Gavi, la joven promesa del fútbol.
Triana, la chica risueña que le roba el corazón.
Unas coincidencias.
Un festival.
Un beso.
Y todo da un giro.
" escribamos juntos esta historia"
Sevilla en pleno abril es olor a azahar, clavos y canela, ambiente de semana santa y incenso por todas las calles sevillanas. Sevilla huele a olíbano, a los cirios que se derriten durante la eterna percusión de tambores y el sonar de las bocinas que anuncian los diferentes pasos. Las levantas llevando al cielo a nuestras vírgenes, las saetas sonando por la calles a plena voz, vestirse de mantilla; sinónimo de luto, respeto y tradición. La madrugá, la noche más bonita del año para todos esos fieles que cada año esperamos acompañar a los nuestros.
Llego a casa después de terminar la estación de penitencia un año más, un recorrido de más de catorce horas pero que merece mucho la pena estar otro año acompañando a la Esperanza de Triana.
Nada más estar en casa me subo a mi habitación a descansar un rato ya que está noche tengo el cumpleaños de Daniela y Lola, pero primero saldré junto a Alma a ver las procesiones del viernes santo.
El viernes de dolores nada más que nos dieron las notas del segundo trimestre, nos venimos a Sevilla y el domingo por la tarde volveremos a Barcelona. Las notas están bastante bien, aunque hay alguna asignatura por ahí que tengo que darle un poco más de caña.
Gavi no ha podido venir ya que mañana sábado tienen partido de liga y este miércoles han tenido partido de champions contra el Inter de Milán que han ganado.
No tardaremos en venir de nuevo a Sevilla pronto, porque ya mismo viene la feria de abril y sería un pecado perdérmela.
Después de haber estado toda la tarde recorriendo Sevilla, acabamos de ver todas las hermandades del viernes santo: La Carretería, La Soledad, El Cachorro, La O, San Isidoro, Montserrat y la Mortaja.
Llegamos a casa de Daniela y Lola para recogerlas. Ellas no saben nada de que hoy vamos a celebrar su cumpleaños. Tampoco saben que Alma y yo hemos salido, ya que le dijimos que estábamos cansadas después de todo el recorrido de la madrugada hasta las dos del mediodía.
- ¿Qué hacéis aquí? - pregunta Lola.
- Venir a por vosotras para salir un ratito. - contesto.
- ¿A dónde vamos a ir? Si está Sevilla entera en la calle viendo las procesiones.
- Es una sorpresa. Poneros esto anda - dice Alma dándoles dos vendas a las dos.
- Lo que nos hacéis ponernos - se queja Lola y yo rio. - Tú ríete que ya te enterarás guapa.
- Venga anda deja de quejarte y pontela.
A regañadientes las dos acaban poniéndoselas, salimos de casa de las mellizas para subirnos en el coche de Alma. Como es de esperar, Sevilla está como para meterse con el coche por las calles, no se puede hacer nada. Por eso es por lo que buscamos un sitio en el que no esté muy lejos y no pase alguna procesión por ahí.
- Venga que ya hemos llegado.
- ¿Nos podemos quitar esto? - preguntan las dos.
- No.
Le ayudamos a salir del coche y a abrir la puerta de la nave que hemos reservado.
- Podéis quitársela - digo y rápidamente se las quitan.
Abren los ojos al ver a sus familiares y amigos. Mientras ellas saludan, Alma y yo cogemos dos tartas y las velas para que las soplen.
- Feliz cumpleaños.
Alma, Daniela, Lola y yo estamos sentadas conversando mientras comemos un poco de tarta y bebemos algo.
- Ese chico de allí no para de mirarte Triana - murmura Alma señalando a un chico de lejos.
- Ese es Alejandro, un viejo amigo nuestro - dice Daniela mirándolo.
- Pues que mire lo que quiera, no tiene nada que hacer.
- Ay la niña que está loquita por Gavi - dice Lola, sonrío pensando en él. - Dios tienes una sonrisa de enamorada que vaya tela.
- Es que estoy enamorada, Lola.
- Y se te nota mogollón.
- Dejaros de curselireias ahora y vamos a bailar anda. - dice Daniela levantándose y las tres la seguimos.
La música suena a toda voz por la nave, es más yo diría que hasta retumba. Menos mal que por esta zona no hay muchos vecinos que sino ya me veía yo con la policía aquí.
Bailamos de todo desde sevillanas hasta reggaeton y pasando por alguna bachata por medio de estas.
- Chicas yo me voy a sentar - les aviso, ellas asienten.
Las dejo ahí bailando entre ellas y veo una silla para sentarme y ahí que voy a descansar un poco. Veo el móvil y los mensajes de Gavi. Así que me quedo hablando con él, me llama y como con tanto ruido no se escucha me salgo fuera para poder oírlo mejor.
- Disfruta por mi de Sevilla - me dice riendo. - Te quiero mucho, Triana.
- Tranquilo que disfruto por los dos, te quiero, Gavi.
Cuelga porque ya se tiene que ir a dormir para estar descansado para el partido de mañana, miro a mi izquierda y veo al chico que me dijo Alma antes.
- ¿Fumas? - cuestiona sacando un paquete de tabaco.
- No - responde, hago el amago de irme pero me agarra del brazo. - ¿Puedes soltarme? - pregunto incómoda.
- ¿Qué pasa te pongo nerviosa? - pregunta acercándose a mí.
- Déjame - pido escapando de su agarre. Me doy la vuelta y vuelvo dentro.
- Triana, aquí estas - dice Daniela con una sonrisa. - Mira ven que te presento a Marta.
Una chica bajita con el pelo rubio corto por los hombros se presenta enfrente de mi.
- Hola, soy Marta.
- Encantada yo soy Triana. - me presento, ella se acerca a darme dos besos.
- ¿Eres la novia del futbolista?
- Mm, si soy yo.
- Es guapo eh - dice mirándome.
Una pena que sea mío y no tuyo.
- Si lo es - digo con una sonrisa.
- ¿Cuánto lleváis?
Tiempo.
- Cuatro meses.
- Que monos - dice con una sonrisa, que claramente es falsa.
- Si bueno yo me voy a buscar a Alma.
Mientras vamos de camino a mi casa, le voy contando a Alma lo sucedido primero con Alejandro y después con Marta.
- Esa chica no me da buena espina - confiesa, yo asiento.
- Menos mal que no me la ha dado a mi nada más.
- Es que preguntarte cosas relacionados con tu pareja - dice. - No es muy normal y menos cuando ni os conocéis.
- No me ha gustado nada y si hubieras visto su cara.
- No te fíes de ella, Triana.
Yo asiento a sus palabras y me quedo pensando en todo.
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hoy es un día especial, es el cumpleaños de Gavi y que mejor manera de celebrar sus dieciocho con un capítulo 🎂❤️!!
