Esta era una de las noches más desesperantes para Camus, el reloj de pared marcaba las doce de la noche y Dégel aún no regresaba de la oficina de su trabajo.
Sus pequeños aún no lograban conciliar el sueño y es que Shun pedía atención de Camus ya que esté se encontraba atendiendo a la pequeña Shaina brindándole un pequeño baño relajante para que pudiera descansar.
Para Camus era difícil atender a los dos juntos al mismo tiempo, al menos cuando Dégel se encuentra en casa siempre procura ayudar a su pareja aunque el estuviera cansado del trabajo.
- ¡Ya voy pequeño, no demoro!
Grito Camus mientras envolvía a su pequeña hija en una toalla de color rosa para poder vestirla en la cama mientras que Shun seguía llorando pidiendo la misma atención.
Por más que intentaba darle el mismo tiempo a los dos, no lograba atender a uno y a otro, cada vez se le estaba volviendo la situación cada vez más difícil sumando a ello que el no descansar le causaba molestias hasta por cualquier insignificante ruido.
Intentaba no perder la paciencia, se trataba de sus gemelitos; para su buena suerte en ese preciso momento Dégel regresaba de la oficina del trabajo después de entregar el resumen de todo lo que ha trabajado en casa estos días.
- Mi pequeño - Susurró Dégel dejando los papeles sobre el mueble donde guardaban la ropa de sus pequeños.
Con pasos apresurados tomó a su hijo entre sus brazos para poder darle un poco de atención después de pasar llorando desconsoladamente.
- Ya está papá aquí.
Con su hijo en brazos Dégel se dirigió a la habitación donde se encontraba Camus atendiendo a la pequeña Shaina, estaba por colocarle sus pequeñas calcetitas de color blanco cuando Dégel se acercó repentinamente para besar a su pareja de manera inesperada.
- Luces cansado Mon amor, entra a darte una ducha para que te relajes, yo me ocuparé de ellos por lo mientras.
- P... Pero - Titubeo nervioso Camus al ver que Dégel tenía a los dos gemelitos en sus brazos - Yo necesito...
- ¿Que necesitas Mon amour?
- Pero vienes cansado de entregar tus papeles y no quiero interferir en ello...
- No me interfieres nada Camus, también es mi deber ayudarte, así como necesito velar por ti bienestar - Dégel comenzó a caminar hasta la puerta de la recámara aún con nos hijos en sus brazos - Mientras te bañas yo iré a la cocina a calentar un poco de leche.
Cómo negarse ante la ayuda de su pareja, a pesar de su trabajo intentaba velar por su bienestar, sonrió mientras tomaba una toalla de su armario y entró al baño para poder relajarse un momento; esos minutos a solas los disfrutaba por qué no se sentía presionado ante la demanda de sus pequeños.
Mientras tanto que Dégel colocó a cada uno de sus pequeños en sus sillas mecedoras para poder calentar la leche que Camus guardaba en el refrigerador.
Ese era otro punto importante que a Dégel comenzaba a preocuparle, cada vez notaba a su pareja con dolores constantes en su espalda, necesitaba buscar algo que le ayude a descansar un poco.
Unos minutos más tarde, Camus bajo a la cocina para encontrarse con una bonita escena que le causó ternura.
Dégel se había quedado dormido sobre la mesa mientras que con cada mano sostenía un biberón para cada uno de sus pequeños.
Los gemelitos se habían quedado dormidos al fin, se acercó con cautela, le retiró los lentes a Dégel y comenzó a moverlo un poco sobre su hombro para despertarlo.
- Dégel cariño... Es hora de ir a la cama a descansar.
Aún somnoliento tomó a uno de sus hijos mientras Camus se llevaba a su otro pequeño rumbo a la habitación. Solo esperaban que en la noche puedan tener un descanso placentero, ambos lo merecían.
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Cuidaré de ti
Fanfiction(Aprendiendo a ser padres) Dégel y Camus deben prepararse para una pequeña inesperada llegada; poco a poco los dos aprenderán esa labor de ser padres, descubriendo que no es fácil pero tampoco imposible para Dégel quien debe aprender a entender los...