Habitación del bebé

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La habitación se encontraba llena de colores claros en tonos pastel para la llegada de sus pequeños, aún faltaban ciertos detalles entre ellos que Camus había optado por una lámpara que daba algunos destellos de colores en formas de estrellas.

Ahora los dos se encontraban terminando de guardar las nuevas prendas en el armario que con amor el futuro abuelo Krest les regaló.

- En el lado derecho guardaré lo de nuestra pequeña y en el lado izquierdo se encontrará lo de nuestro pequeño retoño.

- ¿Dónde  guardarás los pañales Mon amour? - Cuestionó Dégel sosteniendo en sus brazos los paquetes que habían ordenado por internet.

Por fortuna Camus logró convencer a su pareja de adquirir pañales ecológicos, de esta manera se ahorrarían muchos gastos innecesarios además de contribuir a un cambio del medio ambiente.

- En la cajonera que compraste la semana pasada.

Ambos disfrutaban de darle los últimos detalles a la habitación de sus pequeños retoños, incluso al saber que se trataba de una niña y de un niño, Dégel había optado por el nombre de Shaina y Shun.

Ambos gemelitos y sobre todo sus nombres iniciaban con la letra S.

- Cada vez falta menos tiempo, si te llegas a sentir mal de verdad no dudes en avisarme.

- Gracias Dégel mi amor pero aún me siento perfectamente, tu eres quien se siente más preocupado.

Dégel terminó de acomodar los pañales en el mueble y se acercó a su pareja tomándolo de la cintura por detrás, tomó sus largos y sedosos cabellos esmeralda llevándolos al otro lado de su hombro.

- Compréndeme que es la primera vez que seremos padres y no tengo ni la más remota idea de cómo reaccionar cuando me digas que ya es hora.

Para Dégel el hecho de solo imaginar el grito que de su pareja " Los bebés ya vienen en camino"
Era algo que le preocupaba, solo esperaba que no fuera el quien fuera a terminar en el hospital por caer inconsciente al suelo o bien ver cómo se le rompe la fuente a su amado Camus.

- De solo pensarlo me sugestión yo solo.

Ante las preocupaciones de Dégel, Camus colocó sus manos sobre las de su pareja mientras seguía abrazándolo por detrás.

- No quiero que sientas miedo por qué me transmites esas inseguridades, mejor dejemos que todo tome su curso y veremos más adelante como nos sorprenden nuestros pequeños hijos.

- Me parece buena idea Mon amour, ahora cambiando de tema yo creo que lo mejor será salir a comprar unos monitores, así podemos mantenernos al tanto de nuestros hijos cuando lloren en la noche ¿Que te parece?

Camus se liberó lentamente de los brazos de Dégel, se acercó a uno de los muebles que tenía a su derecha para poder tomar la pequeña alcancía donde guardaba con mucho esmero sus ahorros para poder seguir comprando todo lo que necesitaran sus hijos.

- ¿Crees que con esto nos alcance?

Dégel tomó aquella alcancía en forma de un adorable pingüino para ver cuánto es lo que llevaban, sacó unos cuantos billetes y monedas para comenzar a contarlos.

- Creo que será suficiente mi cubito, aún así los gastos no paran pero esto no me desanima al contrario me motiva a seguir dando todo por ustedes.

- ¿Entonces los compramos de una vez?

- Claro, si demoramos más después ya no podrás caminar y tampoco quiero que nos tome por sorpresa la llegada de nuestros hijos en la calle, debo cuidarte mucho Mon amour.

Camus dejó que su pareja le colocara un abrigo sobre sus hombros, amaba sus cuidados y atenciones y seguramente este día de compras no sería la excepción.

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Cuidaré de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora