, cuántas veces quieras.

Oigo la voz de Adriel y sonrío. El carraspeo de mi padre hace que desvíe mi atención.

-Bien, para lo que los llamé en realidad es para que hablemos sobre los peligros.

-Creí que esto ya había terminado, ¿no habían condenado a Sorius?-pregunto confundida.

-Sí, lo hicimos. Pero Sorius no es el único que quiere la daga, hay muchos, muchos más, y la mayoría más poderosos que él, por eso tú protección va a aumentar, vas a estar vigilada las veinticuatro horas del día.

-¿Puedo ir al baño sin que me vigilen?

-No preciosa, de eso me encargo yo.-dice Adriel y Lucifer lo fulmina con la mirada.-¿Qué? Dijiste que hay que protegerla, y de todos yo creo que soy el único que puede entrar al baño con ella.

-Belia puede hacerlo.-ambos fruncimos el seño.

-Yo creo que Adriel está bien, si van a estar vigilando, déjame disfrutar aunque sea.-este se tapa los oídos.

-No quiero oír.

-Y cuando esté follando con Adriel, ¿van a vigilarme también?-sonrío divertida.

-Ailena, no quiero saber detalles, eres mi hija.-alzo los hombros.

-Creo que voy a irme con Lilith, ella es más divertida.

-Bueno, bueno. No te desvíes del tema, vas a tener vigilancia, no puedes ir a ningún lado sola, siempre que quieras salir tienes que notificarnos, a cualquiera de nosotros.

-Vale, ¿algo más?-niega.

-Por ahora es eso.-dice y todos comenzamos a caminar para alejarnos.-Esperen.-todos bufamos.-Usen protección.

¿Protección? Joder. Adriel y su manía de follar sin preservativo.

Alas grises.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora